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Año XXI - Edición 385 22 de diciembre de 2022

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Migraciones y pandemia

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El pasado 10 de noviembre, la diplomatura a distancia en Migrantes y protección de refugiados organizó esta conferencia virtual a cargo de Ezequiel Texidó, licenciado en Sociología, Magíster en Políticas de Migraciones Internacionales de la UBA y Doctor en Sociología de la Pontificia Universidad Católica Argentina. La presentación estuvo a cargo de Adriana Alfonso,Coordinadora académica de la diplomatura en "Migrantes y protección de refugiados" y Magíster en políticas Migratorias Internacionales. Por su parte, Diana G. Español intervino en la coordinación general y Carolina Mantiñan y Clara Marquez Pita participaron en la coordinación administrativa.

Primeramente, Adriana Alfonso brindó las palabras de inauguración: “El tema del COVID-19 ha generado una situación inédita en todo el mundo y en nuestra región se ha potenciado a partir del movimiento de ciudadanos venezolanos. En consecuencia, se produjeron una serie de modificaciones y de tomas de medidas en las fronteras”.

A su turno, Ezequiel Texidó planteó como punto de partida: “La pandemia no se trató únicamente de una crisis sanitaria, sino que se trató de una crisis profunda de tipo social que cubrió además la cuestión socioeconómica y aspectos de protección de las poblaciones. La población migrante fue uno de los grupos más afectados por las medidas adoptadas”. De esta manera, puntualizó en el impacto en las migraciones: “Se da principalmente por la restricción en la movilidad tanto internacional como nacional, en algunos estados, de las personas. Las fronteras fueron objeto de constantes cambios y regulaciones”. En la misma línea, citó como problemáticas migratorias ocasionadas como consecuencia de la pandemia: los extranjeros varados, comprendiendo tanto migrantes como otras personas en movilidad, los efectos económicos, la regularización de la población migrante, la migración irregular y la estigmatización y el prejuicio hacia dicho grupo. Por otra parte, destacó que los migrantes constituyen una fuente de innovación y contribuyen mediante el pago de impuestos al consumo y al trabajo.

Seguidamente, en lo que concierne a las políticas adoptadas por los Estados con la finalidad de mitigar y dar respuesta a la problemática, dijo: “El mecanismo de coordinación entre los Estados fue algo muy efectivo y destacable para repatriar a las personas varadas. Se tomaron medidas contra la discriminación y la xenofobia, se estableció en América del Sur el corredor humanitario, se flexibilizaron los requisitos para el acceso a puestos calificados en el sector salud, entre otras”. Sin embargo, reconoció: “Los Estados no fueron los únicos actores que intervinieron ya que la sociedad civil, a través de sus organizaciones, también cumplió un rol fundamental en la asistencia de la población migrante”.

Para finalizar, afirmó: “La pandemia ha venido a profundizar un conjunto de desigualdades sociales y ha potenciado situaciones de vulnerabilidad. No sabemos si en un futuro nos encontraremos con situaciones parecidas, pero lo que sí es indispensable es trabajar sobre los sistemas de salud pública e incorporar las necesidades sanitarias de los migrantes y las políticas de atención sanitaria, tanto a nivel nacional como local, de manera equitativa y no discriminatoria”. Posteriormente, sumó: “La cooperación internacional es imprescindible para abordar los flujos migratorios a nivel internacional. El Pacto Mundial para la Migración adoptado en el ámbito de las Naciones Unidas debe seguir orientando a los Estados y a las sociedades”.

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