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Año XVII - Edición 309 20 de septiembre de 2018

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La Reforma Universitaria, ayer y hoy

  • Notas

El pasado 8 de agosto en el SUM del Instituto Gioja tuvo lugar un nuevo encuentro del ciclo "La Reforma Universitaria, ayer y hoy", que coordina Tulio Ortiz. En esta oportunidad, expuso Carlos Alberto Villalba, fundador del Movimiento Humanista, creado en el 1950.

En primer lugar, destacó la importancia de los homenajes que se vienen realizando con motivo del centenario de la declaración liminar de la reforma en 1918 en la ciudad de Córdoba.

Luego, sostuvo que “la reforma universitaria fue una protesta contra una cultura cerrada y excluyente. Pero al mismo tiempo, una propuesta de revisión permanente. (…) Fue un grito de protesta a demoler las trabas culturales que estaban en pugna con el pensamiento de los protagonistas”. Y agregó que “estaba en su accionar la propuesta de una renovación que obligaba a su protagonistas a no sustituir a una clase social o a una camarilla por otra”.

En ese sentido, planteó la necesidad de repensar la reforma para “ver a la universidad y el mundo acorde a los nuevos tiempos”.


El pasado 22 de agosto en el SUM del Instituto Gioja se llevó un nuevo encuentro del ciclo, en cuyo marco disertó Alberto Gabrielli. Para comenzar, el orador recordó que la Argentina estuvo dividida institucionalmente entre 1946 y 1955. Durante esa época la Facultad de Derecho era un ámbito extremadamente discreto, no había movimientos. Contó, en este marco, que a partir de 1955, la Facultad explota con el Movimiento Universitario Reformista, la Agrupación Reformista de Derecho y Movimiento Humanista de Derecho, del cual el expositor fue fundador. “Vivíamos con más intensidad la política que el estudio”, manifestó.

Seguidamente, brindó anécdotas testimoniales de lo que fue la Facultad a partir de 1955 hasta 1960 cuando el invitado se egresó.

“En la política de ese momento el protagonismo nacional en Argentina estaba dado por la Unión Cívica Radical y en la Facultad los reformistas eran radicales. La democracia cristiana era un pequeño partido político”, recordó.