Discurso pronunciado por la Dra. Patricia M. Llerena

Acto de colación de grado del día 10 de octubre de 2008

Agradezco el honor que me confiriera el Señor Decano de esta Facultad, profesor doctor Atilio Alterini y el Sr. Vicedecano profesor doctor Tulio Ortiz de compartir desde este lugar este día sumamente especial para ustedes y para todas aquellas personas que los quieren.

Hoy reciben el título que corona la finalización de sus estudios universitarios. El que se erige en mudo testigo del esfuerzo personal, de vuestras familias y amigos, de las horas sin descanso, de las alegrías por los logros conseguidos y de las angustias por los fracasos que posiblemente también vivieron o creyeron enfrentar a lo largo de la carrera. Y este testigo es una bisagra entre la vida de estudiante y el ingreso a la vida denominada profesional o de la profesión.

Aprovechen este momento, no lo vivan como un trámite más. En pocos minutos darán juramento cada uno de acuerdo con sus creencias y frente a estos mudos testigos de papel, de respeto a la Constitución Nacional. Y no es un dato menor. El juramento que brindarán los pondrá en una situación de compromiso, no sólo profesional sino como ciudadanos, ya que entiendo que en este caso concreto no se pueden escindir estos roles, para defender el Estado de Derecho, para trabajar en aras de la consolidación de la legalidad, para minimizar el descrédito de las instituciones.

Sin duda luego de los brindis y felicitaciones, pensarán en el verbo abogar. Ejérzanlo con sinceridad. Peticionen por otro con honradez intelectual. Defiendan los intereses que les sean confiados como profesionales. Promuevan la discusión franca. Respeten las diferencias.

Algunos o muchos de ustedes, estarán pensando que en definitiva a partir de hoy tienen una tarea mayor. En realidad es una labor distinta. Es la misión de devolver a la sociedad los esfuerzos que ésta ha hecho para que ustedes a su vez con sus esfuerzos personales pudieran estar viviendo hoy este momento.

Enaltezcan las paredes de la universidad pública. Ella no les cierra las puertas, por el contrario los sigue invitando a ser parte desde la docencia o la investigación, desde los cursos de perfeccionamiento, desde las jornadas, encuentros, seminarios, o conferencias que a diario se ofrecen.
Acepten la invitación, porque a través de ella esta Facultad de derecho le brindará la posibilidad de seguir creciendo en sus conocimientos, para poder superarnos en lo personal, y mejorar en consecuencia el colectivo al que pertenecemos.

Hoy señores graduados, desplegarán sus alas desde una posición distinta. Háganlo con brío, con entusiasmo, y con la seguridad de que ese mudo testigo que van a recibir y la historia que encierra, se los agradecerá.

Muchas gracias y a volar.