Discurso pronunciado por el Dr. Rubén Héctor Donzis

Acto de colación de grado del día 13 de abril de 2023

Rubén Héctor Donzis

Rubén Héctor Donzis

Buenas tardes señora vicedecana, señores colegas profesores de esta Casa, todos los egresados, familiares, amigos, sean todos muy bienvenidos.

¿Qué emoción no? Llegó el momento, es lo que estaban esperando, claro que, a ver, todos ustedes ya se han recibido, es más, han festejado en las escalinatas. Ustedes ya han sido acreditados por los profesores de esta Casa que están en condiciones de ejercer la abogacía, pero sin embargo este acto tiene algo muy especial, siempre los actos de colación tienen algo muy especial, es un acto lleno de simbolismo. Pero no se trata nada mós de recibir el título, ni del prestigio que da el título. Se trata de que ustedes a partir de ahora van a ejercer una profesión, pero además, van a ser de alguna manera los encargados de asegurar y garantizar que las personas puedan acceder al goce de sus derechos, y además de todo, como se trata de los conocimientos de su incumbencia, lo cierto es que van a ser también quienes tengan que impulsar y que tengan también que ser conscientes de que son los primeros defensores del Estado de Derecho, de las instituciones republicanas y del modo de vida democrático.

Muchos de ustedes hoy, cuando venían para acá, seguramente estaban pensando en el momento que estimaron que podían hacer esta carrera, o recordaron también cuando entraron por primera vez a esta casa. Bueno, ha pasado un tiempo, y han hecho un gran esfuerzo por llegar hasta acá. Un esfuerzo que estoy seguro que fue acompañado también por el esfuerzo de sus familias y por el esfuerzo de todos sus afectos. Pero además de ese recuerdo que es tan importante, yo les sugiero también que recuerden que haberse formado en esta Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires es un privilegio. Si es un privilegio. No sólo por esta infraestructura que tenemos, que es fabulosa, eso es algo nada más, hay cosas que tienen más privilegio y ustedes lo saben. La Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires es una de las mejores rankeadas a escala regional y a escala global. Esta Facultad es honrada y respetada por toda la academia, y ustedes van a  tener el orgullo de portar un título y la referencia de ser de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires y de tener toda esa carga histórica y ese respeto académico.

Pero además hay otros privilegios. Hay otros privilegios de los que han gozado, porque se han formado en una Universidad pública y una Universidad que les ha concedido la posibilidad de que accedan al grado terciario de forma gratuita. Y esto la realidad que no es algo que muchas sociedades puedan ostentar. Es un hito del que nosotros podemos estar muy satisfechos, y lo seguimos apostando y apostamos a la Universidad pública y gratuita porque creemos que es el modo por el cual podemos transformar civil y pacíficamente esta sociedad.

Pero además hay otras cosas, hay otros privilegios. Otros privilegios que tienen que ver con que en esta Facultad se hace culto de algo muy importante, que es la libertad de cátedra. Acá no hay controles ideológicos, acá se ha respetado y además se tiene muy en cuenta el debate democrático, el sano debate democrático, espero que ustedes lo atesoren en su recuerdo y espero también que lo adopten como conducta de vida.

Por otra parte, lo cierto es que va a ser muy importante que los conocimientos que hayan integrado durante su formación y en el futuro, en la realización de sus carreras, tengan en cuenta que sirvan esos conocimientos para tender puentes y no para sembrar discordias. El Derecho aún tiene muchas promesas por dar.

Esta Facultad se siente muy orgullosa de haberlos formado como abogados, y les voy a decir algo que es muy importante. Acá no termina la cosa. Acá quizás recién empieza. Esta Facultad les ofrece a todos ustedes un gran abanico de carreras de Posgrado para que aprendan, para que se formen, para que tengan elementos más adecuados, más diestros y más modernos para poder ser eficaces abogados, para que puedan ser diestros en sus trabajos.

Más allá de todo eso, hay una cuestión personal. Yo cuando termino mis cursos en general tiendo a decir unas cosas, y hoy lo hago extensivo incluso a quienes no han pasado por mis cursos, y es que espero de todos ustedes, de todos y cada uno, que sean leales con sus consultantes, con sus clientes, porque a partir de eso tendrán la posibilidad y la expectativa de revisar sus derechos, espero que sean leales con sus colegas porque al igual que ustedes van a estar yugándola para ganar el pan y llevar algo a su casa, espero que sean leales también consigo mismos, que cuando se den cuenta que no les entusiasma el Derecho tengan la suficiente valentía por decidir hacer cualquier otra cosa, pero especialmente tengan en cuenta que hay algo que si esta en expectativa de todos, que es que ustedes puedan ser grandes realizadores de esta disciplina, que ustedes vuelvan a prestigiar y sigan prestigiando siempre al Derecho, y que también contribuyan a volver a dar confianza auténtica en la organización de justicia.

Por otra parte, como decían los ingleses cuando investían a un magistrado judicial, espero que sean buenas personas, si saben Derecho, tanto mejor.

Y, por último, para no generar tedio, les voy a decir que esperamos también otra expectativa, y profundamente la siento en mi caso, voy a recordar las palabras de un procesalista uruguayo, de Couture, que en su décimo mandamiento para los abogados decía: “el día que tengas que aconsejar a tu hijo que carrera elegir, que se dedique al Derecho”.

Muchas gracias por estar acá. Estoy deseándoles a todos, una buena carrera, una buena vida, y como dice una colega de esta Casa, la Doctora Gonzalez Nieves: “ahora salgan y demuestren que son los mejores”.

Gracias.