Discurso pronunciado por el Dr. Carlos Ghersi

Acto de colación de grado del día 27 de marzo de 2015

Carlos Ghersi

Carlos Ghersi

Buenas tardes, señor Vicedecano, señora Secretaria Académica, profesores, egresados, familias.

En primer lugar, agradezco a la señora Decana y a la Facultad la oportunidad y el honor de decirles algunas breves palabras.

Los abogados asumimos especialmente la obligación de luchar por la libertad; la democracia y la república, lo que resulta mucho más difícil en la actualidad en un contexto cada vez más complejo. Ustedes han transitado por esta Facultad, donde el debate de ideas es la herramienta del progreso del derecho para sostener valores. No pierdan ese horizonte. Recuerden que nadie es el dueño de la verdad y que nadie está equivocado, sólo tiene otra visión tan valedera como la de cada uno de ustedes.

Son abogados, sirven a otros que no lo son, y que esperan de ustedes la irrenunciable responsabilidad de defender sus derechos, especialmente los más vulnerados por la pobreza; la marginación; la ignorancia, en suma, los abandonados del Estado y de los gobiernos. No será fácil cumplir con este mandato pero al final del camino encontrarán la mano tendida en señal de agradecimiento. Seguramente, les dará fuerza para volver a empezar.

Sean éticos, rodéense de buenas personas, aprendan a querer lo que hacen y sean puente a la justicia social. Cuando sientan que les flaquean sus fuerzas recuerden que esta es su casa, que los estaremos esperando para hacer posgrados, buscando la eficiencia y el compromiso como magistrados; como funcionarios públicos; como abogados en el ejercicio de la profesión.

Dije que iban a ser breves palabras, pero quiero terminar de leerles lo que he puesto en el libro que acabo de publicar sobre derechos personalísimos: “La libertad, la igualdad y la democracia se construyen con ideales, sacrificio y solidaridad”. Ghandi, Luther King, Mandela, Malala y como dice Mercedes Sosa: “Gracias a la vida que me ha dado tanto…”; “sólo le pido a Dios que lo injusto no me sea indiferente…”. Yo les pido a ustedes lo mismo, que lo injusto no les sea indiferente. Disfruten este momento, que es único e irrepetible.

Muchas gracias.