La decana Mónica Pinto expuso en el Senado - “Argentina tiene una asignatura pendiente con el reconocimiento pleno de derecho a la comunidad homosexual”
Así se expresó la Decana de la Facultad de Derecho Dra. Mónica Pinto, al participar del debate en el Senado de la Nación que busca la modificación del Código Civil para permitir el casamiento entre personas del mismo sexo. “Se trata de una deuda que debe ser saldada, que se puede saldar. Lo que hoy se plantea es consagrar el acceso a los derechos, es restablecer una igualdad cercenada. Y el Parlamento democrático es el ámbito para lograrlo”, sostuvo la Decana.
Tomando como base los enunciados de la Constitución Nacional que consagra la igualdad de todas las personas y sus iguales derechos y los tratados internacionales de Derechos Humanos con rango constitucional, la Dra. Pinto reforzó el concepto del orden jurídico vigente en nuestro país al señalar que “existe un plexo normativo de respeto a la libertad y a la dignidad de las personas, en condiciones de igualdad, sin discriminación, con alcance universal, cuya violación no reparada compromete la responsabilidad internacional del estado. Se trata de la vigencia de los Derechos Humanos”.
Con respecto a este último punto, la Decana aseguró que: “La vigencia de los derechos humanos en una sociedad no supone la asignación de una moralidad homogénea a toda la población. Menos aún que la dignidad deba ser unívoca. Lo que sí parece claro es que en todos los casos en los que la dignidad no es debidamente honrada se instala la humillación. No hay argumentos para consagrar el derecho de algunos de imponer a otros parámetros morales ni modelos de conducta”.
En el cierre de su exposición la Dra. Pinto remarcó que “el matrimonio de personas del mismo sexo ha encontrado un espacio y con él todas sus situaciones derivadas. Los derechos humanos deben ayudarnos a vivir mejor, a lograr la construcción de un modelo de felicidad personal”, al tiempo que agregó: “La democracia reinstalada el 10 de diciembre de 1983 requiere de una ciudadanía plena de todos los individuos y de una prohibición clara de imponer patrones morales individuales”.