Se aprobó por unanimidad una reforma al Protocolo de acción institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual
El pasado 13 de noviembre en la sesión del Consejo Superior de la Universidad se aprobaron por unanimidad las modificaciones al Protocolo de acción institucional para la prevención e intervención ante situaciones de violencia o discriminación de género u orientación sexual.
Con la labor de una comisión asesora con la finalidad de realizar un seguimiento de su implementación, integrada por la decana de la Facultad de Filosofía y Letras, Graciela Morgade, la profesora emérita Mónica Pinto, integrantes de la Red de Profesoras de la Facultad de Derecho, profesoras Julieta Di Corletto y Victoria Flores Beltran y representantes por todas las Unidades Académicas y coordinada por Valeria Thus, directora general de Promoción y Protección de Derechos Humanos, se confeccionó un informe con recomendaciones de reforma integral del Protocolo.
La idea base sobre la cual se construyó el consenso para la reforma del Protocolo es el férreo convencimiento de que para lograr los objetivos institucionales de erradicar la violencia de género en la Universidad y desmontar los patrones culturales que reproducen discursos patriarcales de dominación de un género sobre otro, no es necesario acudir a un modelo de naturaleza punitiva. Afirmar esto no significa desconocer la necesidad de que existan sanciones para aquellas conductas que afectan el derecho a estudiar, trabajar y desarrollarse en una Universidad libre de violencia.
Pero sin dudas el primer desafío fue consolidar una norma que cumpla los fines institucionales reforzando los derechos fundamentales de las víctimas, pero que lo haga desde un enfoque pedagógico y sin perder de vista que la Universidad posee una responsabilidad institucional frente a toda su comunidad, a la cual debe garantizarle el derecho a la educación, y al mismo tiempo el derecho a hacerlo en un lugar libre de violencia. La labor realizada fue motivo de elogio del órgano de gobierno de la Universidad, reconociendo a la Comisión Asesora, a la Comisión de Interpretación y Reglamento del cuerpo presidida por el decano Alberto Bueres, como así también a Mariano Genovesi, Gabriela Nasser, Miguel Mouriño, Laura Lado y Paula Paredes.