Discurso pronunciado por el Dr. Estanislao Bougain

Acto de Colación de grados del día 02 de septiembre de 2011

Foto: Claudio Lutzky

Estanislao Bougain

Buenas tardes a todos. Señora Decana, autoridades presentes, graduados, familia, amigos, señoras y señores. Tengo una satisfacción muy grande de poder dirigirme a ustedes esta tarde en una fiesta muy linda, muy especial para todos nosotros en la que muchos nuevos abogados van a recibir su diploma y van a estar acreditados frente a la sociedad como lo que son: abogados.

Estamos en una semana especial para recordar nuestra profesión, desde que como ustedes saben el lunes pasado ha sido motivo de festejo el día del abogado, con la evocación del nacimiento del gran abogado argentino que fue Juan Bautista Alberdi y que en buena medida es inspirador de todos nosotros como un abogado de gran categoría, de gran pensamiento, de gran hombría y constructor de un país que es el que hoy recibimos nosotros.

Es un momento entonces de especial salutación a todos los que van a acompañar a partir de ahora en el ejercicio de la profesión, con quienes nos vamos a ver a partir de ahora en los distintos asuntos que tengamos, en los distintos casos que nos permitan colaborar. Y especialmente vamos a participar ahora de un rito, que es el rito de entrega de este diploma y que como rito espero que termine con las malas pesadillas de varios de ustedes. ¿Díganme quién no sueña que le falta alguna materia? Bueno, esperamos que con esto se superen esos malos sueños y ya queden definitivamente integrados a nosotros, al claustro de abogados.

El diploma que los acredita como tales frente a la sociedad es un diploma que les ha costado mucho, es un diploma que es fruto de todos los presentes. Aquí no hay solamente graduados, hay también por supuesto familia, hay amigos. Y el resultado de este diploma es de todos. Ha sido un esfuerzo considerable y es un esfuerzo que no ha terminado porque ahora empieza una etapa nueva en la que ustedes tienen un rol que cumplir. Así como lo hizo Juan Bautista Alberdi hace años, ustedes también tienen un rol que cumplir y es un rol que esta Casa espera de ustedes para que nos enorgullezcamos de ustedes como nos enorgullecemos de él.

Hay responsabilidad social en el diploma que ustedes tienen. Hay efectivamente un compromiso con la sociedad de ejercer una profesión bajo los paradigmas nuevos que actualmente nuestra Casa enseña y que empiezan a enseñarse poco a poco en otras Universidades. Me refiero al paradigma de una sociedad más justa, al paradigma de la resolución de los conflictos por vías pacíficas, al paradigma del abogado que colabora en la búsqueda de soluciones y no al abogado que es una piedra en el camino o en el zapato, y que hace de la confrontación un estilo de vida.

El paradigma nuevo, es el paradigma de solucionar conflictos de forma pacífica sin que esto signifique por supuesto resistir o abandonar posiciones claras de defensa. Porque los abogados vamos a seguir defendiendo nuestros intereses y a nuestros clientes pero desde una posición distinta, desde una posición más tranquila, de una posición más pacífica. A eso los invito, a que recuerden siempre y a que tengan siempre presente que la sociedad está esperando de ustedes este cambio, está esperando de ustedes esta actitud frente a todo lo que se les viene encima.

Me refería hace un rato a graduados, es un acto de colación de graduados, que algunos han llamado históricamente de egresados. A mi no me gusta usar tanto la palabra egresados porque pareciera que están saliendo de una Casa en la que ustedes son parte y en la que ustedes tienen todavía un rol que cumplir. Ustedes saben que después del grado hay todo un universo relativo a la mejora continua, al perfeccionamiento permanente y ustedes van a continuar espero en nuestra Casa en los distintos programas de actualización, en las distintas carreras de especialización, en las maestrías, eventualmente en los doctorados. Pero quiero decirles que para todos ustedes hay espacio en esta Casa. Ustedes no se van, ustedes solamente están saliendo de una etapa para empezar otra. Consideren siempre por supuesto esta Casa la de ustedes, es la de ustedes.

El principio de especialidad que ha seguido la Universidad desde que ha sido creada, piensen que estamos prácticamente a seiscientos años de la creación de las primeras Universidades, ha estado imbuido fundamentalmente de un paradigma de ir profundizando cada vez más el conocimiento. Hace seiscientos años quien egresaba de una Universidad egresaba con un diploma general porque el saber era bastante menor y las personas que acudían a la Universidad sabían de todo, un poco de todo. A medida que ha pasado el tiempo, esto iba cambiando, las Universidades se han ido fragmentando, se han ido dividiendo en Facultades y también las Facultades se han ido dividiendo progresivamente en departamentos, y también los departamentos se han ido dividiendo progresivamente en materias. Y tanto es así que ahora tenemos carreras de maestrías, o maestrías que profundizan en bastante tiempo lo que en el grado se da en apenas unas pocas horas. Esto significa una forma de ir penetrando en las capas de la cebolla para ir yendo hacia el corazón de un conocimiento cada vez más extenso, cada vez más difícil. La invitación que hago hoy es a recorrer ese camino, a seguir profundizando, a seguir conociendo, pero también hago una reflexión hacia ideas nuevas que están empezando a recorrer el camino de la ciencia, relativas a la relación de esta profundización con el saber general. El paradigma de la especialización esta siendo completado hoy por el paradigma de la generalidad, de la complejidad. Hoy el mundo es más complejo, entonces no alcanza con saber mucho de algo, también hay que recordar que el todo es parte de lo que ustedes van a tener que hacer. Desde ese punto de vista la profundización permanente, la mejora permanente son siempre deseables pero nunca olviden el punto de vista general, nunca olviden los principios generales, nunca olviden lo que en sus primeros años de estudio ustedes han debido estudiar, que es en definitiva lo que van a llevar siempre adentro. El resto sí son profundizaciones necesarias, pero no olviden siempre los principios generales que ustedes han estudiado y que estoy seguro los van a guiar en el resto de su trayectoria.

Empecé mi pequeña alocución dando la bienvenida no solamente a los estudiantes o a los graduados sino también a la familia y a los amigos, bueno, este diploma es de todos ustedes, disfrútenlo.

Buenas tardes a todos y muchas gracias.