Discurso pronunciado por el Dr. Martín Böhmer

Acto de colación de grado del día 11 de septiembre de 2025

Martín Böhmer

Martín Böhmer

Buenas tardes, señor decano, señora vicedecana, colegas, alumnos, por ahora, egresados y a los familiares y amigos y amigas de ellos y de ellas.

La última vez que me dieron el alto honor de estar aquí, les hablé a quienes vienen a acompañar a nuestros egresados y egresadas en este día tan especial.

Hoy quiero dirigirme a nuestros egresados y egresadas, que en un rato más van a convertirse en nuestros colegas.

Y quiero ayudarlos a encarar las conversaciones que seguramente van a producirse entre ustedes, nuestros egresados y ellos que hoy están tan contentos y orgullosos.

Va a suceder si no sucede ahora, qué van a tener que defender ante sus familiares y amigos, decisiones profesionales extrañas.

Van a tener que defender, que no van a tomar un asunto, sino hay un caso, que no van a poder mentir en favor de un cliente, que no pueden chicanear en un proceso, van a tener que explicar por qué no pueden ir a determinada fiesta, o no aceptar un regalo tentador, o jugar algún deporte con ciertas personas. En verano van a tener que justificar cierta forma de vestirse, y siempre, por qué los honorarios no determinan sus decisiones profesionales.

Le propongo empezar por recordarles, lo que pasó hoy, cuando esta ceremonia sea un vago recuerdo del pasado. Recuérdenles que el diploma que hoy se llevan, no es solo un título académico, es un título profesional que les permite ejercer la abogacía, acceder a la magistratura, solo ustedes.

Cuéntenles que el título los obliga a asegurarse que gane, quien tiene razón. No el que miente mejor, ni el que chicanea más, ni el que paga mejores honorarios.

Y tener razón significa contar con el respaldo del derecho. Ese conjunto de decisiones que tomamos entre todos cuando discutimos, cuando creamos partidos políticos, cuando votamos, cuando nos movilizamos en las calles. Que tener razón en derecho es simplemente resolver los conflictos de acuerdo a las decisiones que tomamos en democracia.

Otra parte de la respuesta puede consistir en recordarles el juramento o la promesa que están a punto de dar. Un compromiso que les obliga a actuar moralmente a lograr que la Constitución y las leyes sean respetadas y a trabajar a favor de la dignidad y los derechos humanos de la gente.

Y quizá quieran en ese momento recordar que hoy es un día muy especial.

Un día muy especial para asumir semejante compromiso. Hoy el mundo recuerda la barbarie terrorista del atentado a las torres en Nueva York, y la barbarie de la instalación del terrorismo de estado en Chile.

Y nosotros, si el acto de hoy sigue el programa tradicional, veremos, vamos a escuchar cuando se retire la bandera de ceremonias, el himno a Sarmiento, cuya muerte recordamos hoy y cuya vida celebramos en cada maestro y maestra de nuestro país. Nada más apropiado. Recordar que hoy celebramos el triunfo de la educación sobre la barbarie.

Si todo esto parece poco, recuerden los años, las décadas en que jueces y abogados acompañaron dictaduras y justificaron violencias.

Pero recuérdeles también que, contra los años, contra esos años, nuestra profesión se comprometió hace cuatro décadas, junto con el resto de nuestros conciudadanos, a acatar el mandato fundante de nuestra democracia constitucional. Ese mandato que un egresado de nuestra Facultad expresara al final de su alegato histórico, nunca más.

Bienvenidas y bienvenidos entonces a nuestra profesión, es un orgullo contar con ustedes.