Facultad de Derecho - Universidad de Buenos Aires Instituto de Derecho de las Comunicaciones
 
AÑO II | Nº 6
   

 

 
Alberto Gabrielli
Editorial

 
Alberto Gabrielli
Abogado (UBA)
Director Ejecutivo del Instituto de Derecho de las Comunicaciones (Facultad de Derecho - UBA)
Presidente de la Comisión de Políticas y Estrategias (UIT-D)
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I

El contexto institucional muestra una situación de difícil diagnóstico: por un lado, la economía y la recaudación continúan su crecimiento sostenido; por el otro, los conflictos políticos que se suceden antes de cada tiempo electoral, amenazan con alterar el delicado –e imprescindible– equilibrio que resulta necesario para respaldar aquel crecimiento.

En ese contexto, el Ministerio de Economía sufre las presiones habituales en tiempos preelectorales.

Es difícil definir, en esta etapa, algunas variables del mercado, entre ellas las que afectan directamente el bolsillo de los votantes, como las tarifas de los servicios público. El subsidio al gas oil otorgado para el transporte de pasajeros, por ejemplo, no sólamente distorsiona esenciales principios de equidad con respecto a otros sectores, sino que provoca pujas sobre la distribución de los fondos. Este esquema, con distintas características, amenaza con repetirse en otros sectores de la economía.

II

Mientras tanto la sociedad sigue alarmada por el descontrol y la agresividad que despliegan los contenidos de la televisión abierta. La excusa de la lucha por el rating, no es argumento para justificar la procacidad y disvalor de los programas que se emiten por los canales concesionados por el Estado. Es bueno recordar que todo el andamiaje de los concursos para el otorgamiento de licencias, se apoya –o debería hacerlo– en los antecedentes culturales, éticos y profesionales de los participantes. No se compite en precio para obtener una frecuencia. Sin embargo, lo que se ve en la pantalla no hace honor ni a los antecedentes de los titulares, ni al prestigio de las marcas que los auspician.

Además, existen programas de alto rating que no necesitan recurrir a la chabacanería, el lenguaje sucio o las imágenes procaces para lograr la adhesión de los televidentes. Faltan sí, es evidente, productores con talento e imaginación para convocar audiencias masivas con propuestas de calidad.

A la campaña iniciada por Pedro Simoncini y su asociación “contenidos”, se han sumado múltiples sectores de la cultura, como las academias de Educación y de Letras y ahora también el Fondo Nacional de las Artes. Profundizamos el tema en un reportaje a Carlos Gorostiza, que impulsa con acciones públicas la toma de conciencia sobre la gravedad de la situación.

III

Cumpliendo nuestra responsabilidad como abogados y hombres del sector de las telecomunicaciones, estamos obligados a observar que, a algunos hombres de derecho, la llegada al poder les remueve los límites que la prudencia aconseja. Son capaces de llevar a la firma del Presidente una decisión que sostiene que, cuando el Poder Ejecutivo lo dispone, puede detenerse el tiempo. En una frase digna de una antología de la irrealidad jurídica, se ha decidido que para ciertas licencias de radiodifusión no han transcurrido los últimos 10 años.

Analizamos el tema en nuestro dossier.
Junto al texto actualizado y ordenado de la Ley de Radiodifusión, presentamos el Decreto 527/05 que modifica los plazos de duración de las concesiones, recogiendo también la declaración de la Carrera de Comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra Universidad, sobre el tema. No será fácil para un Juez resolver la constitucionalidad de la norma, si el caso le fuera planteado.

IV

Destacamos además otras dos notas: una de Héctor Huici: “La Constitución Nacional y la intercepción de las telecomunicaciones”, por la actualidad del tema frente a los fallos de la justicia declarando la inconstitucionalidad de la norma que pretende imponer y facilitar el control estatal sobre los contenidos de las comunicaciones; la otra de Oscar González: “Regulación del espectro radioeléctrico: Una oportunidad para mejores prácticas”.

V

Deseamos, por último reafirmar el clima de independencia académica que asumimos para el tratamiento de los temas del sector y del marco político que condiciona su evolución. Y renovar la invitación permanente, a todos aquellos que tengan opiniones sobre los problemas que afectan al sector, para que puedan darlas a conocer a través de © comunicaciones.

 

 
 
Editorial

Alberto Gabrielli