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Año XVIII - Edición 318 25 de abril de 2019

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Transmisión en vivo de la conferencia de Angela Davis

  • Notas

En la Sala de Audiencias, el pasado 22 de marzo se realizó la transmisión en vivo de la conferencia de Angela Davis. En este marco, brindaron una serie de comentarios Claudia Cesaroni (abogada e integrante del Centro de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos, CEPOC), Ana Clara Piechestein (abogada, profesora de Criminología Feminista e integrante de Limando Rejas y de la Red de Profesoras de la Facultad) y Paula Casal (profesora adjunta de la materia "Géneros y sistema penal. El disciplinamiento de los cuerpos en la cultura del castigo").

El encuentro lo organizaron en conjunto el Departamento de Derecho Penal y Criminología y la Red de Profesoras de la Facultad.

En primer término, Paula Casal se refirió a la asignatura “Géneros y sistema penal. El disciplinamiento de los cuerpos en la cultura del castigo”. En este marco, contó que tomaron el libro Mujeres, raza y clase, de Angela Davis para abordarlo en la materia. “Ahora la materia se llama distinto pero sigue tratando géneros y sistema penal. Es decir, cómo la configuración de nuestros cuerpos y de nuestras subjetividades se encuentra atravesada por toda la lógica de sistema punitivo, teniendo como eje centralmente el castigo estatal”, explicó.

Por otro lado, sostuvo que “todos los discursos o los análisis que parten desde la biopolítica, que los distintos autores ensayaron en el siglo XX, se encuentran interpelados por el feminismo y por los distintos movimientos que parten desde la subjetividad”. En este sentido, puntualizó que “Angela Davis aborda desde una mirada interseccional distintas luchas que es la misma lucha; desde su historia de vida y su propia praxis habla de un conjunto de reivindicaciones desde un mismo único lugar”.

Por su parte, Claudia Cesaroni recordó que Angela Davis “en el desarrollo de su vida militante cae presa por una causa armada. Se la acusa de haber participado en un hecho que terminó con la muerte de un juez”. Y agregó que “estuvo aproximadamente dieciocho meses presa y finalmente en el juicio fue declarada inocente. En ese tiempo que estuvo presa le hizo darse cuenta sobre esto que llamamos el color de la cárcel que es inversamente proporcional al color de quienes mandan en la cárcel”. Asimismo, puntualizó que “esa cárcel que ella conoció, llena de sus hermanos, compañeros y vecinos, hizo que empezara a preguntarse por el sentido de la cárcel y entonces acá aparece la otra Angela que es la Angela abolicionista”. Luego Cesaroni propuso mirar lo que tenemos en Argentina a la luz de lo que Davis plantea. En este sentido, expuso que realizó una búsqueda y advirtió que “hubo un aumento del 41% en el 2016 en la población penitenciaria y que la cantidad de presos cada 100.000 era de 175. En 2017 ese número ascendió a 209 cada 100.000. El número ascendió de 75.000 a 85.000 casi 9.000 presos en un año”.

A continuación, Ana Clara Piechestein puso de manifiesto la importancia de “poder pensar todas las luchas de Angela como formas de pensar la interseccionalidad que es este aporte tan relevante y tan trascendente para los feminismos y en general la teoría política que nos da Angela en sus textos, sobre todo en Mujeres, raza y clase”. Además resaltó que Davis “nos llama a pensar al feminismo como esa forma de integrar todas las luchas, de integrar a todas aquellas personas que quieran formar parte y, sobre todo, de constituir al feminismo como herramienta contra la opresión en general, no solo la opresión de género sino también contra los fascismos y racismos”. Hacia el final, leyó su relato El día que (no) conocí a Angela Davis.