Discurso pronunciado por el Dr. José Luis Gargarella

Acto de colación de grado del día 9 de octubre de 2015

José Luis Gargarella

José Luis Gargarella

Señoras y señores, muy buenas tardes.

Es un honor para este humilde profesor poder hablar hoy con ustedes, por ello agradezco a las autoridades de esta casa, que me brindan esta oportunidad.

En primer lugar: Colegas...felicitaciones. Este título que hoy recibirán, no es un regalo. Es un premio.Todos ustedes lo merecen, por su esfuerzo, por su dedicación, por su trabajo, por su sacrificio. Por ponerse una meta, y sin desmayo, alcanzar ese ideal. Disfruten este día. Gocen del fruto de su trabajo.

Este título que hoy van a llevar, es una herramienta, que ojalá les sirva a todos para forjar una vida digna, ejerciendo también dignamente nuestra bella profesión.

Y en este día, está bien que recordemos a aquellos que nos han ayudado a llegar hasta aquí. A los papás, las mamás, los hermanos, los abuelos, los novios y novias, los amigos, a todos los seres queridos, que hoy nos acompañan, y que seguramente también nos han acompañado estos años, poniendo sus hombros, alentando, ayudándonos a salir adelante en nuestras horas de tristeza, dándonos fuerza ante una mala nota o en los días de dudas, estimulándonos a no aflojar, a seguir adelante. Les agradecemos con afecto.

También corresponde recordar a mis colegas, esta brillante pléyade de juristas, que honran a nuestra casa y que a lo largo de estos años, cada uno desde su perspectiva, han enseñado el valor de nuestra constitución y nuestras leyes, y han transmitido el aprecio por el Estado de derecho.

Y además, recordemos también a los millones de anónimos compatriotas, que con su trabajo y su sacrificio, por la vía de los impuestos, sostienen este edificio y hacen posible nuestra tarea. Recordamos, en especial, a nuestros vecinos de aquí enfrente, de la bella Recoleta, y a nuestros vecinos de aquí atrás, de la Villa 31, que nos rodea.Entorno geográfico que nos señala lo mucho que nos falta hacer para construir una sociedad justa.

Dicen que los papás sólo podemos dejar a nuestros hijos dos cosas: raíces y alas.

Este profesor quisiera hoy transmitirles brevemente, a los abogados que egresan, algunas ideas, a fin de que sean el equivalente, de las raíces y las alas.

La primera idea la tomo de un clásico, que para eso está. Del tratado de la educación de Jean- Jacques Rousseau , el Emilio, que en una bella página muestra como el educador le dice a su alumno: "encerrado en el torbellino social, bastará con que no te dejes arrastrar ni por las pasiones, ni por las ideas de otros hombres..." y agrega estas palabras que este profesor quisiera dejar a los que egresan: " que veas a través de tus ojos, que sientas por medio de tu corazón, que ninguna autoridad te gobierne, si no es la de tu propia razón...". Una perfecta definición del espíritu crítico.

Les pedimos a los abogados que conozcan la ley, claro, pero lo mas importante es que al leer una ley, al analizar una norma, con nuestros ojos, sepamos evaluar: ¿esta Ley es justa? ¿qué dice nuestro corazón? ¿qué juzga nuestra razón?. Lo es...entonces merecerá ser conservada, o ocaso no lo es, y entonces corresponderá cambiarla...

Con ese espíritu, entonces, Rousseau juzgó el orden jurídico y político de su tiempo...Le pareció injusto y comenzó a predicar ideas sobre la libertad y la igualdad entre los hombres...Y vino la Revolución Francesa...y llegaron los inmortales principios de 1789: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

La segunda idea la tomamos de un paisano, el abogado criollo Mariano Moreno, que tradujo para nosotros esas ideas, y en el brillante prólogo a la traducción del Contrato Social, expresó: " Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos. Si cada hombre no sabe lo que vale, lo que puede y lo que se le debe...nuevas ilusiones sucederán a las antiguas...y, tras vacilar por algún tiempo entre mil incertidumbres...será tal vez nuestra suerte, mudar de tiranos , sin destruir la tiranía".

Y vaya si tenía razón Moreno. La libertad y la democracia, son plantas bellas, pero frágiles. "El precio de la libertad es la eterna vigilia", decía un gran patriota americano. La libertad debe ser cuidada todos los días. Pues bien, aquí estamos, haciendo hoy ese trabajo.

Y finalmente, estas ideas fructificaron en otra página que conocemos bien, ya que de hecho hoy la hemos cantado.

Dice así: "Oid mortales el grito sagrado..." . Qué dice el himno: escuche el mundo lo que es sagrado para un argentino. A saber:" la libertad, la libertad, la libertad".

Dice a continuación el himno, que tantas veces cantamos, sin pensar: "oid el ruido de rotas cadenas". Efectivamente, rompimos las cadenas que nos ataban a aquella monarquía... y a cualquier otra...En esta tierra estamos construyendo una República, la forma política de los ciudadanos libres.

Y culmina diciendo: "ved en el trono a la noble igualdad". ¿Quién se sentaba en trono? El rey...el mas desigual de los desiguales...En la Argentina, pues, hemos hecho descender del trono al rey. El país no admite reyes.Ponemos en el trono, a la noble igualdad.

Estos son los valores, nos enseña la canción patria, que resultan sagrados para un argentino: la libertad y la igualdad.

Ciudadanos: ¡ no lo olviden! y sobre todo, no lo olviden ustedes, abogados que hoy egresan, guardianes de la ley. ¡Confiamos en ustedes!

Muchas gracias.