Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires Instituto de Derecho de las Comunicaciones
 
AÑO II | Nº 8
   

 

 
El fenómeno de la telefonía móvil se irá profundizando
[Entrevista]
Eduardo Giménez
Gerente Ejecutivo de Relaciones Externas y Regulación de Movistar
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Luego de la fusión, Movistar quedó como el actor más importante del mercado de telefonía móvil en la Argentina y quizás, en la región. ¿Qué influencia tuvo esto hacia adentro y hacia afuera de la empresa?

No, hacia adentro, no. La influencia es que hay que lograr unir las dos operaciones, es decir, las dos culturas. Hay que unir dos culturas y además, lidiar con varias tecnologías al mismo tiempo. Pero, hacia adentro, no: el efecto de tratar de acomodar el conjunto de actividades y mantener la calidad del servicio a los clientes. Y hacia afuera, creo que hay un cambio de marca importante manejado por las áreas de publicidad, pero no sé si ha habido un impacto tan sustancial.

¿No cree usted que en el sector hay una repercusión muy fuerte?

Hay una repercusión porque hay una expectativa importante por la operación conjunta.

Las proyecciones que se hicieron indican que el mercado de telefonía móvil va a crecer muchísimo más todavía, en cuanto a cantidad de aparatos. ¿Esto es así?

Bueno, las empresas están haciendo el esfuerzo de llevar el servicio de telefonía móvil a mayor cantidad de habitantes. La penetración está en constante aumento. Hoy estamos en cerca del 40 % de penetración y en Europa, en algunos lados, la penetración supera el 100 %. Hay personas que andan con más de un celular. O sea que este fenómeno de la telefonía móvil se va a ir profundizando, si es que la lógica que impera en el resto del mundo termina por imponerse en nuestro país. Creo que van a aparecer nuevos servicios, datos, transmisiones de mensajes, de mail y todo eso va a ir ampliando la demanda. Es decir, no va a ser extraño ver a alguien con una notebook conectado vía celular a Internet en cualquier lugar.

En función de esto, que permite suponer que va a existir un mercado mucho más extenso de lo que es hoy, ¿qué relación existe entre el crecimiento y la negociación de las tarifas? Esto es, ¿cómo cree Usted que se va a manejar el tema de las tarifas?

Los precios de la telefonía móvil son libres.  Las empresas no se van a diferenciar sólamente por tarifas, se van a diferenciar por la oferta combinada que tienen. Por el servicio, por los productos, los precios, los paquetes.

Y teniendo en cuenta que va a ser difícil que las empresas se diferencien por la cuestión tecnológica, ¿no van a ser las tarifas las que definan la opción por uno u otro servicio?

Si es por las alternativas de precios que se le pueden ofrecer al cliente, sí. Yo creo que la oferta va a ir acomodándose a la demanda buscando nuevos sectores, pero no veo que si bien la tarifa o el precio del servicio puede ser un driver. Creo que la oferta combinada que tienen las empresas va a ser el driver de la competencia. El precio es importante, pero no lo veo como lo único, lo definitorio. Porque no estamos hablando de una renegociación de tarifas. Estamos hablando del precio al público. Y el precio al público irá evolucionando acorde a la demanda. Los celulares han mantenido su precio a pesar de la devaluación. O sea que, en un contexto de inflación, siguieron manteniendo su precio y han seguido incrementado las inversiones. Han encontrado con volumen el equilibrio. Pero, las inversiones han ido aumentando. Es la tercera renovación tecnológica que tiene esta industria en quince años de vida. Y yo quisiera saber qué otra industria se ha renovado tres veces tecnológicamente. Y cuando digo tecnológicamente, digo renovación de infraestructura y parque. Entonces, es importante tener en cuenta esa inversión, el esfuerzo que han hecho las empresas. Es una industria que todavía no había dado ganancias a sus inversores, porque la reinversión permanente, los ciclos de vida cada vez más chicos de la tecnología hacen que sea una industria en constante evolución.

A partir de esta evolución tecnológica permanente, ¿se tiene que pensar, en algún momento, en función del marco regulatorio en general? Es decir, cuando se hable de una ley definitiva para el tema de comunicaciones, ¿el tema tecnológico tiene que estar incorporado -muy básicamente- para permitir la renovación permanente?

¿Se te ocurriría que podés poner una ley que diga que las computadoras no pueden evolucionar más que tanto, que las máquinas de fotos tienen que ser a rollo de películas o limitar los megapíxeles de resolución? No. Digamos, si la ley impide la evolución de la tecnología, la tecnología va a encontrar la vuelta para salvarse de la ley. Se va a convertir en otra cosa. No hubo leyes que pudieran contrarrestar la evolución tecnológica. Sería impensable decir que no puede haber estaciones receptoras de televisión por satélite. La ley decía que no podía haber estaciones receptoras de televisión por satélite y ahí (hacia afuera) vemos una.

Pero podría determinarse por ley cuáles son las prestaciones básicas que tiene que tener, por ejemplo, un teléfono celular para un determinado cliente. ¿está bien que en eso intervenga el Estado?

No, ¿por qué? Si la tecnología le ofrece tener prestaciones adicionales, por ejemplo, y puede comprar un teléfono que saca fotos, porque no quería comprarse un teléfono y una cámara de fotos, ¿por qué ponerle límites?.

Yo hablaba del límite inferior

El límite inferior se lo va a poner la oferta. Pero, una ley puede decir no menos que esto.

Exactamente...

Sí, pero para decir eso que no diga nada. Porque la tecnología va a ir por arriba de eso. No entiendo cuál es el objetivo de una ley que defina prestaciones mínimas de umbral que ya la tecnología supera. Hoy, la tecnología le provee a la gente los servicios que necesitan. Podemos decir que haya normas y reglamentaciones en calidad de servicio. Pero, no podemos pensarlos como una ley. Una ley tiene que ser algo general y tiene que perdurar. Y estamos hablando de tiempos de vida que se están acortando cada vez más, entonces no podemos pensar que se puedan poner, a través de una ley, un cepo tecnológico.

Sólo como ejemplo, en varios países los taxis tienen que salir con aire acondicionado, tanto para el invierno como para el verano. Si no, no están habilitados...

Pero Usted está hablando de un rubro que va atrás de la demanda.

Si, es verdad...

Es un rubro que va detrás de la demanda. Acá tenemos taxis que nos hacen pensar "me subo acá y me rompo el pantalón con el asiento"...

Cierto, pero a partir de 2006, en Argentina, van a tener que tener aire acondicionado... Yo hablo de ese tipo de prestaciones mínimas.

También los colectivos tienen que arrimarse a la vereda para que uno pueda subir...

Es correcto. ¿Pero, en la telefonía tiene sentido o Usted dice que no, que la tecnología ya superó ampliamente el umbral?

Yo creo que superó las expectativas. Hoy, en cuanto a prestaciones, salvo casos puntuales en este momento, que hay bastante ruido en cuanto al servicio en distintos lugares, algún caso puntual de señal; la telefonía móvil ha superado las expectativas.

¿Las mismas que tenía el sector inclusive? ¿Avanzó más aún?

Avanzó muy rápido la demanda. Pero, lo que yo quiero decir es que, tecnológicamente, estamos al mismo nivel que los principales países. No tenemos tecnologías más atrasadas. Podemos decir que hay algunos que están probando tecnologías más modernas en cuanto a mayores prestaciones de lo mismo. Partimos de la comunicación establecida para arriba, a transmitir fotos, datos, video, todas prestaciones en más. Pero, la comunicación de voz ya es un dado. El standard está asegurado.

Un tema que hoy ocupa al sector y al público en general: el tema de las antenas. Todas las compañías están buscando dónde poner antenas y hay gente que se manifiesta con ciertas dudas acerca de los males que pueda causar. Me refiero a la salud y a cuestiones que interfieran en el normal funcionamiento del edificio donde está puesta la antena. ¿Qué nos puede contar de la parte técnica? ¿Es esto un mito o es verdad?

Yo creo que, asegurada la infraestructura civil, las radiaciones están controladas. Hay una norma del Ministerio de Salud, basada en la Organización Mundial de la Salud, la Secretaría de Comunicaciones y la C N C sacaron una norma sobre mediciones, de cómo se mide, de mediciones de rutina que hacen las empresas para controlar el nivel de emisión o de inmisión. Es decir, para que la energía a la que está sometida la población no supere, en ningún momento, esos límites. Y en el caso de la telefonía celular, los niveles de emisión están muy por debajo, en tres órdenes de magnitud por debajo del máximo permitido. Es decir que el contribuyente a la radiación, principalmente, no son las antenas celulares. Ése es el punto y es para eso que se están haciendo mediciones. Para demostrarlo. Hay un libro en el que están perfectamente explicadas, las distintas alternativas, las normas aplicables y los cuidados que tiene la industria. Sería interesante que lo hagan otras industrias también.

¿Hay una fuerte lucha por los espacios aéreos para la colocación de antenas?

No... Las empresas están cooperando, compiten en el mercado pero tienen un territorio común que es la posibilidad de instalar la infraestructura. Están compartiendo sitios a efectos de no contaminar con gran cantidad de torres o sistemas de soportes el territorio. Están compartiendo los sitios. No puedo decir que haya una disputa por el espacio aéreo. Porque se está trabajando en equipo, buscando soluciones para la industria.

La cantidad de antenas que hay, hoy, ¿es insuficiente?

Una vez asegurada la cobertura, se aumenta la cantidad de antenas, y ahí lo va a encontrar explicado, para dar más capacidad de tráfico. Al hacer reuso de determinadas frecuencias de menor cobertura para tener mayor cantidad de canales en una determinada área y aumentar la mayor densidad de oferta de tráfico. Y eso va evolucionando, permanentemente, en función del crecimiento de la demanda. O sea que las empresas están, permanentemente, creciendo en su cantidad de estaciones base. Lamentablemente, en muchos casos, por órdenes municipales o algunas iniciativas vecinales, terminan en el desmontar una antena. Y eso lo que hace es tener que volver a construirla y hacer una doble inversión que en definitiva afecta a los operadores.

¿Técnicamente, hay límites para que haya antenas de distintas empresas o no?

No. Se pueden poner todas y pueden combinarse para que no superen ningún límite de radiación. Se pueden acomodar lo suficiente mientras no se interfieran. Mientras no excedan los niveles de radiación pueden estar, inclusive, en el mismo lugar.

¿Hay posibilidades de hacerlo de modo tal que no se interfieran entre una empresa y otra? ¿O la disputa tendrá otras características?

No. Todos pueden estar en el mismo lugar. Para eso hay coordinación técnica. Para no molestarse y no interferirse. Para eso, las empresas se ponen de acuerdo técnicamente.

¿Cómo observa Usted que va a ser el futuro del mercado en la Argentina en el corto, en el mediano y en el largo plazo? ¿Seguirá el proceso de explosión de la venta de celulares?

Yo no puedo aventurarme a decir que va atener la penetración europea, porque el standard de vida europeo es distinto al de nuestro medio. Digamos, ni llegará al 90 % de penetración, ni se va a quedar en el 40 y terminará en un 65, 70, o seguirá... . No sé, hay que ver la evolución económica del país. Está ligado a eso.

Observando la evolución tecnológica hoy vemos que los teléfonos cumplen cada vez más funciones, ¿cual es el futuro en ese aspecto? ¿hasta dónde se puede llegar?

Tecnológicamente, todo lo que las comunicaciones de datos nos permitan. Todo lo que las comunicaciones de datos permitan va a ser accesible, hoy por hoy, en la limitación de los teléfonos, que establece al teclado para poder emitir mensajes; pero, que cada día está siendo más amigable y más sencillo de manejar. Han mejorado muchísimo los displays, la duración de las baterías. Entonces, ¿tecnológicamente, qué prestaciones?. Es difícil imaginarse un límite. Hoy, ya hay teléfonos que permiten hacer videoconferencia, desde móviles que tienen una cámara de video. Esa es una realidad que hoy está en implementación en algunos lugares.

¿Y nuestro país está preparado para recibir toda esa tecnología? ¿No tenemos ningún inconveniente?

Hoy, no vemos inconveniente para desarrollar esas tecnologías, para implementarlas. Es decir, en la mismas estaciones, se cambiara parte de la infraestructura y se adecuará a esas tecnologías. Pero no hay limitaciones prácticas.

Ese avance tecnológico, ¿vuelve obsoleto la antena que ya existe?

No, la antena no, en absoluto. El sitio no se vuelve obsoleto. Habrá que cambiar los equipos. Lo que pasa es que en las redes, normalmente, esto no reemplaza totalmente lo otro. Siempre queda una parte de usuarios en una tecnología. Entonces, hay que tener todas. ¿Y cuándo una red se apaga? Cuando no hay más clientes. Pero, mientras haya un cliente o dos, hay que mantenerlo.

Dentro de ese esquema la diferenciación entre las empresas será producto del servicio y del precio pero también de la velocidad con la que ofrezcan nuevas prestaciones, nueva tecnología....

Se diferenciaran por el servicio o por el precio. En un mercado tan grande hay muchos drivers de compra distintos. Esa es la realidad. No podría decir cuál va a ser el driver en el futuro. Creo que el precio va a ser una variante importante; pero, en esto hay también un deseo de moda y de prestaciones. Hay teléfonos que sirven como i-Pod, para música, para fotografía y en un teléfono se pueden tener las tres cosas. Eso para comprar el teléfono. Y el servicio lo va a usar de acuerdo a la necesidad. Uno puede estimular el uso del servicio; pero, se va a usar de acuerdo a la necesidad.

¿Tienen alguna opinión formada acerca del marco regulatorio actual de la actividad, en términos generales?

El marco regulatorio diseñó un esquema de competencia que hoy está en todo su juego. Toda la actividad está en competencia, en todos los servicios de comunicaciones y se van consolidando actores. Esa es la realidad. En todo escenario de competencia hay movimientos que hacen que se consoliden, como en Europa y en distintos lugares, donde buscar tener masa crítica hace que se vaya reacomodando. Creo que el marco regulatorio cumple con su función, está funcionando, permitió la apertura de la competencia en el año 2000 y sigue operando. El marco está para que se haga la libre oferta de servicios.

Desde el punto de vista de las empresas, ¿habría que actualizarlo, habría que adaptarlo?

Hay que dejar que el mercado actúe dentro de esas reglas de juego. Evidentemente, siempre va a haber cosas nuevas que desafían a la regulación y va a haber que revisar, entonces, casos puntuales. Pero, podríamos decir que el marco regulatorio está cumpliendo con su misión.

Quizás habría que hacer algunos retoques para permitir el mayor desarrollo de los servicios; pero, siempre en el sentido de viabilizar.

Y en función del desarrollo de los servicios, ¿las empresas van a seguir destinando un segmento de servicios para los prepagos, le van a poner mayor interés a los otros clientes?, ¿eso lo va marcando la demanda?

Una vez alguien hizo una pregunta: ¿qué segmento interesa, prepago o post pago?. Y dijeron: los dos. Yo le escuché a alguien decir eso y me parece razonable. Son, solamente, modalidades de pago.

En función del servicio que tiene que brindar una empresa, seguramente, el servicio básico y elemental es el mismo que tiene que dar en ambos casos, es exactamente lo mismo...

Cualquier servicio puede ser prepago o postpago. La diferencia es una modalidad de pago. El prepago no es un servicio definido como tal. Es una modalidad de pago, nada más. Algunos prefieren tener sus cuentas acomodadas de alguna manera. Esto es: pago con débito o pago con crédito.

Pero, a la empresa, ¿le importa desarrollar más uno que otro?

No, la empresa desarrolla todos los mercados. Esa es una pregunta más para un área comercial que para mí.

Pero, técnicamente, ¿son de la misma calidad?

Sí, son dos formas de cobrar lo mismo. El servicio al prepago no es de distinta calidad. Yo no puedo hacer que un teléfono prepago pueda hablar menos que un teléfono postpago. El servicio está para los dos. El que llega primero, lo toma. Y yo tengo que tener capacidad para los dos. Al prepago se le corta el servicio cuando se le termina el crédito. Al post pago, si no pagó, también se le corta el servicio.

En el tiempo que Usted lleva en el sector, ¿estima que los profesionales y técnicos responsables de llevar adelante esta operatoria han estado a la altura de las exigencias?

Sí. Desde el principio, desde que comenzó la telefonía móvil y las privatizaciones y toda la evolución tecnológica, el capital humano fue capital nacional. No podemos decir que la capacitación argentina en tecnología esté atrás de ninguna. Hay muy buena capacitación y se está preparado para las tareas que se tienen que hacer. Creo que es fundamental la capacitación permanente y las empresas han desarrollado esa capacitación por su cuenta. Se invierte en esto, para capacitar permanentemente al personal. En toda adquisición que uno hace de tecnología, uno tiene que ser dueño de esa tecnología. Es decir, si yo compro algo y no lo sé utilizar, directamente no compro nada. Hay que internalizar la tecnología y eso requiere capacitación permanentemente. En una renovación tecnológica de tres veces, hubo que capacitar a la gente tres veces y no dejar de lado lo anterior. Porque no es que la tecnología anterior desaparece. Es distinta. No es mejor, no peor: es distinta. Uno puede decir: el analógico cumplió su etapa; pero, hay gente que le gusta el analógico. Entonces, son tecnologías que van evolucionando. Y lo que van evolucionando son las prestaciones. Se fue ampliando muchísimo la duración de las baterías, el desarrollo de los displays que paso de tener números a tener fotos y ya es, prácticamente, una P C.

Esa es la gran evolución de la tecnología móvil. La evolución de las terminales. No como en la telefonía fija, que el teléfono sigue siendo prácticamente el mismo, que cambió de disco a botonera, nada más. En cambio, acá, las terminales fueron evolucionando, se fueron achicando en tamaño.

Me acuerdo cuando empezamos con las valijas... ahora, un teléfono pesa menos que un paquete de cigarrillos... ©

 

 

 

 
 
Editorial

Alberto Gabrielli