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Año XVII - Edición 305 28 de junio de 2018

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Administración pública, economía y derecho. Hacia un sistema profesional, jerárquico, basado en la idoneidad, la transparencia y la legalidad

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En el Salón Rojo, el pasado 30 de mayo se realizó la charla Administración pública, economía y derecho. Hacia un sistema profesional, jerárquico, basado en la idoneidad, la transparencia y la legalidad”, organizada por el Departamento de Ciencias Sociales, y coordinada por el profesor Alejandro Gómez

La exposición estuvo a cargo de Diego Luis Suñer. En primer lugar, el orador puntualizó qué se entiende por administración pública: “Es el conjunto de organismos destinados a manejar la cosa pública de un país, conjunto de organismos de un gobierno en general, y como acción, la gestión y disposición de los recursos de los que disponga cualquier individuo u organización”, y destacó que dos de sus características principales son la búsqueda de la eficacia en el uso del recurso y eficiencia. “Cuando mido o hablo de eficacia, hablo de cumplir con objetivos. No se puede ser más o menos eficaz. El objetivo si está bien definido es unívoco, tiene que ser perfectamente fácil de identificar su obtención. No importa el costo. La eficiencia es una medida relativa, porque no mido la eficiencia en base al objetivo, mido la eficiencia en función de comparar lo que yo de hecho puedo hacer con lo que puede hacer otro o lo que yo mismo hice antes”, aseguró.

Asimismo, afirmó que el Estado en algunas oportunidades justifica lo que no hizo. “En ánimo de ser eficiente y de obtener la mejor relación costo-beneficio en el gasto terminamos siendo ineficaces: gastamos menos, subejecutamos, en algunos casos se les pide a las reparticiones del Estado que ahorren plata para no sobrecargar el Tesoro”, sostuvo.

Luego retomó el concepto de burocracia de Max Weber. “Para nosotros burocracia es un término peyorativo. Cuando queremos decir que algo es pesado o lento, máquina de impedir, no sirve para nada, este es un burócrata. El que está ferrado al papel, al formulario. Todos los sistemas administrativos modernos, acá, en Estados Unidos, en Alemania, tienen un gran componente de la obra de este hombre”, planteó.

A continuación, remarcó que Weber habla de la política como vocación: “Define al político como un vocacional, alguien que está dispuesto a dejar todo por el servicio, entendiendo política por la administración del poder. Por la actividad, por cualquier actividad que tenga que usar el Estado para influir sobre la vida de sus ciudadanos para bien. Haciéndose cargo. Porque lo otro es el llamado mandato interior que nos obliga para con los demás”. Y agregó que “básicamente basa toda su obra en la ética de la responsabilidad, lo que se transforma en lo que llamamos la soledad del mando. El que manda, el que decide, el presidente, un gobernador, un intendente, un secretario de Estado decide en soledad y tiene que tomar decisiones que no tienen que ser simpáticas, tienen que ser la mejor decisión posible para el bien del grupo que es su responsabilidad o la parte del Estado que es su responsabilidad”.

“Cuando mido o hablo de eficacia, hablo de cumplir con objetivos. No se puede ser más o menos eficaz. El objetivo si está bien definido es unívoco, tiene que ser perfectamente fácil de identificar su obtención. No importa el costo. La eficiencia es una medida relativa, porque no mido la eficiencia en base al objetivo, mido la eficiencia en función de comparar lo que yo de hecho puedo hacer con lo que puede hacer otro o lo que yo mismo hice antes”, aseguró Diego Luis Suñer.