Discurso pronunciado por la Dra. Luciana Beatriz Scotti

Acto de colación de grado del día 29 de junio de 2023

Luciana Beatriz Scotti

Luciana Beatriz Scotti

Muy buenos días, Sra. Vicedecana, Dra. Silvia Nonna, señores/as profesores/as, docentes, no docentes, y muy especialmente a los/las graduados/as, a sus familiares y amigos.

Es para mí, un gran honor en esta oportunidad poder compartir con ustedes este acto que simboliza para cada uno/a de ustedes un gran esfuerzo, el cumplimiento de una meta, y también muchísimos sentimientos: la incertidumbre, ansiedad e inocencia de aquellos inicios transitando por estas aulas, las primeras amistades que seguramente se han fortalecido con los años, la emoción y felicidad de cada materia aprobada, la frustración cuando las cosas no salen tal como las planeamos.

En ese camino, los han acompañado sus familias y sus amigos que hoy siguen con uds, y muchos de ellos están hoy presentes en el Salón de Actos, o a través de un mensaje, de un llamado, o en el recuerdo de cada una, y de cada uno. También el claustro docente que aquí represento los hemos guiado para llegar hasta este momento y significa para todos nosotros, un motivo de orgullo y alegría.

Hoy se convierten en graduados y graduadas de las carreras de Abogacía, Traductorado, Profesorado para la Enseñanza Media y Superior en Ciencias Jurídicas, o Calígrafo. Pero no egresan, no los/las estamos despidiendo. Es cierto que a partir de ahora se les abren muchas puertas para el ejercicio profesional, en sus diversas facetas y modalidades. Pero las puertas de esta Universidad no se cierran. Por el contrario, los esperan cursos y carreras de posgrado, talleres para graduados, los cursos de extensión siempre abiertos a toda la comunidad. También pueden abrazar la carrera docente y la investigación.

La sociedad evoluciona, el derecho tiene que acompañar los nuevos desafíos y para ello, la capacitación y formación permanentes son una herramienta imprescindible. Las propuestas son casi infinitas, muchas de ellas son gratuitas, e incluso las distancias y los tiempos se han acortado de una manera exponencial a través de los cursos virtuales, sincrónicos y asincrónicos. Las reformas legislativas, la doctrina, la jurisprudencia se han vuelto muchísimo más accesibles. No tenemos excusas. Tenemos que capacitarnos todos los días para ser profesionales idóneos.

Les pedimos que honren el privilegio de haber estudiado en una de las universidades más prestigiosas de América Latina y del mundo, y abracen con responsabilidad y sincero compromiso esta profesión.  

Esta casa de estudios es y será su Alma Mater (“madre nutricia”) porque esta Universidad los ha nutrido intelectualmente, les ha brindado las herramientas para forjar un camino profesional que, ansiamos, esté colmado de logros. Pertenecen, son parte de esta Universidad pública, autónoma, gratuita, laica y plural, que todos, pobres y ricos, débiles y poderosos, contribuimos a sostener. Así que esperamos de ustedes que entreguen a la sociedad su mejor versión, porque siempre podemos dar un poco más y mejor de nosotros mismos.

Sin embargo, este acto no es meramente un evento simbólico de entrega de diplomas. En breves instantes, ustedes van a prestar juramento. Y más allá de la fórmula elegida, cada uno, cada una va jurar (o prometer) a la Patria que van a respetar y hacer respetar la Constitución Nacional. Así que, así como lo hicieron nuestros representantes en 1853, se comprometen, como reza el Preámbulo, a “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad”, para cada habitante del suelo argentino, y muy especialmente para aquellos más vulnerables, cuya dignidad y derechos fundamentales, se encuentran más expuestos y en alto riesgo de ser seriamente quebrantados.

Les deseo, por último, que sean muy felices en su profesión y en sus vidas. 

¡Muchas gracias y muchas felicidades!