Discurso pronunciado por la Dra. Gabriela Antonelli Michudis

Acto de colación de grado del día 30 de noviembre de 2023

Gabriela Antonelli Michudis

Gabriela Antonelli Michudis

Señora vicedecana de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, Dra. Silvia Nonna, autoridades, profesores, abogados y abogadas y profesionales presentes, protagonistas de este acto, señoras y señores.

Como profesora de esta Facultad siempre agradezco tener el privilegio de estar aquí para pronunciar el mensaje de bienvenida a todos ustedes en nombre de mis pares.

Sé que jamás olvidarán la alegría de haber llegado a destino después de haber transitado el desafiante recorrido de la carrera universitaria que iniciaron hace años. Un trayecto lleno de obstáculos y éxitos que es muestra de lo que la vida les ofrecerá.

Este día corona con la entrega del diploma el sacrificio de tantas noches despiertos releyendo apuntes, la perseverancia cuando el cansancio les proponía abandonar y la resiliencia cuando la suerte se les mostró adversa.

Seguramente no fue fácil. Pero hoy son el fruto de esa experiencia transformadora y la versión mejorada de las personas que fueron el día que llegaron a este lugar.

Hoy también lo digo siempre que tengo siempre que tengo oportunidad, reciben el diploma padres y madres que acompañaron, contuvieron y alimentaron el deseo compartido de ver recibidos a sus hijos y quienes con amorosa paciencia esperaron el recibimiento de esposas, esposos, y padres.

Este es el logro compartido pues seguro no habrían podido hacerlo solos. Pero esto no es una despedida pues esta Facultad nunca dejará de albergarlos para investigar, para continuar sus estudios superiores, o para iniciarse en el camino de la docencia.

Los profesores esperamos mucho este momento de nuestros alumnos y no nos vamos, aquí estaremos para ustedes con las puertas siempre abiertas para continuar pensando juntos el derecho que acompaña un mundo en permanente cambio.

Afuera les esperan enormes desafío s que enfrentarán con el capital adquirido en estos años de estudio. Si eligen la carrera judicial sean jueces honorables dignos de la confianza de los ciudadanos. Si eligen ser legisladores, sean honestos  representantes de las mayorías y auténticos conocedores de la realidad que ´pretendan transformar. Y en el ejercicio de la profesión de abogados sepan que el cliente sólo los tiene a ustedes, defiéndanlo con verdadera vocación porque dentro de la ley y de la ética no hay espacio para medias tintas.

Además de profesora en esta Facultad soy litigante, algunos lo saben, por eso digo esto con sincera convicción. Cuantas veces estoy a punto de rendirme, me duermo tarde y a la mañana siguiente me despierto buscando una solución para el cliente que me confió su caso. Cuando desvelo y que placer cuando por fin se logra el objetivo.

Tendrán en sus manos a partir de hoy una herramienta para modificar la realidad que deberán utilizar de acuerdo con los valores y convicciones más elevados con los que van a comprometerse ahora en unos instantes. Tendrán también la enorme responsabilidad de dejar un mundo mejor para las generaciones futuras. De medir el impacto que tendrán sus actos en el largo plazo, de emplear el derecho como superador de la fuerza, el arrebato y el atropello y lograr el bien para hacer de esta en la que vivimos, una sociedad más inclusiva.

No resignen sus ideales pero tampoco se alejen de la realidad. No se olviden de donde vienen pero no se dejen atrapar en el pasado.

No abandonen la lectura comprometida y la búsqueda incesante de la verdad, el camino en línea recta hacia el bien que no admite atajos ni claudicaciones.

Sus padres sabrán que hicieron lo correcto, y sus hijos aprenderán de lo que hagan y no de lo que les pidan. 

Ayuden con su profesión a quienes más lo necesitan porque no todo se mide en dinero. 

Dispensen al adversario un trato respetuoso por más enérgico que sea. 

Cuiden las instituciones que sostienen el orden democrático y aboguen con afecto por esta Universidad pública que tanto les dio.

Sé que lo que propongo parece sumamente difícil, y aunque nadie le diga, nadie dice que tiene que ser fácil, es sumamente gratificante. 

Abogados, abogadas, traductores, sé que hace años vienen esperando poder contar las columnas de la Facultad. Hoy por fin quiero decirles que si lo desean pueden hacerlo pues ya son profesionales. 

Hoy recibirán el diploma, salgan por esa puerta principal y bajen por las bellísimas escalinatas de este emblemático edificio de unas de las facultades de derecho más prestigiosas del mundo, que es de ustedes para siempre como ustedes serán para siempre un pedazo de su historia .

Para cerrar me gustaría nombrar a todos y a cada uno, no puedo hacerlo porque no los conozco a todos, los abrazo y felicito. Siéntanse aludidos individualmente en este mensaje, le dejo un especial cariño a Matías Martiniago que hoy se recibe y fue un brillante alumno y va a ser un genial abogado que está aquí hoy recibiendo su diploma.

Les deseo de todo corazón muchas felicidades, mucho éxito en el camino de la vida y bienvenidos a esta etapa que se inicia y nos veremos en tribunales.