Por la profesora Agustina Obligado 

 

Guía de Autoindagación 

 

Estimados/as:

 

Desde el pie de los Himalayas quiero compartir con ustedes unas reflexiones, que no son nuevas en absoluto sino siempre actuales y en servicio para nuestra evolución.

Creo que durante este encierro forzado es una buena idea aprovechar el tiempo mas que nunca para crecer.

Cómo? Qué más hacer en estos tiempos?

Quizá baste hacer menos y no más.

Simplemente generar lenta y progresivamente el hábito de mirarnos para conocernos. 

Preguntarnos ante cada acción y/o emoción ¿De dónde salió? ¿Qué la provocó? Y ¿A dónde va? ¿La necesito? ¿Me es útil? ¿Me hace bien?

Indagación personal permanente, destinada a la  comprensión de nuestras  fragilidades y virtudes.

 

Todo con aceptación amorosa y sin juicio de quiénes somos y qué hicimos de esta vida hasta ahora. 

Amoroso autoperdón sí, primero a nosotros mismos, mucho, detalladamente. Podemos incluso escribir diariamente la fecha y decir "yo ... desde mi amor me perdono por ...."

 

Recién después podríamos avanzar al siguiente nivel de perdón, que es el destinado a nuestros padres. Escribir diariamente es nuevamente un ejercicio poderoso, aunque la conversación directa -cuando es posible- es la más sanadora.

 

Recomiendo hacer estos ejercicios de autoindagación y perdón fundamentalmente para quienes sienten el deseo o necesidad  de modificar su vida/hábitos/relaciones/trabajo... algo que se da tanto en este espacio de cuarentena y encierro.

 

Recién a partir de ahí decidir hacia dónde se desea avanzar.

 

Iniciar la acción y elaborar un plan deben ser más que una reacción a un impulso o un simple sueño despierto, sino más bien un proyecto concreto.

 

Todos/as tenemos un propósito  en esta vida y eso la hace interesante, especial, única. Eso nos hace especiales.