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Año XXIV - Edición 433 27 de noviembre de 2025

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Décimo Segundo Congreso de Ejecución Penal

  • Notas

El pasado 6 de noviembre, en el Salón Carlos Nino del Instituto Gioja, en el marco del Décimo Segundo de Ejecución Penal, tuvo lugar la conferencia de Máximo Sozzo, titulada “Autoritarismo y prisión. Metamorfosis de las prácticas de gobierno de la vida secuestrada”. La actividad fue organizada por el Centro de Estudios de Ejecución Penal.

Durante el primer día del congreso se desarrolló un concurso de ponencias de investigadores formados y en formación, estudiantes y graduados/as, debatiendo diversos temas de índole penal y procesal penal.

La jornada finalizó con la conferencia de Máximo Sozzo quien, tras dar los agradecimientos correspondientes a los/as presentes, explicó que el objeto de esta exposición es uno que muestra cómo “se cruza una preocupación por la cualidad (…) con una preocupación de carácter más teórico sobre la persistencia penal”, ahondando mediante fotos y una denuncia escrita sobre el trato que reciben las personas privadas de la libertad en Santa Fe, específicamente “quince presos de los pabellones siete y ocho de la cárcel Nº11 de la provincia de Santa Fe denunciaron ante servicios de defensa publica que el 2 de marzo del 2024, durante un registro, todas las personas detenidas en estas dos áreas, ciento cincuenta y ocho presos, fueron sometidos a repetidos golpes, puñetazos y patadas de diversa índole por parte de los funcionarios de prisión” entre otras vejaciones y torturas, explicando a su vez que “este sería el pedazo de realidad en la actualidad que funciona como punto de partida de esta presentación”. Continuó analizando y se preguntó “¿qué hace posible estas prácticas de tortura en las cárceles argentinas de hoy en día?”, y esbozó una posible respuesta: “Yo creo que hay una serie de condiciones y dinámicas tanto dentro como fuera del mundo de la prisión que están entrelazadas de un modo complejo, y creo que ambas están vinculadas al autoritarismo como una racionalidad gubernamental”. En ese sentido, planteó que su punto de partida “es imaginar al autoritarismo como una racionalidad gubernamental”. Y agregó que “es una forma de pensar el concepto de autoritarismo que es bastante peculiar, no es necesariamente la forma estandarizada que la teoría política y social han construido del autoritarismo, que muchas veces ha estado referido a un régimen político”. Asimismo, explicó también que este pensamiento particular “implica desanclar la idea de autoritarismo de la existencia de un régimen político autoritario, y pensar que el autoritarismo es un sistema de pensamiento sobre cómo gobernar, a qué gobernar, para qué gobernar, e implica por lo tanto una imaginación del sujeto a gobernar, ese sujeto a gobernar es alguien imaginado como incapaz de ser libre, y por lo tanto como alguien que debe ser coaccionado o eliminado”, y aseveró que “este estilo de gobierno implica construir un estilo de gobierno más allá del principio del gobierno frugal o del gobierno limitado (…) esto implica justificar el máximo grado de intervención por parte de las autoridades gubernamentales sobre la vida del sujeto a ser gobernado, incluyendo el uso de la violencia, incluso de la violencia al extremo, para extraer o producir obediencia”. En esa misma línea argumental, señaló que “una observación que podemos discutirle al juez es pensar al autoritarismo como racionalidad gubernamental no implica asumir que el autoritarismo como racionalidad gubernamental es capaz de invadir todos los regímenes de prácticas, invade algunos regímenes de prácticas y no invade otros, estructura algunas partes de los regímenes de prácticas, puede no estructurar otros” y esto implica “pensar el autoritarismo como una racionalidad gubernamental entre otras”.

Durante el segundo día la segunda jornada del Décimo Segundo Congreso de Ejecución Penal se llevaron a cabo diversas conferencias, con temas como “Litigación en materia de ejecución penal en el modelo acusatorio del nuevo CPPF” (a cargo de DeCyT “La actividad probatoria en el juicio de determinación de la pena”, coordinado por Pablo Vacani), “Las cárceles en streaming – Imaginario social y presos de ficción” (con la participación de Alejandro Ciancio, Ana Garibaldi y Pablo Klappenbach), “Veinte años del fallo Verbitsky. Logros y fracasos” (a cargo de Cecilia Boeri, Rodrigo Borda y Daniel Carral), y también “Presos en comisarías. Hacinamiento en CABA” (con la participación de Marta Monclus, Hernán López y Florencia Castro).