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Año XIII - Edición 233 10 de julio de 2014

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La mediación y los abogados

  • Notas

El pasado 18 de junio se realizó un taller sobre “La mediación y los abogados”, el cual versó sobre el rol del abogado en la preparación de su cliente e importancia de su intervención en el desarrollo del proceso. El taller estuvo a cargo de Diana Eilbaum, profesora de “Métodos alternativos para el abordaje de conflictos” de la UBA, y Alejandro Arauz Castex, especialista en Derecho Civil y mediador.

En primer lugar, Gladys Álvarez, directora del Programa de Actualización en Negociación y Resolución de Conflictos (UBA), hizo referencia a un cambio en el modelo en la justicia, el cual no se refiere solamente a una modificación en el sector de los jueces, sino también al cambio en los abogados. “Así como hoy hablamos de un nuevo modelo de juez también hablamos de un nuevo modelo de abogados, que convive con el viejo, pero que tiene cosas que son incompatibles, debido a que hoy los valores y la sociedad son distintos”, manifestó. De esta manera, explicó que un abogado que quiera ser primero en su profesión tiene que saber lo último en el arte, es decir, tener conocimientos, y además tiene que privilegiar el interés del cliente antes que el interés propio. “El abogado tiene que establecer con el cliente no solo una relación profesional sino una relación humana que le permita conocer cuáles son sus intereses, sus necesidades y cuál es la mejor forma de ayudarlo a resolver el conflicto de la mejor manera posible”, opinó. De este modo, entendió que para el cliente la mejor manera posible de resolver un conflicto es generalmente la más rápida, la menos costosa, la que no vuelve a producir de nuevo el conflicto y, asimismo, la que satisfaga a ambas partes. Adicionalmente, sostuvo que, aparte de privilegiar los intereses del cliente, el abogado tiene que prestar servicios a la comunidad, es decir, al menos dos veces al año tiene que prestar servicio gratuito a la comunidad. “No podemos pensar el sistema de justicia aislado de la sociedad, porque son los que requieren los servicios, entonces también tenemos que ser un nexo entre lo que es mi experiencia como abogado y el servicio que debo prestar a la sociedad”, concluyó.

A su turno, Diana Eilbaum recordó que la materia “Métodos alternativos de resolución de conflictos” está puesta estratégicamente al final de la carrera y lo que se busca es que los alumnos vean que detrás de los conflictos están las personas y que no alcanza solo con la ley. “Ya tienen toda la información, pero ahora incorporan al sistema a las personas, que son las que padecen los conflictos. Lo que nosotros intentamos desde la materia es formar abogados que deben tener todos los conocimiento, pero también las habilidades para poder acompañar a sus clientes a una negociación”, evocó.

Por último, Alejandro Arauz Castex expresó que uno de los presupuestos para que los métodos alternativos puedan funcionar bien es tener un poder judicial con gran eficiencia. “Nadie firmaría un acuerdo si detrás de la firma de ese acuerdo no lo pudiera hacer cumplir judicialmente. Es falsa la idea de que los métodos alternativos funcionan ante el déficit del Poder Judicial”, señaló. Para finalizar, reseñó que cuanto mejor sea el Poder Judicial mejor va a ser la eficacia de celebrar acuerdos, debido a que se podrán hacer cumplir debidamente.

“El abogado tiene que establecer con el cliente no solo una relación profesional, sino una relación humana que le permita conocer cuáles son sus intereses, sus necesidades y cuál es la mejor forma de ayudarlo a resolver el conflicto de la mejor manera posible”, opinó Gladys Alvarez.