La invisibilidad y neutralización de los crímenes de los poderosos: El caso de la criminalidad de corporaciones multinacionales

El pasado 20 de abril tuvo lugar en la Sala de Audiencias la conferencia "La invisibilidad y neutralización de los crímenes de los poderosos: el caso de la criminalidad de corporaciones multinacionales", a cargo de Gregg Barak. Cabe destacar que el orador es profesor de Criminología y Sistema penal de la Eastern Michigan University y distinguido profesor visitante en el College de Justicia y Seguridad de la Eastern Kentucky University. En 2017, Fulbright Scholar con residencia académica en la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidade Catholica do Rio Grande do Sul (Porto Alegre, Brasil). Este encuentro se desarrolló en el marco del Proyecto DECyT 2016-2018 (DCT 1606): @Empresas transnacionales, recursos naturales y conflicto en América Latina - Para una visibilización de la violencia invisible" y fue organizado en conjunto por la Dirección de Relaciones Internacionales, el Departamento de Derecho Penal y Criminología y el Departamento de Ciencias Sociales.
Tras una introducción por parte de María Laura Böhm, profesora de cátedra DAAD y directora del proyecto DECyT mencionado, Gregg Barak expuso que en el artículo publicado en 1993 por Daniel Patrick Moynihan (sociólogo y senador demócrata), este introdujo el concepto defining deviancy down, con el que se refería a la forma en que los Estados Unidos hace desaparecer determinadas violaciones ilegales. En su momento, este concepto junto con la creciente popularidad de las políticas de zero-tolerance, dieron lugar a otros términos socio-políticos como permissive society, soft on crime y moral decay. En este marco, explicó que estos términos mediáticos se refieren a amenazas de caos inminente y desorden social, y de deseos políticos y económicos de restaurar la ley y el orden. Agregó también que el uso cultural de "definir hacia abajo" (o subdefinir) la mayoría de los crímenes de las elites y, en particular, los crímenes cometidos por las corporaciones multilaterales está respaldado por el reconocimiento de que la vasta mayoría de los crímenes que no son de la elite son definidos, al mismo tiempo, "hacia arriba" (sobredefinidos). Por otra parte, expuso que con el examen simultáneo del rango completo de la criminalidad, como así también de la reciprocidad cultural entre definir algunas desviaciones hacia abajo y otras hacia arriba, el discurso tradicional y unidireccional de la legalidad o el control de los delitos se torna más complicado por las distintas respuestas uniformes o sistemáticas del estado capitalista a los delitos cometidos por las multinacionales en comparación con prácticamente todos los otros delitos. En esta línea, se preguntó cómo funciona la economía política del control de los delitos. "Hay incontables maneras mediante las cuales los crímenes de las corporaciones multinacionales son parte de la ley y el orden tanto de un estado capitalista en desarrollo como de una economía política", indicó. Reconoció, asimismo, que "en muchos casos de delitos de corporaciones multinacionales, la funcionalidad de reproducir y acumular capital rutinariamente pesa más que cualquier preocupación en torno a la criminalidad y el daño real, o a las amenazas a la economía, al sistema político, al cambio climático, al medio ambiente, al ecosistema y así sucesivamente". Esta instancia legal y política, o actitud sociocultural, hacia los delitos de las corporaciones multinacionales donde los resultados triunfan por sobre los principios legales, sitúan a estos tipos de crímenes aparte de la mayoría de las formas de delitos corporativos y casi todas las formas de delitos no corporativos, lo que tiene como resultado una inmunidad para aquellas corporaciones multinacionales que están envueltas en un conjunto de ilegalidades penales. Con relación al delito de cuello blanco o white-collar crime, manifestó que a excepción del Westlaw Journal White-Collar Crime, no hay revistas sociológicas o criminológicas que se dediquen solo a la teoría o la práctica de estos crímenes, ni hablar de los delitos de corporaciones o multinacionales. En comparación con el estudio de los delitos ordinarios, el estudio de los crímenes de cuello blanco en general, como se ha evidenciado en recientes investigaciones, constituye aproximadamente un 5% del total. Casi la mitad de la investigación sobre estos crímenes no ha sido acerca de los delitos corporativos y la mayoría no ha sido sobre los delitos corporativos de las multinacionales.

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