La teoría de las excusas (Julio Velasco)


Por Gabriela Bravo

Bueno, tenemos que ser breves porque el tiempo en televisión es tirano.
Quería hablarles de una cosa: nosotros (la Selección de Voleibol Italiana)...
nos hicimos populares porque ganamos mucho.
Y muchas veces...
nos preguntan cómo se hace para tener una mentalidad de ganador.
Y yo respondo banalmente: se obtiene ganando.
Ganando… ¿en que sentido?
En el sentido de que muchas veces se piensa que ganar…
es solamente derrotar al adversario.
Mientras que ganar, significa también superar tus propios límites.
Ésta es la primera victoria que hay que obtener.
Por ejemplo… cuando uno ya es adulto y aprende un deporte nuevo…
como puede ser el esquí,
cuando lo logra, obtiene una satisfacción como si hubiese ganado un partido.
Ganar es también resolver las dificultades.
Ésta es otra victoria que existe en la vida, como en el deporte.
Y por último está la victoria ante el adversario.
Por otra parte, nosotros vivimos en este momento…
en una sociedad que pretende asimilar toda la vida como si fuese un campeonato.
Como si el deporte se pudiese trasladar a todas las situaciones de la vida.
Ahora nos dicen: "Sea el mejor, coma tal Marca de pasta",
"Gane en la vida, use tal auto".
La vida en cambio, no es un campeonato.
Nosotros (que nos dedicamos al deporte) tenemos una tarea particularmente difícil,
sobre todo porque en el deporte no basta con hacer bien las cosas.
Nosotros debemos hacerlas mejor que los demás.
Si nosotros hacemos las cosas bien y después perdemos por una pelota,
como pasó en Barcelona (17-16 en el último set),
pocos se acuerdan si perdimos por mucho o por poco…
y está bien, el deporte es así.
Pero en la vida las cosas son diferentes,
no es que si uno hace un punto menos que otro, es un perdedor.
No hay que creer eso.
A lo que sirve el deporte en cambio, según mi opinión,
aunque todos hablen de la importancia del aspecto educativo,
pero después le tengan miedo a la competencia en la escuela…
como si la competencia de por sí, no estuviese.
Como si a los chicos no les dijesen: "Prepárate para la vida,
porque la vida es muy dura y hay que ser el mejor: estudia desde chico".
El deporte enseña, y sirve para aprender a perder además de ganar.
Sirve para aprender que para ganar hay que hacer las cosas bien,
hay que sacrificarse, hay que ser eficiente y hay que darle importancia…
a las cosas importantes y a las cosas menos importantes…
aunque el precio a pagar sea muy costoso.
Pero sirve también para aprender a perder.
El verdadero deportista sabe que no se puede ganar siempre.
La excepción es ganar siempre.
Lo normal es el alternar entre la victoria y la derrota.
Yo siempre dije que estoy muy orgulloso de la NAZIONALE…
que ganó dos mundiales, dos "Copa Europeas", etc.
Pero estoy también muy orgulloso del equipo que perdió...
en las olimpiadas de Barcelona por un motivo:
porque supieron perder.
Cuando perdimos, no dijimos que fue culpa del árbitro,
que tuvimos mala suerte,
o que la federación no nos apoyó,
o que fue culpa de tal jugador o del técnico.
Dijimos que el adversario fue más fuerte que nosotros, punto y aparte.
Nosotros construimos una mentalidad, con el equipo...
combatiendo eso que nosotros llamamos…
la cultura de las excusas, que, ¿qué es?
Es la eterna explicación de que no consigo hacer algo...
NO porque YO no quiera o pueda…
sino porque hay obstáculos que yo no puedo vencer, y no puedo modificar.
NO es que yo no gané porque no fui el mejor,
sino que circunstancias externas lo impidieron…
Había un equipo de básquet que era el “equipo de los sueños” de los americanos.
Lo dije muchas veces: “Nosotros no somos el equipo de los sueños...
somos un equipo que sueña”.
Soñamos con ganar una olimpiada y vamos a hacer todo lo posible para ganar…
y si no lo conseguimos no nos vamos a considerar perdedores.
Sabremos que fallamos al objetivo...
y que fallar no quiere decir que somos una m…
Esto es válido sobre todo para los jóvenes:
Ustedes tienen que intentar ganar todo lo que puedan.
Pero no crean en ésos que les dicen...
que el mundo se divide entre ganadores y perdedores.
El mundo, para mí, se divide entre buenas y malas personas,
ésta es la división más importante.
Luego entre las malas personas habrá, lamentablemente, ganadores…
y entre las buenas personas, claro, habrá quien pierda también.
Gracias.

Tuve la dicha de conocer a Julio allá por mis inicios voleibolísticos en el Club Ferrocarril Oeste, en el año 1982. Para ese entonces él ya había ganado tres veces la Primera División de Argentina a la cabeza del equipo masculino de vóley de ese club y ese año sería la cuarta. Claramente él ya era grande en esa época sólo que yo no pude con mi corta edad dimensionarlo. Yo recién aprendía mis primeros golpes en este maravilloso deporte.
Ahora, con varios años más de experiencia, lo admiro por ser un gran estudioso del voleibol pero principalmente un gran motivador de sus jugadores.

Aquí una pequeña reseña de sus logros, pero sin olvidar que el suyo es estar en el grupo de las buenas personas.

Como entrenador de clubes obtuvo cuatro veces la Primera División de Argentina con el Club Ferro Carril Oeste y cuatro veces la Liga italiana, tres veces la Copa de Italia y una Copa CEV al mando del Pallavolo Modena.1

Ha sido entrenador de la Selección de voleibol de Italia, con la que consiguió dos veces el Campeonato Mundial de Voleibol, tres veces el Campeonato Europeo de Voleibol, cinco veces la Liga Mundial de Voleibol y la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996.2

En diciembre de 2008, fichó como entrenador de la Selección de voleibol de España3 y tres años después fue nombrado seleccionador de Irán con la cual obtuvo los campeonatos asiáticos de 2011 y 2013. En 2014, fichó como entrenador de la Selección de voleibol de Argentina, cargo que desempeña en al actualidad.

Ha recibido el premio al mejor entrenador de la Copa Mundial de Voleibol de 1989 y de 1995, del Campeonato Mundial de Voleibol Masculino de 1990, de la Copa de Grandes Campeones de 1993 y del Mundial Top Four de 1994, así como la nominación por la FIVB a mejor entrenador del siglo XX. Por su trayectoria recibió el Premio Konex como Director Técnico en el año 2000. En 2003 ha sido introducido en la Volleyball Hall of Fame.5.