Universidad, Sociedad y Justicia: El desafío descolonial

Organizada en conjunto por el Departamento de Ciencias Sociales y el Programa Internacional de Estudios sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías, el pasado 4 de mayo tuvo lugar en el SUM del Instituto Gioja, la actividad Universidad, Sociedad y Justicia: El desafío descolonial con la exposición de Enrique Martínez Larrechea, Rector Instituto Universitario del Sur de Montevideo, acompañado por Enrique Del Percio, Codirector del Programa Internacional de Estudios sobre Democracia, Sociedad y Nuevas Economías de la UBA.

Tras una introducción por Enrique Del Percio, tomó la palabra Enrique Martínez Larrachea. En primer término, indicó que se está iniciando un nuevo desafío institucional en Uruguay que es la creación de una institución académica de rango universitario con pocos recursos pero con la idea de avanzar en la reflexión "que nos toca como generación y como ciudadanos de una nueva realidad universitaria" y de una reflexión a fondo sobre los compromisos que la universidad tiene con las sociedades, con el desarrollo y con nuestros países. 

 Asimismo, explicó que la universidad como espacio de cultivo del conocimiento de la ciencia, de las artes, de búsqueda de la verdad, es una institución europea y medieval, surgida un poco en el mundo de la cristiandad medieval. El desarrollo de la universidad, implica "una apertura, un desprendimiento, una visión nueva en el marco de una homogeneidad de la cristiandad tradicional, porque de otro modo no hubiera surgido", aseveró Martínez Larrachea.

"Me gustaría creer que la [universidad] que estamos ensayando en Uruguay pertenece a esa categoría de instituciones hijas o promotoras de un giro descolonial en la educación superior. Que de una buena vez nos convenza de que tenemos en nuestras manos la posibilidad de construir el conocimiento que requieren nuestros pueblos pero también el conocimiento del mañana", reconoció el expositor.

Por otro lado, indicó que es probable que la teoría de la colonialidad del poder siga siendo una herramienta válida para dar cuenta de la negación del otro, de la subalternacion radical, de la inferiorización epistemológica, y por lo tanto una herramienta de humanismo y desarrollo de nuestra conciencia ética. Es un enorme campo de conceptos y de posibilidades de desarrollo académico. Hacia el final, puso de manifiesto que espera que sea posible darle desarrollo a una perspectiva descolonial que no sea simplemente una mirada utópica o una mirada antisistémica, y concluyó que cree que el movimiento político, social y cultural de las antiguas periferias, está generando un nuevo escenario para todos.

 

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