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Año XXI - Edición 385 22 de diciembre de 2022

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Violencia sexual durante la dictadura: del silencio a la condena

  • Notas

El 23 de noviembre pasado, se realizó el encuentro "Violencia sexual durante la dictadura: del silencio a la condena" organizado por el Seminario de Géneros del Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales A. L. Gioja de la Facultad de Derecho. Los comentarios estuvieron a cargo de: Daiana Fusca (Abogada UBA, Magister en Derechos Humanos por la Universidad Nacional de Lanús, integrante de Doctrina Penal Feminista); Valeria Thus (Abogada, Magíster en Derecho Internacional de los Derechos Humanos y Doctora en Derecho por la Universidad de Buenos Aires, Directora del Programa Género y Derecho de la Facultad de Derecho); Deborah González (Abogado UBA y becaria doctoral UBACyT) y Alejandra Olave Albertini (Abogada y Magíster en derecho público por la Universidad de Chile, y becaria doctoral CONICET). Brindó su aporte Ana Correa (Abogada UBA, Magister en Relaciones Internacionales -FLACSO, Universidad de Barcelona-, Especialista en Comunicación y Opinión Pública -FLACSO-, co-fundadoras de Ni Una Menos).

Primeramente, Ana Correa planteó el origen del proyecto: “El artículo se genera en un seminario organizado por la Defensoría General de la Nación en donde por primera vez se propuso como capacitación realizar una investigación. En este contexto, me plantee analizar el fallo Martel”. De esta manera, caracterizó al mismo como la primera causa en donde se considera a la violencia sexual como delito autónomo y de lesa humanidad: “Es la primera sentencia en donde la Corte habla con perspectiva de género en los casos de violencia sexual”. Sin embargo, criticó: “No aparece ninguna mujer mencionada, ya sea ni víctimas, ni antecedentes. Hablar de la violencia sexual durante la dictadura sin incluir a las mujeres y a la comunidad LGBT es violento”. En contraposición, destacó como ventaja del proceso de investigación: “Me encontré con muchos trabajos académicos que venían haciendo muchísimas feministas e investigadoras. Es muy difícil hablar cuando uno está en situación de vulnerabilidad”.

A continuación, Valeria Thus añadió: “Celebro que llevemos adelante esta actividad con esta temática que posee múltiples dimensiones. Desde lo jurídico, se hace una mirada crítica de un ensayo de la Corte lo cual resulta interesante. Si bien el fallo puede ser una bisagra, comparto la mirada de Ana. A través de Ni Una Menos hay un cambio en el relato y en el modo de comprender las situaciones”.

Luego, Daiana Fusca remarcó: “Hay una neutralidad en los fallos de la Corte ya que se abstraen los conflictos jurídicos, y se dejan de lado las historias y las problemáticas de las investigaciones e historias de vida de las personas. El relato de Ana trae humanidad a la sentencia”. Por otra parte, citó al fallo Sanelli, Juan Marcelo s/ abuso sexual en el cual la Corte analiza los estándares y la normativa internacional en relación a las violencias sexuales.

A su turno, Deborah González relacionó la temática con la película “Argentina, 1985”: “A pesar de la magnitud y la constancia de estos relatos, los delitos no fueron tomados en cuenta de forma previa al año 2010 (...) se pone en cuestionamiento la práctica sistemática de violencia sexual durante la dictadura. A 16 años de la apertura de los juicios de lesa humanidad, tenemos más de 250 sentencias en las cuales el 15% comprenden sentencias de delitos sexuales” y añadió “es necesario hacer justicia en cada caso individual, pero más aún visibilizar el patrón estructural. Los compromisos internacionales, CEDAW y Belém do Pará, traen la obligatoriedad de abordar cada caso con perspectiva de género”.

De modo concluyente, Alejandra Olave Albertini entendió: “El terror estatal se presenta como una forma de violencia sistemática generalizada contra mujeres en la violencia sexual. Esto se ve claramente en la forma en que Ana aborda el fallo Martel. Pensar que el camino propio de la verdad y justicia es únicamente el camino jurídico es una muestra de ceguera e hipocresía. Las instituciones deben descansar sobre un proceso histórico de quiebre con el pasado”.