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Año III - Edición 59 18 de noviembre de 2004

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Transgénicos, Economía, Medio Ambiente y Derecho

  • Notas

El 21 de octubre pasado tuvo lugar en el Salón Auditórium la Jornada de Actualización Transgénicos, Economía, Medio Ambiente y Derecho, organizada por la Cátedra de Análisis Económico y Financiero, comisión a cargo de Néstor Saruba, y la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Buenos Aires. A su vez, contó con la adhesión de la Secretaría de Agricultura de la Nación. Disertaron Esteban Hopp (Instituto de Biotecnología del INTA y Prof. de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA), Emiliano Ezcurra (Coordinador General de Greenpeace de Argentina) y  Juan Rodrigo Walsh (Consultor de la Fundación Vida Silvestre).

En primer lugar, Esteban Hopp explicó que la biotecnología es la técnica que trabaja con organismos vivos. En ese sentido, remarcó que desde hace mucho tiempo se manipulan genes en la agricultura creando nuevas especies. En la actualidad la diferencia deriva de que contamos con la ciencia y el descubrimiento del ADN. Recalcó que en el área de medicamentos se suscitan las mayores polémicas y sostuvo que el público en general rechaza las innovaciones tecnológicas muchas veces por percepciones prejuiciosas.  Reconoció que esta situación tampoco se ve favorecida con la dificultad para poder facilitar la comprensión de la información técnica y por que la arraigada idea, no siempre cierta, que lo natural es mejor a lo artificial. Explicó que en la Argentina se logró proteger a las plantas contra los insectos evitando la utilización de insecticidas en el medio. En nuestro país se aceptaron transgénicos en la soja, el maíz y el algodón para hacerlos resistentes a insecticidas y herbicidas. Además, señaló las posibilidades de lograr 2 siembras anuales, reducciones de costos, aumento del empleo, y reducción de la erosión del suelo. Finalmente, mencionó que nuestro país tiene una de las regulaciones más viejas y respetadas en materia de transgénicos.

A continuación, Emiliano Ezcurra se preguntó por qué los comercializadores de productos se preocupan tanto por publicitar que no utilizan transgénicos, cargando así contra el argumento en cuanto al mayor o menor prejuicio de la población. Igualmente, se mostró de acuerdo con los aspectos positivos de la aplicación tecnológica pero insistió sobre la necesidad de enfatizar las consecuencias negativas. Asimismo, se quejó de la poca importancia que se le da al campo en las discusiones políticas. Recalcó que hoy en día quizá los que mejores efectos regulatorios puedan producir son los acuerdos bilaterales entre los países, como por ejemplo el Protocolo de Cartagena. Por otra parte, aprovechó la oportunidad para alertar sobre el descuido que esta afectando los recursos de nuestro suelo y sobre las falencias en cuanto a ordenamiento territorial y coincidió en la buena regulación del marco regulatorio argentino, pero criticó la falta de imposición de sanciones.

Finalmente, Juan Rodrigo Walsh expresó que hoy el aumento mundial de demanda de alimento, especialmente de oleaginosas, es una realidad. En este sentido, sostuvo que la discusión debe ser más amplia y versar sobre cómo lograr un desarrollo sustentable, atento al crecimiento de la producción. Destacó que el nuevo marco jurídico del articulo 41 de la Constitución implantó el concepto de recomposición del daño ambiental, pero lamentablemente todavía no está totalmente resuelto el límite hasta el que puede intervenir la provincia en sus recursos y hasta dónde puede hacerlo la Nación. De todos modos, aclaró que la Constitución le impone al Estado el deber de establecer presupuestos mínimos para la protección ambiental.