Discurso pronunciado por el Dr. Blas E. Noguera

Acto de colación de grado del día 9 de mayo de 2008

Señor Decano, Autoridades Universitarias, Profesores, Egresados, señoras y señores.

Agradezco la distinción que me ha brindado el Señor Decano Profesor Emérito Dr. Atilio Alterini, de despedir a una nueva camada de egresados de esta casa de estudios, y a compartir la entrega de diplomas en un día tan especial para todos.

Día de júbilo y fiesta, para cada uno de los nuevos egresados, que han entregado tanto por llegar a éste título que soñaron al comenzar sus estudios.

Atrás quedan los sacrificios que demandó la Carrera, horas de clases, lecturas de libros, intercambio de información, alegrías por exámenes aprobados o frustraciones por algún tropiezo, todo lo cual fue acompañado por familiares, amigos y compañeros, que ayudaron a aliviar este camino que emprendieron y que culmina hoy de manera exitosa.

Hoy vienen a esta sala para recibir su diploma, el cual simbólicamente expresa todas las ilusiones y esfuerzos que pusieron para ver plasmada una vocación iniciada hace varios años. Culmina una etapa muy importante en sus vidas, y comienza otra llena de posibilidades.

Tengan plena confianza de que se encuentran preparados para sortear todos los desafíos que se les planteen en vuestras actividades profesionales, recordando que sus Profesores, no solamente le dieron las herramientas técnicas, teóricas y prácticas de la Carrera, sino también lo mejor de sí en honestidad intelectual, capacidad y vocación docente, aconsejándolos y acompañándolos en todos los momentos difíciles que se presentaron, y frente a los dilemas que puedan planteárseles en el futuro profesional, no tendrán más que recordar y apelar a esos buenos consejos que seguro dejaron una huella en sus conciencias.

Ser Universitario es una condición que otorga una calidad de la que uno ya no puede desprenderse, y por aquello de que... “Partir es morir un poco”, sentimos la melancolía de las despedidas y nos embarga una dulce congoja, al egresar un pedazo de sus vidas se desprenden hoy de estos queridos ámbitos de la Universidad de Buenos Aires.

Pero dejando las melancolías, las tristezas y las lágrimas a un lado, les proponemos que persigan el triunfo en todos los terrenos, que amen al éxito aunque para ello sea necesario cambiar toda vuestra historia emocional, que todo es posible si están dispuestos a tomar sus puestos de lucha, conscientes de que esa lucha no será fácil, pero como decía el poeta... “Es fácil caminar, cuando se tiene el horizonte por meta”.

En cuanto a nosotros, Directivos y Profesores que los hemos acompañado a lo largo de la ruta, somos mujeres y hombres que tenemos conciencia de lo que fuimos y somos para ustedes, y que pondremos nuestras manos y hombros para empujar entre todos la carroza que los conduzca a la victoria.

Seremos parte de vuestra historia futura, como lo fuimos de vuestro pasado, y deseamos que todos realicen sus metas conforme a lo que para ellas tienen planeado.

Sabemos que vivir exige su cuota de sacrificio, les pedimos que no desfallezcan, que aprendan a levantarse después de una caída y que siempre lleven la vista más allá del límite de sus ojos.

Sientan en el prójimo la presencia de Dios, sepan que siempre hay alguien que reclamará su ayuda y necesitará de sus esfuerzos.

Que comprendan que nadie vive en soledad y que vivimos en una sociedad que necesita de todos, pero que de la capacidad de realización de cada uno surgirá esa suma total que seremos como país.

Queridos egresados, el futuro es de ustedes, suerte y adelante.