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Resumen
La reforma electoral argentina del año 1912, provocó una ampliación del sistema político. Una vez
asumido, en el año 1916, el primer presidente electo bajo la vigencia de esta norma -Hipólito
Yrigoyen-, la UCR comenzó a desarrollar el intento por ensanchar las bases sociales del Estado a
fin de lograr una mayor legitimidad del gobierno.
Paralelamente, a partir de 1915 y tras una nueva división del movimiento obrero, se consolida la
hegemonía de la corriente “sindicalista” en el interior de las asociaciones de profesionales, cuyo
principal propósito era la consecución de mejoras progresivas por medio de la negociación.
Precisamente, los sindicalistas comienzan, paulatinamente, a entender favorable la legislación que
regule al trabajo. Esta nueva tendencia es coincidente con las intenciones y miras del radicalismo,
con lo cual, se establece un “pacto tácito” entre ambos, con la finalidad de obtener beneficios
políticos, por parte del gobierno, y de obtener mejoras para su afiliados por parte de las
asociaciones de trabajadores.
Así, se establecieron por primera vez relaciones directas entre el Estado y ciertas asociaciones de
trabajadores, cuyos canales de mediación transitaron por fuera del sistema democrático-formal (como
la formación de partidos políticos y debates parlamentarios). Esta nueva realidad motivó políticas
heterogéneas y coyunturales que se vieron reflejadas en el tratamiento de la legislación social. |