Discurso pronunciado por la Dra. Silvia Tanzi

Acto de colación de grado del día 28 de junio de 2013

Silvia Tanzi

Silvia Tanzi

Señora Decana, Autoridades, Profesores, Egresados, Señoras y Señores:

Ante todo quiero agradecer a la Sra. Decana de esta Casa de Altos Estudios el alto honor conferido al invitarme a pronunciar estas palabras a nuestros egresados en un día fundamental no sólo en sus vidas sino en la de todos sus seres queridos.

Hoy culminan sus estudios universitarios pero no se cierra un ciclo. Se abre una senda de compromisos:

-Compromiso a ampliar sus conocimientos a través de las Especializaciones, Maestrías y Doctorado que tan generosamente brinda nuestra Universidad.

-Compromiso a trabajar para fortalecer el estado de derecho democrático y por los derechos humanos consagrados en nuestra Carta Magna.

-Compromiso de cumplir con los mandamientos de nuestra profesión teniendo presente que, en nuestro diario trabajo, debemos afianzar la justicia con lealtad, tolerancia y capacitación continua.

El Abogado del Siglo XXI debe poner el acento en la equidad y la ecuanimidad. Los avances científicos y tecnológicos como las transformaciones sociales y culturales repercuten en la sociedad. Por eso la labor del Abogado no debe estar al margen de los cambios. Por el contrario, debe acentuar en su ejercicio profesional los valores con calidad ética y profundo respeto a la ley y al derecho de sus semejantes.

Nuestros egresados se han formado en la Facultad de Derecho más prestigiosa no sólo de nuestro país sino de Latinoamérica; por ello deben corresponderle profundizando los conocimientos adquiridos y desplegarlos en las diferentes especialidades en las que desarrollarán su labor.

La preparación integral e interdisciplinaria que han obtenido en estos años de estudio es importante que la profundicen para afrontar los cambios y las tendencias futuras.

Pero particularmente alimenten, día a día su fe en el Derecho, en la Justicia, en la Paz y sobretodo en la Libertad porque al decir de Couture sin LIBERTAD NO HAY DERECHO, NI JUSTICIA NI PAZ.

Prudencia en el obrar y en el ánimo, razonabilidad en el trabajo cotidiano, integridad espiritual y cumplimiento de los deberes asumidos constituyen una equilibrada concepción del ejercicio de la abogacía. Dante, autor de la Divina Comedia nos recuerda:”…para ser prudente se requiere una buena memoria de las cosas vistas, conocimiento de las cosas presentes y una buena previsión de las futuras…”. No lo olviden.

También en esta ocasión quiero expresar mi reconocimiento a todos los seres queridos de nuestros egresados que han acompañado en silencio, con amor y contención cada paso que dieron hasta culminar con su graduación.

Nuestra Casa está colmada de júbilo y alegría porque la obtención de un título es fruto del esfuerzo y la vocación. Hoy es un día relevante en la vida de los egresados, familiares y amigos.

Disfruten. Pero recuerden que mañana se inicia una nueva etapa en la que están comprometidos a afianzar la defensa del ordenamiento jurídico. Trabajen denodadamente para brindar a la sociedad herramientas que permitan seguir tutelando al ser humano y el ambiente con justicia y equidad.

En el tránsito del Tercer Milenio el profesional del Derecho debe tener templanza en la actuación y visión en la búsqueda de la Justicia.

Tengan presente en su espíritu las sabias palabras del recordado pensador indio, Mahatma Ghandi: “ NUESTRA RECOMPENSA SE ENCUENTRA EN EL ESFUERZO Y NO EN EL RESULTADO. UN ESFUERZO TOTAL ES UNA VICTORIA COMPLETA”.

Felicitaciones.

Muchas gracias.