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Año XX - Edición 362 23 de septiembre de 2021

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Aspectos históricos jurídicos y políticos de la cuestión Malvinas

  • Notas

El 6 de septiembre de 2021, el Departamento de Derecho Público II organizó la sexta conferencia "Malvinas, Atlántico Sur y Antártida. Reflejos de una controversia de soberanía en el siglo XXI" que analizó los aspectos históricos, jurídicos y políticos de la cuestión Malvinas.

La apertura estuvo a cargo de la coordinadora del ciclo, la profesora Lilian del Castillo. Expusieron Enrique Mussel, abogado, diplomático (R), profesor de Derecho Internacional Público (UBA, UCA) y José Luis Fernández Valoni, coordinador del Consejo Consultivo sobre Temas Vinculados al Atlántico Sur, Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto.

Enrique Mussel recordó que en el siglo XVIII el derecho internacional era regido por los Tratados de Utrecht. “Pusieron fin a la Guerra de Sucesión española y termina con un Borbón en Madrid, nieto de Luis XIV que todavía gobierna en Francia. Inglaterra -después de esos catorce años de guerra por la sucesión al trono de España- negocia tratados en Utrecht para que España no caiga en manos de Francia. Y se establecen cláusulas en los tratados de Utrecht por las cuales España no puede ceder territorios de su imperio a ninguna nación”, planteó.

Luego se refirió a la Guerra de los Siete Años y comentó que Francia pierde todas las posesiones como resultado de ese conflicto. “Un francés inteligente y navegante también, un capitán de navío, Bougainville, le dice a su rey Luis XV: ‘Hay unas islas que no son de nadie en el Atlántico Sur. Tenemos que tomarlas. Francia no puede no tener colonias porque si no tiene colonias, no tiene navíos, no tiene barcos, no puede hacer la guerra a Inglaterra’. Y fundó Puerto Luis en Malvinas en enero de 1764”, explicó y añadió que “los ingleses salen el mismo año pero llegan en diciembre a reconocer las Malvinas. Y en 1765 los ingleses fundan Puerto Egmont”.

Seguidamente, señaló que “cuando el Rey de España se entera que su primo Luis XV de Francia, y en su nombre, han tomado posesión de su situación en la Malvinas se queja. Y el borbón de Francia pide disculpas y devuelve todo a España y le dice al rey Carlos III: te devolvemos todo, pero Bougainville gastó mucho dinero. Y España le paga lo que gastó en levantar esas pocas casas, esos galpones”. Estas circunstancias coinciden con la situación subrepticia de los ingleses, que están en una pequeña isla del archipiélago de Malvinas, pero no es una posesión reconocida. “Nadie aquí se había dado cuenta, pero el embajador de Su Majestad Católica ante Su Majestad británica, el príncipe de Masserano informa a Madrid y les dice ‘en el Ministerio me dicen que no están haciendo nada en el Atlántico Sur, pero a mí me parece que me están mintiendo. Tengo informes de que se han establecido en algún lugar de América del Sur. Hay que ordenar al gobernador de Buenos Aires que revise las Malvinas, el Estrecho de Magallanes y la isla de Tierra del Fuego’”, indicó.

El expositor expresó que así lo hizo el gobernador de Buenos Aires. “Llegan a Puerto Egmont e intiman a los ingleses a que se vayan porque eso es de su majestad católica. Pero los ingleses no se van apenas reciben la intimación. Pero el capitán Madariaga, ese era el nombre del capitán español, prepara sus cañones y lanza por encima del fuerte que habían hecho los ingleses. Con eso los ingleses consideraron que ya habían salvado su honor y que podían rendirse. Se rinden los ingleses y Madariaga vuelve y se dirige directamente a Madrid. (...). El mismo día sale un despacho para Francia y para Londres diciendo que su Majestad Católica se ha enterado de que ha habido un atropello a la bandera inglesa en el Atlántico Sur, que no quiere ir a la guerra y que quiere arreglarlo diplomáticamente”, aseguró.

Esta negociación se lleva adelante por varios meses. “Los ingleses están apurados por firmar y el príncipe Masserano consigue que acepten su declaración, que es disculparse o hacer saber que su rey lamenta la fuerza usada contra la bandera de Su Majestad británica. Los ingleses aceptan las excusas recibidas y además adelantan que todo queda terminado si le devuelven Puerto Egmont, pero no hacen ninguna reserva de soberanía”, explicó y añadió que “en cambio, el príncipe de Masserano dijo que va a hacer esa devolución pero que esta devolución de Puerto Egmont no puede, ni debe afectar la cuestión del derecho previo de soberanía sobre las Islas Malvinas”. Para finalizar, enfatizó que “todo el ambiente jurídico internacional considera que esto cierra el caso. Y que España quedó con la soberanía de las Malvinas. Y esto es así hasta que los ingleses irrumpen en el año 1833”.

A su turno, José Luis Fernández Valona señaló que “al momento de la Revolución de Mayo, las Islas Malvinas, que han sido objeto de disputas entre España, Francia y Gran Bretaña en el siglo XVIII, se encontraba bajo el pleno ejercicio de soberanía por parte de las autoridades españolas, con una posesión exclusiva, efectiva, ininterrumpida y no contestada por Gran Bretaña ni por ninguna otra potencia extranjera, con la larga lista de embajadores que estaban presentes en las islas”. Y agregó que “cuando llega el momento de la Revolución de Mayo estos incuestionables derechos de soberanía que tenía España sobre Malvinas pasaron por aplicación de una sucesión de Estados sobre territorio, y por su corolario, el principio de uti possidetis a la Argentina”.

Según el principio uti possidetis los nuevos estados surgidos de un proceso de independencia mantienen la extensión territorial y las fronteras existentes al momento de su nacimiento como estado independiente. Señaló que este principio poseía un doble componente: “Uno es una fase más central regional, en el cual el énfasis era en el alcance territorial de las nuevas entidades, que debía coincidir con los límites administrativos de las entidades coloniales del antiguo imperio español o portugués para definir cuáles serán los límites y las fronteras de los nuevos estados. Y por otro lado, una fase externa, que era más bien para impedir que potencias extranjeras tuvieran pretensiones territoriales sobre nuevos territorios”.

En esa misma línea, sostuvo que uno de los primeros actos de gobierno de la Primera Junta se refiere a Malvinas. “En 1806 se dispone pagarle a alguien que se encontrara en Malvinas como si estuviera en un buque de guerra. Y entonces esta cuestión estaba pendiente justo cuando llega la Revolución de Mayo. Saavedra como la primera cosa que hace es firmar una resolución que le reconoce el derecho a la remuneración a Bordas. Desde el inicio de la naciente República está presente y continúa desde entonces en el animus de parte de la Argentina porque ejerce jurisdicción sobre Malvinas”, señaló.

En el recorrido histórico que realizó señaló que el 18 de diciembre de 1823 se designa a Pablo Areguatí como gobernador de Malvinas, considerado como el primer gobernador de las islas. Ya en 1829 se crea la Comandancia Política y Militar de las Islas Malvinas y adyacentes al Cabo de Hornos en el Mar Atlántico. “Es interesante ver cuáles son las justificaciones que da el decreto porque expresan con mucha claridad cuáles son los derechos de Argentina sobre las islas. Decía el decreto que cuando la Revolución de Mayo se separa de España tiene la posesión material de las Islas Malvinas incluso Tierra del Fuego, hallándose justificada esa posesión por el derecho del primer ocupante, con el consentimiento de la principales potencias marítimas de Europa y por la adyacencia de estas islas que formaban las islas de ese continente que formaba el Virreinato Buenos Aires”, detalló.

El decreto del 10 de junio de 1829 genera una protesta británica el 19 de noviembre del mismo año. “Ya más de 50 años después del abandono de Puerto Egmont es ahí que Gran Bretaña decide preocuparse nuevamente y expresar una protesta al gobierno de Buenos Aires”, afirmó. Y agregó que “un Estado tiene jurisdicción de soberanía sobre un territorio cuando tienen mejores títulos, pero también excluye a terceros Estados que podrían tener un interés. Pero si nunca han manifestado interés, nunca intentaron hacer ningún tipo de reclamación, quedan excluidos de esta compulsa del título”, finalizó.

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