Jardín Maternal

Jardin MaternalEl Jardín Maternal de la Facultad de Derecho recibe a niñas y niños de cuarenta y cinco días a tres años de edad: hijas e hijos de empleados de la Facultad, de docentes y estudiantes, y a sus madres, padres, familiares de crianza. Las vacantes son anuales y se asignan con un mínimo de asistencia de tres veces por semana.

Desarrollamos un Proyecto Institucional que involucra el trabajo con las niñas y niños y sus madres y padres. La tarea está orientada al acompañamiento de la crianza en un marco de contención y creatividad, respetuoso de las necesidades y posibilidades de las niñas y niños pequeños, y a la vez estimulante del desarrollo de sus aprendizajes.

Todo el personal a cargo de las niñas y niños es personal docente de Educación Inicial, que con la coordinación de la Dirección del Jardín realiza una tarea de formación específica permanente en el área.

También desarrollamos distintas investigaciones orientadas a profundizar sobre las problemáticas que involucran los procesos de crianza compartida entre las familias y las instituciones educativas. Ponemos atención en los procesos de transición afectiva y cultural, cuidando el desarrollo emocional, el aprendizaje, los vínculos entre las madres y padres y la Institución, sobre todo en aquellos aspectos de las funciones materna y paterna que se delegan. La crianza es una práctica social que necesita mucho pensamiento, escucha y amor; y vivimos tiempos difíciles, en los que no es fácil encontrar el tiempo, la creatividad y el sosiego para ejercer de ese modo el sostén de las primeras infancias. Por eso, creemos tan necesario crear espacios de encuentro y conversación con las familias, disponernos juntos al acompañamiento.

La propuesta pedagógica de nuestro jardín maternal está atravesada por la experiencia artística. Llevamos adelante un Programa de Arte que prioriza el juego, la expresión, la palabra, la exploración y la creación como modos de acción de la infancia. Cuidamos el desarrollo corporal, favorecemos la libertad de movimiento como un modo de aprehender el espacio y la conquista de las nuevas posturas y desplazamientos. Este modo de pensar la corporalidad estimula la propia iniciativa, el deseo de búsqueda, la aventura de construir relaciones con los otros, con autonomía; también profundiza la conciencia del sí mismo, por eso podemos decir que la corporalidad está fuertemente arraigada al desarrollo psíquico.

Con la intención de hacer públicas las situaciones que ofrecemos a nuestra comunidad, desde el año 2007 ofrecemos Conciertos para niños, abiertos a toda la comunidad de la ciudad. Han pasado por el auditorio de la Facultad Mariana Baggio y su grupo, Los Musiqueros, El Dúo Karma, el conjunto Pro Música de Rosario, Magdalena Fleitas y la Gran Banda, Rita del Prado, el Dúo Lalá canciones. También realizamos dos Ferias de libros para niñas y niños por año; el patio cubierto del jardín se transforma en un gran banquete con más de 3.000 títulos de la mejor literatura latinoamericana y europea. Madres, padres, abuelos, maestros, amigos, niñas y niños del jardín y de toda la comunidad disfrutan de la oportunidad de lectura y van eligiendo los libros preferidos para sus propias bibliotecas.

La educación de bebés, niñas y niños muy pequeños no es aun en nuestra sociedad un tema que goce de la relevancia que merece. En este sentido, el Jardín Maternal de la Facultad se propone una tarea de investigación, de difusión, y un compromiso de cambio frente a ciertas pautas de la educación temprana que no siempre perciben al niño, a su madre o a su padre en sus fragilidades, en sus necesidades, en sus capacidades, ilusiones y derechos.

No es fácil ser niña o niño en una sociedad cada vez más vertiginosa; no es fácil ser padre o madre en un mundo que ha mutado hacia formas de vinculación cada vez más efímeras. Las pautas de interacción de la primera infancia, es decir los modos en que nos vinculamos con los bebés y niñas y niños pequeños, la disponibilidad que les brindamos, la escucha, el juego compartido, la mirada conjunta, constituyen matrices para el desarrollo de sus modos de ser, de aprender, de comunicarse, de vivir. Por eso ponemos especial atención en la calidad de los vínculos que ofrecemos. Trabajamos con un número reducido de niñas y niños por adulto, cuidamos las relaciones grupales entre ellos, tratamos de sostener situaciones de intimidad con cada una/o a lo largo del día.

Las niñas y los niños necesitan para sobrevivir mucho más que la leche materna. Baño de palabras, caricias, arrullos, un tiempo y un espacio abiertos a sus gestos espontáneos. Por eso, intentamos ofrecer mucho más que buenos alimentos, o alimentar algo más que el cuerpo. Aprender a pensar es un proceso que nace de las interacciones vinculares más básicas; el que cuida (madre, padre, maestra/o) es a la vez andamio de la afectividad y del pensamiento. Por eso hacemos de la ternura (hacia chicos y grandes) un material de trabajo cotidiano.

 

María Emilia López y Laura Soto
Dirección del Jardín Maternal