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Año XXIV - Edición 424 26 de junio de 2025

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A 10 años del primer "Ni Una Menos"

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El pasado 9 de junio, en el Aula 1 de Extensión Universitaria, se llevó a cabo la jornada "A 10 años del primer 'Ni Una Menos'", organizada por el Programa “Género y Derecho”. La actividad tuvo como propósito generar un espacio de encuentro, reflexión y análisis sobre el recorrido de este movimiento social, que marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en Argentina y América Latina.

El evento contó con la participación de destacadas especialistas y referentes del ámbito jurídico, académico y militante: Ana Correa, Juliana Spinosa, Marisa Herrera, Alejandra Vives, Laura Clérico y Romina Stampone. Todas ellas abordaron diferentes aristas del fenómeno “Ni Una Menos”, sus implicancias históricas, su impacto en la construcción de políticas públicas, y los desafíos actuales en un contexto político y social complejo. La apertura de la jornada estuvo a cargo de Déborah González Area, quien dio unas palabras introductorias para contextualizar el encuentro. En su intervención, remarcó que el objetivo del evento no era sólo “pensar”, sino principalmente reflexionar sobre nuevas estrategias colectivas, evaluando también los retrocesos sufridos en los últimos años. “Se avanzó mucho en materia de derechos, pero también se retrocedió”, señaló, para luego enfatizar que “se tiene que seguir para adelante, encontrarnos en estos espacios, hacer comunidad y pensar cuáles son los pasos a seguir”.

La primera en tomar la palabra fue Ana Correa, quien recordó con emoción y claridad los orígenes del movimiento. Habló de la necesidad de sostener encuentros como este y de seguir aportando a la construcción feminista desde todos los frentes. Subrayó que “Ni Una Menos” surgió a partir de una cadena de femicidios ocurridos en 2015 y de un tuit que impulsó una movilización que marcaría un hito. “‘Ni Una Menos’ no es de nadie, y es de todas”, afirmó, en referencia a la identidad colectiva y plural del movimiento. Destacó también la capacidad del grupo fundador para articular diferencias y consensuar un documento que transmite un mensaje poderoso a nivel nacional. Este documento fue leído públicamente por la actriz Érica Rivas y el actor Juan Minujín, con una intención clara: que el mensaje no se borrara más. Correa señaló que, si bien el texto fundacional no incluía de manera explícita la palabra “aborto”, sí incorporaba de forma contundente la defensa de los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo casos de mujeres fallecidas por no poder acceder a una interrupción voluntaria del embarazo. También abordó las reuniones mantenidas con representantes de todos los sectores del poder político y judicial, para visibilizar que la violencia de género atraviesa todas las estructuras. En ese sentido, destacó los testimonios recabados por el colectivo, que abarcan desde la violencia en sindicatos hasta la violencia en ámbitos rurales. Como cierre, hizo un llamado a seguir estudiando, comunicando y fortaleciendo las redes feministas para construir una paz sostenida y duradera.

La segunda exposición estuvo a cargo de Juliana Spinosa, quien comenzó retomando una obra que recopiló relatos de mujeres, un material que considera clave para el nacimiento de lo que hoy se reconoce como la cuarta ola del feminismo. A continuación, centró su intervención en la figura de Susana Chávez, activista mexicana asesinada por denunciar la violencia contra las mujeres. “Fue una precursora del movimiento ‘Ni Una Menos’”, expresó, resaltando la potencia de su imagen y su legado en la región. Spinosa también reflexionó sobre el papel fundamental que tuvo “Ni Una Menos” en el despertar de la conciencia social. En sus palabras, en 2015 ya existían leyes en Argentina que protegían a las mujeres, pero no eran suficientes sin una ciudadanía activa y movilizada. La demanda era clara: visibilizar la violencia estructural y exigir respuestas urgentes al Estado. En este punto, alertó sobre el contexto actual, marcado por el avance de discursos extremistas que atentan contra los derechos conquistados, lo que vuelve imprescindible “seguir celebrando y sosteniendo el movimiento”.

La tercera intervención fue de Agustina Orosco, quien ofreció una perspectiva personal y profesional sobre cómo el movimiento transformó su forma de habitar los espacios. Compartió su experiencia vivida y relató cómo “Ni Una Menos” reconfiguró profundamente los lugares de debate y reflexión feminista, que hasta ese momento estaban reservados a ciertos círculos especializados. “Gracias a un grito masivo, se plantó una bandera de la cual no se vuelve atrás”, afirmó, reconociendo que esa interpelación colectiva permitió abrir puertas, legitimar nuevas voces y expandir la conversación hacia todos los sectores de la sociedad. El evento continuó con las exposiciones de las restantes panelistas, profundizando en distintos ejes jurídicos, políticos y sociales. Se destacaron debates sobre legislación, políticas públicas de género, el rol del Poder Judicial y la necesidad de seguir luchando contra las múltiples formas de violencia que persisten.