Discurso pronunciado por la Dra. Silvia Nonna

Acto de colación de grado del día 4 de junio de 2010

Muy buenas tardes a todos. Bienvenidos a quienes están aquí por primera vez.

Señora Decana, señores profesores, estimados colegas, egresados y queridos alumnos.

Es para mí un honor poder compartir con ustedes este momento tan especial. Y me trae a la memoria el día que recibí mi título de abogada, hace ya muchos años en esta misma sala, con la misma emoción que estarán sintiendo ustedes.

Están hoy terminando un ciclo de su vida. Después de haber caminado pasillos y habitado aulas de esta facultad, reciben su tan ansiado diploma. Es un título universitario para siempre, que sintetiza muchos esfuerzos de su parte y que también representa la dedicación y capacidad de los profesores que han compartido con Uds. tantas horas de aprendizaje, estudio y porque no, entusiasmo y devoción.

Y es también el resultado de la concatenación de tareas de quienes trabajan en esta facultad y que se ocupan de que tengamos un ámbito tan acogedor y completo, con aulas limpias con pizarras y tizas, de los que llevan adelante tareas administrativas silenciosas pero fundamentales y a quienes pocas veces recordamos agradecer.

Se están llevando un título de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, es todo un honor y sin duda un privilegio.
Y es a la vez un enorme compromiso, el compromiso de ejercer la profesión orientados a la defensa del estado de derecho que ayude a la construcción de una sociedad justa e igualitaria, que apunte al fortalecimiento de la democracia y la defensa de los derechos humanos. Porque todos deseamos una sociedad digna para que vivamos nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos.

Al rendir su última materia seguramente sintieron un alivio y pensaron “terminé”. Y así es, terminaron una etapa, pero esto es el comienzo de mucho más, ahora se les presenta el desafío del ejercicio, de poner en práctica lo que aprendieron, de darle su propia impronta, visión y dedicación. Con este diploma cumplen una meta, meta que a su vez los habilita para encaminarse hacia otros logros.

Ya inician el apasionante camino del ejercicio profesional pero no se olviden que ésta seguirá siendo siempre su casa.

Tengan presente que sin esfuerzo y convicción nada es tan fácil de lograr, y lo que se logra con esfuerzo tiene un valor especial.

Nunca dejen de estudiar. Les aconsejo y personalmente deseo que sigan viniendo, que sigan caminando estos pasillos, que sigan habitando nuestras aulas, que sigan visitando la biblioteca, y que sigan con nosotros.

Siento orgullo de nuestra universidad pública y como antigua y permanente estudiante les pido que nunca la dejen, que la aprovechen.
Sigan actualizándose, investigando y estudiando, ahora sin la presión de obtener el título que ya se ganaron y hoy se llevan.

specialícense en nuestras carreras de especialización, elijan una de nuestras maestrías, y prepárense para doctorarse. Y a quienes le guste la docencia súmense a la carrera docente. Y háganlo por ustedes.

Son ustedes egresados de esta casa y son parte de ella. Aprendan a disfrutar lo que hoy empieza. Y sigan investigando, estudiando y aprendiendo.

En ésta, que es su casa, tienen la oportunidad de hacerlo.

¡Los felicito!

Los esperamos.

Muchas gracias.