Séptimo foro internacional de Derecho de Familias y Sucesiones
El pasado 6 de junio, en diferentes espacios de la Facultad, se llevó a cabo el Séptimo foro internacional de Derecho de Familias y Sucesiones, organizado por la cátedra de Derecho de Familia y Sucesiones a cargo del profesor Néstor E. Solari. La jornada tuvo lugar en los salones Verde, de Actos, Azul y Vélez Sarsfield, con una amplia participación de especialistas en la materia. El evento reunió a destacadas figuras del ámbito académico y judicial, tanto a nivel nacional como internacional. Participaron en calidad de expositores/as: Leandro Vergara, Andrea Pérez, Néstor Solari, Graciela Lovece, Osvaldo Pitrau, Luciana Scotti, Eduardo Roveda, Magdalena Giavarino, Jorge Rossi, Liliana Litterio, Carlos Arianna, María José Fernández, Marcos Córdoba, Ana Belén Murganti, Javier Pablo Heredia, María de las Victorias González Silvano, Julián Emil Jalil, María José Domínguez Edreira, Federico De Lorenzo, María Eugenia Chapero, Isolina Dabove, Luis Daniel Crovi, Adelina Loianno, Jorge Berbere Delgado, Mariela Panigadi, Gabriel Rolleri, Claudia Mainar, Gabriel Hernán Quadri y Natalia Kerszberg.
Al inicio, el decano Leandro Vergara destacó los rankings en los que la Facultad se posiciona, siendo reconocida internacionalmente como una de las mejores. A partir de esto, hizo hincapié en su carácter de institución pública, pero también resaltó un pilar fundamental: la libertad de cátedra, que, según sus palabras, promueve el desarrollo del pensamiento. "No hay manera de avanzar sin promover el debate", afirmó. Subrayó que desde la derecha hasta la izquierda, todas las posturas están habilitadas, y que dentro del Derecho de Familia y Sucesiones existen numerosos debates. Otro aspecto que abordó fue el de la experimentación académica, donde uno puede sostener una visión vanguardista que, eventualmente, puede traducirse en doctrina o incluso en ley. En este sentido, mencionó la reforma de 2015 como un claro ejemplo de evolución en la materia. Respecto a los/as conferencistas presentes, valoró cómo estas actividades no sólo enriquecen por las exposiciones, sino también por los diálogos e intercambios que se generan posteriormente. En ese sentido, remarcó que ésta es la verdadera esencia del debate. En relación con la doctrina jurídica argentina, señaló que, si bien es distinta a otras del mundo, tiene como respaldo el trabajo y la investigación, lo cual la distingue. Agregó que una particularidad de la formación jurídica local es que muchos/as profesores/as ejercen la profesión, lo que influye y nutre sus estudios. Aclaró que esto no busca desmerecer a quienes se dedican exclusivamente a la docencia o la investigación, sino simplemente puntualizar en una diferencia. Para finalizar, remarcó nuevamente la importancia del ejercicio sano de la participación plural de las distintas cátedras, dentro de un proceso que definió como productivo.
Luego tomó la palabra Néstor E. Solari, quien volvió a poner énfasis en la importancia de la pluralidad, tanto en la composición de los paneles como en la variedad de ejes temáticos y problemáticas abordadas en torno al Derecho de Familia y Sucesiones. También destacó el valor de la presencialidad y la utilización de distintos salones, lo que permite que cada asistente pueda elegir entre una amplia gama de exposiciones, evitando así una mirada parcial o restringida sobre los temas. En contraposición, recordó la experiencia vivida durante la pandemia, donde la virtualidad imponía una única audiencia posible por actividad, lo que limitaba la riqueza del intercambio. Finalmente, subrayó que uno de los grandes aportes del formato presencial es la posibilidad de un diálogo más libre y espontáneo, algo esencial para el debate académico y profesional. Luego, dedicó unas palabras para homenajear a la profesora Mónica Gloria Alderete.Se refirió a su compromiso en la Facultad y remarcó su docencia y persona. Esto lo llevó a desarrollar el resto de su exposición.
La siguiente en tomar la palabra fue Andrea Pérez, quien comenzó su intervención destacando la importancia de estos encuentros académicos como espacios de formación, intercambio y reflexión colectiva. Señaló que el objetivo principal no es únicamente brindar respuestas acabadas, sino también sembrar interrogantes, fomentar el pensamiento crítico y promover un diálogo abierto entre los diferentes actores del ámbito jurídico. En este sentido, subrayó que la coexistencia de múltiples enfoques dentro de las cátedras enriquece profundamente el análisis, ya que evita caer en el adoctrinamiento y favorece una pluralidad de miradas que interpela tanto a docentes como a estudiantes: “En esa diferencia y diversidad ocurre lo más enriquecedor: un público oyente activo y comprometido”. A continuación, centró su exposición en el impacto que han tenido los derechos humanos en la transformación del Derecho de Familia. Explicó cómo las instituciones tradicionales, tales como el matrimonio, la parentalidad o el régimen sucesorio, han sido reformuladas a partir de los principios y estándares establecidos por los instrumentos internacionales de derechos humanos. Enfatizó que hoy, más que nunca, las familias constituyen un reflejo vívido de la convencionalidad del Derecho, lo que permite repensar su estructura y funcionamiento en clave de dignidad, igualdad y autonomía. Pérez sostuvo que estos cambios no son meramente formales, sino que constituyen una verdadera revolución jurídica y cultural. Durante mucho tiempo, el individuo fue relegado al interior de las estructuras familiares, priorizando el orden institucional por sobre los derechos fundamentales. Sin embargo, ese paradigma ha dado paso a una nueva visión centrada en la persona, en la que el sujeto de derecho ocupa un lugar central, y el Derecho de Familia se convierte en una herramienta de protección y garantía de su proyecto vital. En este marco, concluyó, la labor académica cobra un rol fundamental en acompañar y consolidar estas transformaciones.