Discurso pronunciado por la Dra. Pamela Bisserier Díaz

Acto de colación de grado del día 11 de mayo de 2023

Pamela Bisserier Díaz

Pamela Bisserier Díaz

Muy buenos días a todos, y una especial bienvenida a nuestra casa para las familias y seres queridos y amigos que han venido a acompañarnos en esta ceremonia tan importante para los graduados que hoy van a estar recibiendo sus diplomas, pero también para todos nosotros, es una ceremonia solemne, importante, que a nosotros realmente nos emociona siempre y hoy escuchando este himno nacional, como todas las colaciones de grado, todavía tiene el ingrediente de que hoy estamos celebrando el día del himno nacional argentino.

Me toca hoy el honor y el orgullo de dirigirles estas palabras, oportunidad que, por supuesto, agradezco a nuestras autoridades académicas, especialmente al decano Leandro Vergara que aquí está presente, porque me da la posibilidad de insistir en transmitirles algunas reflexiones, pensamientos, creencias, ideas que tengo, y que con seguridad a varios de ustedes les van a resultar muy familiares.

Digo esto porque mientras estábamos preparándonos para este momento, pude ver entre los graduados, y también entre otros asistentes a la ceremonia, muchos que han sido alumnos míos, lo que me llena de satisfacción y orgullo de ver que siguen en el camino, que siguen graduándose y que siguen en el ejercicio de la docencia.

Por supuesto las palabras van a ser muy breves porque no quiero quitarles demasiada atención y deben estar todos ansiosos por recibir sus diplomas, entonces son sólo un par de cosas que trataré de recordarles brevemente.

En primer término, que hoy están cerrando una etapa de aprendizaje de la que salen con muchos conocimientos, habilidades y destrezas, destrezas inclusive para seguir conociendo más, y para aplicarlos profesionalmente en el sitio que hayan elegido y les toque en la siguiente fase de sus vidas, pero esa nueva etapa que se abre también requiere que sigan abrazando el camino del estudio y la investigación.

Y para ese desafío nuestra Facultad, que ustedes siguen integrando como comunidad académica que somos todos, permanece abierta para apoyarlos y brindarles los numerosos espacios de debate, perfeccionamiento, especialización y crecimiento que están disponibles, y a la vez recibir de ustedes también la transmisión de sus propias experiencias que son enriquecedoras para todos, ¿Qué quiero decir con esto? Que vuelvan, vuelvan aquí para seguir recibiendo, pero también para dar. Precisamente ese “dar” al que me estoy refiriendo, me lleva a la segunda reflexión que siempre les destaco; nuestra Facultad, nuestra Universidad de Buenos Aires, nos brinda una generosa formación de excelencia que está reconocida internacionalmente, han visto que permanentemente estamos recibiendo noticias de los equipos de alumnos, de las competencias internacionales, los debates y las calificaciones que obtenemos en el ámbito internacional.

Esta formación de excelencia, como dije reconocida internacionalmente, sabemos que es pública y gratuita, sin embargo decir que es gratuita sólo pone en foco la perspectiva de que aquí no debemos pagar nada para seguir nuestra carrera, pero en realidad es la sociedad, la gente, la que está sosteniendo nuestros estudios.

Y esto estoy convencida, lo digo siempre, cada vez que inicio un curso, de los cuatrimestrales, de los intensivos, de todo tipo, estoy convencida de que a quienes egresamos de esta Facultad, nos genera un plus de compromiso social, sea cual fuere el lugar y el modo en que nos toque ejercer esta digna profesión que elegimos, en el marco de ese compromiso creo firmemente que debemos ser incansables defensores de nuestro sistema constitucional y de nuestros derechos humanos, y que un modo de hacerlo es difundir con claridad nuestro derecho para trabajar sobre la cultura ciudadana que tanto estamos necesitando hacer crecer. Vuelvo a explicar que quiero decir con esto, que en mi modo de ver las cosas, es necesario que hagamos docencia para toda la sociedad, docencia no sólo con nuestro trabajo sino también con nuestro ejemplo y con la transmisión constante de nuestros conocimientos y experiencias en todos los espacios que nos resulten posibles.

Recuerden algo que Juan Bautista Alberdi, a quien siempre me gusta citar, que dice en esa obra que tantas veces también leímos y estudiamos, y que acortamos su título, diciendo simplemente “bases y puntos de partida”, que en su capítulo treinta y seis, también de título largo, “Advertencia que sirve de prefacio y de análisis del proyecto de constitución que sigue” nos dice: “la claridad de una ley es su primer requisito para ser conocida y realizada, pero no se practica bien lo que se comprende mal”. Y creo que ahora deberíamos agregarle que “no se practica bien lo que no se conoce”, por eso insisto en que hay que hacer docencia y enseñar el derecho a todos, porque este es nuestro código de convivencia, nuestro pacto de convivencia.

Con estos pensamientos y como dije al principio el propósito de ser lo más breve posible, quiero finalizar felicitando a los colegas que hoy recibirán sus diplomas, a sus familias y los seres queridos que los acompañan en todo este camino, que los acompañaron y seguramente seguirán acompañando, y con esto hacer los siguientes votos; que tengan todo el éxito profesional que merezcan y por el que se esfuercen, que vuelvan a nuestra Facultad para seguir creciendo y para perfeccionarse, y por último, que contribuyan a la cultura ciudadana honrando el compromiso social que tenemos como egresados de esta querida Facultad de Derecho de nuestra Universidad de Buenos Aires.

Muchas gracias.