¡Seguinos!

Año XII - Edición 213 20 de junio de 2013

Buscar

Seminario sobre Justicia y Democracia

  • Notas

Un nuevo encuentro del seminario sobre justicia y democracia tuvo lugar en la Facultad el 17 de mayo pasado. En esta ocasión, las exposiciones estuvieron a cargo de los Dres. Mario Serrafero y Alberto Dalla Via, quienes disertaron sobre Justicia y Política”.

El Dr. Mario Serrafero fue el primero en hacer uso de la palabra citando a Montesquieu: “No hay libertad si el poder de juzgar no está bien deslindado del Poder Legislativo y del Poder Ejecutivo”. De acuerdo con los principios de Bangalore, los valores que deben guiar la conducta del juez son: independencia, imparcialidad, integridad, corrección, igualdad competencia y diligencia. “Si no hay independencia, no hay principio de legalidad y no hay ningún otro principio que pueda ser aplicado”, concluyó Serrafero.

Según el expositor, la relación entre el juez y la política puede verse al menos desde tres puntos de vista distintos. La primera tensión surge de las cuestiones políticas no judiciables ya que los jueces se han metido cada vez más en cuestiones que antes eran consideradas vedadas a su competencia. Otra manera de vinculación con la política es la propia actividad de los jueces en su tarea de interpretación de la ley, quienes tienen que determinar sobre los valores del orden constitucional y del orden jurídico-político. El otro punto en cuestión es la implicancia de los jueces en las disputas políticas (judicialización de la política). “Esto es inevitable y se acrecienta cuando estamos ante un régimen político donde los actores políticos tienen relaciones más de conflicto que de cooperación”, agregó Serrafero. La contracara de esta cuestión es la politización de la justicia, lo cual se relaciona con la designación de los jueces, cuánto dura su mandato y cómo se los remueve.

Seguidamente, explicó que “según sea el régimen político, va a ser la justicia, y si hablamos de régimen político democrático, según sea el tipo de régimen democrático va a ser la justicia”. Serrafero distinguió dos grupos de democracia: la democracia republicana, que se caracteriza por la participación, la representación, el gobierno de la mayoría pero el respeto de la minoría; el otro es el de las democracias ejecutivistas o de fuerte predominio ejecutivo. En el primer modelo, la justicia es un poder del Estado con independencia; en la democracia ejecutivista la estructura institucional y la dinámica política tienen que asegurar el predominio del presidente, siendo la justicia un órgano subordinado.

Seguidamente, el Dr. Alberto R. Dalla Via afirmó que “en nuestro sistema, el Poder Judicial es un poder del Estado; no es solamente administración de justicia, ni mucho menos, servicio de justicia”. En ese sentido, especificó que el modelo europeo, en cambio, parte de la idea de la primacía de la ley y de la voluntad general por lo que el sistema judicial no es un poder, sino que es parte de la administración; por eso, es común que existan Consejos de la Magistratura que se encarguen de dicha tarea. Retomando las teorías de Kelsen, los tribunales no eran de justicia, sino que debían encargarse sólo de la interpretación constitucional de las leyes, lo cual, lógicamente, nunca pudo llevarse a la práctica.

De acuerdo con el expositor, un aspecto esencial de esta tensión entre justicia y política es la forma en que los jueces toman sus decisiones y resuelven los casos, lo cual trae aparejado diferentes debates que tienen que ver con la judicialización de la política y la politización de la justicia. La Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos estableció a través de su jurisprudencia las Political Questions, entendiendo que había temas que por ser políticos debían estar fuera del alcance de los jueces, por ejemplo, una declaración de guerra. En la Argentina, esta doctrina tuvo gran extensión pero “cada vez que se restringió la intervención del Poder Judicial en esos temas, las libertades fundamentales decrecieron y el Poder Judicial disminuyó”. Según Dalla Via, la clave se encuentra en la forma en que se toman las decisiones: no por el rótulo de la cuestión política, de manera arbitraria, sino siguiendo la lógica de los antecedentes. Para concluir, el expositor opinó que esta tendencia de una intervención de la justicia en las cuestiones políticas no se da sólo en Argentina, sino en todo el mundo.

“En nuestro sistema, el Poder Judicial es un poder del Estado; no es solamente administración de justicia, ni mucho menos, servicio de justicia”, afirmó el Dr. Alberto Dalla Via.