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Año XVII - Edición 302 17 de mayo de 2018

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Una nueva lectura de los clásicos: pena, tortura y otras prácticas penales

  • Notas

El pasado 2 de mayo se realizó un nuevo encuentro del seminario intercátedras “Una nueva lectura de los clásicos: pena, tortura y otras prácticas penales”, organizado por las cátedras de los profesores Mario Villar y Gustavo E. L. Garibaldi y dirigido por el profesor Diego Zysman Quirós. La iniciativa cuenta con el apoyo institucional del Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad.

En esta oportunidad, se realizó una lectura y debate sobre Kant, a cargo de Edgardo Donna. En particular, el orador se enfocó en la relación entre la obra de Kant La metafísica de las costumbres y el texto de Kant La antropología. “Cuando Kant habla de metafísica de la costumbre, la palabra ‘metafísica’ se debe interpretar como sistema que surge de la razón y ‘costumbres’ sería sistema de la razón de la ética que comprende al derecho”, introdujo. Remarcó que siempre se ha leído a Kant, y también a Hegel, de segunda o de tercera mano y nunca desde el original y que las traducciones tanto de Kant como de Hegel no son de lo mejor que se ha hecho en América Latina.

Acto seguido, leyó una frase de Kant en la introducción a La metafísica de las costumbres: “Una metafísica de las costumbres no puede fundamentarse sobre la antropología pero puede aplicarse a ella” y agregó que este es el tema clave que utilizó Kant en ese libro. Señaló también que esta obra se divide en dos partes: los principios metafísicos de la doctrina del derecho y los principios metafísicos de la doctrina de la virtud.

Luego señaló que Kant sostiene que la razón es de todo ser humano. En el texto La antropología manifiesta que: “El hecho de que el hombre pueda tener en su representación el yo realza infinitamente por encima de todos los demás seres que viven sobre la tierra. Gracias a ello el hombre es persona”. Por otro lado, expuso Donna, “en La metafísica de las costumbres va a decir que esta persona cuando entra en el Estado es un ciudadano y la esencia del ciudadano, dice Kant, es el voto y la división de poderes”.