Acto en homenaje a Ignacio Winizky

Ignacio Winizky fue un personaje muy ligado a la vida de nuestra Facultad de Derecho. Llegó a profesor emérito de la Universidad de Buenos Aires, habiendo recorrido todos los niveles, desde ayudante de seminario (1935) hasta profesor adjunto de Derecho Comercial por concurso (1960) y profesor Titular, primero interino (1957) y después por concurso. Se desempeñó también en la Universidad de La Plata, así como en múltiples universidades extranjeras (Estados Unidos, México, Venezuela, Chile), ejerciendo como profesor investigador invitado en la Universidad de Harvard (1960) y en la Universidad de París (1970). Sin dudas, fueron dos principalmente los lugares por los cuales pasó dejando huellas imborrables, tras su fallecimiento en 1988. El primero de ellos fue el Departamento de Publicaciones de la Facultad, del que fue Director y donde fundó dos prestigiosas revistas, y el segundo fue la Asociación Argentina de Derecho Comparado, que él mismo ideó y presidió por varios años.

Desde ambos espacios se decidió organizar un homenaje al distinguido profesor, para evocar su figura como docente, investigador y persona ejemplar. El acto transcurrió el 12 de junio, en la sede de la Sociedad Científica Argentina, la que participó de la organización junto a la Asociación Argentina de Derecho Comparado, la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y Editorial LexisNexis. La coordinación estuvo a cargo del Dr. Alberto Dalla Vía.

Al encuentro se acercaron numerosas personalidades del mundo jurídico, entre las que podemos mencionar a los Dres. Guillermo Moncayo, Mónica Pinto, José Domingo Ray, Arnoldo Kleidermacher, Alfredo Rovira, Rubén Pardo, Alberto Spota (h) y Horacio Sanguinetti, entre otros. También se hicieron presentes los familiares del homenajeado, ex-alumnos, colegas y estudiantes de la Facultad. 

El Dr. Jorge Vanossi, viejo amigo de Winizky, presentó a quienes fueron invitados especialmente para propiciar comentarios acerca de la vida y obra del recordado profesor.  

El primero en dirigir unas palabras fue el Dr. Héctor Alegria, quien integró varios años la cátedra de su maestro. Hace 18 años había escrito un pequeño texto para despedir a Winizky el día de su muerte y, para esta ocasión, pudo rescatar algunos párrafos de aquella semblanza. 

Comenzó describiendo a “Ignacio” —así lo llamaban— como un hombre que marcó a toda una generación de juristas; como un hombre completo, de una dimensión excepcional y de valores múltiples. Su paso por nuestra Facultad y por la Asociación Argentina de Derecho Comparado, no sólo le valió una estima nacional sino también el reconocimiento en otros países, donde fue miembro de diversas asociaciones de estudios comparados, en México, Perú, Estados Unidos, UNESCO, etc. Fue esta apertura diversa, la que le valió el atributo de pluralista y multifacético.

Alegria también recordó la intensa labor institucional de su maestro, que no se acotó al ámbito universitario, sino que también se extendió a la Asociación de Abogados de Buenos Aires, de la cual fue vocal, prosecretario y secretario general.

Siguió contando que Winizky se crió en un hogar de inmigrantes rusos que se instalaron en Buenos Aires, donde su madre lo instruyó en el piano y el violín. De allí su afición por la artes, a las que tomaba habitualmente como recursos pedagógicos para transmitir los conocimientos del derecho. Así, se recuerda que en las primeras clases de Títulos de Crédito indicaba a los alumnos, según el curso, leer el capítulo XXV de “El Quijote”, el XIII de “El Principito” de Saint Exupéry, o “Los intereses creados” de Benavente. “Siempre decía que no había que desconfiar del razonamiento de los alumnos y que su enseñanza no estaba dirigida al almacenamiento de la memoria sino al aprendizaje y el ejercicio de ese razonamiento” —agregó Alegria. 

Sin embargo, no todas serían horas felices para el recordado profesor, quien fuera destituido de su cátedra en 1973 y sufriera tempranamente la muerte de sus dos hijas. Ese dolor no fue menor que la preocupación que siempre sintió por la situación política del país y por una democracia que añoraba todos y cada uno de sus días. 

A continuación, el Dr. Vanossi dio lectura a una carta de adhesión enviada por el Dr. Diego Valadés, Director del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México, que en distintas oportunidades albergara a Winizky.

Acto seguido, le cedieron la palabra al Decano de nuestra Facultad, Dr. Atilio Alterini, quien trabajó muchos años al lado del homenajeado como Secretario del Departamento de Publicaciones. Lo catalogó como “uno de los grandes”; un hombre que quería mucho a la universidad. “Yo lo he admirado y extrañado mucho”, confesó Alterini. De su paso por la Facultad, nuestro Decano recordó como sus obras más trascendentes la creación de dos revistas legendarias y de sumo prestigio entre los estudiosos del derecho: la Revista Jurídica de Buenos Aires y la Revista Lecciones y Ensayos. Sobre todo de esta última, a la que Alterini consideró “la más importante”, se destaca el primer editorial, donde Winizky deseaba una fuerte interrelación entre profesores y alumnos, y ponía en manos de éstos últimos la dirección de la revista. Después de 50 años, Lecciones y Ensayos se ha transformado en una verdadera organización activa en la Facultad. 

En tiempos convulsionados como los que actualmente vive la Universidad de Buenos Aires, Alterini expresó que es cuando más le hubiera gustado escuchar las reflexiones agudas de Winizky.

 Más tarde, dirigió unas palabras la Dra. Hortensia Gutiérrez Posse, en su calidad de alumna del ex profesor. De su “recuerdo imborrable”, destacó la valentía con la que Winizky se puso al frente de la Facultad en momentos en que debía reformularse la vida universitaria. Como docente, transmitía constantemente su experiencia, cruzando los principios generales, con el conocimiento comparado, y la literatura. Pero sobre todo, “hacía derecho” —añadió la profesora. Dialogar y comprender eran sus mejores virtudes pedagógicas, lo que demostraba una permanente preocupación por la enseñanza. Finalmente, Gutiérrez Posse bregó porque las ideas de este eximio jurista puedan ser transmitidas a las nuevas generaciones, las que de seguro sabrán llevar con holgura su bandera.

Para terminar, la Directora de la Revista Lecciones y Ensayos, María Alejandra Etchegorry transmitió en unas palabras el espíritu que la publicación ha heredado de Winizky y la convicción con que hoy se continúan muchas de sus proyecciones. Fundada por él en 1956, la revista surgió con la necesidad de lograr intercomunicar a profesores y alumnos, donde los estudiantes pudieran adiestrarse en el escribir jurídico y formarse con el consejo y el ejemplo de sus profesores. Winizky quería que la Facultad contribuyera mediante una publicación periódica a completar las múltiples inquietudes y necesidades del estudiantado, a sumarse, como tribuna a la experiencia de quienes no deseaban que su paso por la universidad fuera un mecánico estudiar y rendir exámenes. Gracias a esa “inmensa fe en la juventud universitaria argentina”, después de 50 años Lecciones y Ensayos sigue apostando a la renovación constante de las ideas, con artículos de profesores y alumnos, y llevando a cabo actividades que exceden lo editorial, como los ciclos de cine y derecho, las conferencias, talleres de discusión y encuentros.

Cerró el acto el Dr. Dalla Vía, quien llamó a honrar a Ignacio Winizky “cada día en nuestra tarea científica, estudiantil y docente”.

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