Discurso pronunciado por el Dr. Oscar Ameal

Acto de colación de grado del día 18 de noviembre de 2011

Oscar Ameal

Oscar Ameal

Señora Secretaria Académica, Prof. Dra. Silvia Nonna, Sr. Secretario de Investigación, Dr. Marcelo Alegre, señoras, señores, graduados.

Este es un momento crucial en la vida de muchos de ustedes. Ha llegado el día, el día que seguramente durante mucho tiempo anhelaron, es el día de la graduación. Es el día que expectantes esperaban para saber, después de todo lo que han cursado en esta Universidad, poder ser útiles a la comunidad desde el ejercicio profesional. En nuestra vida hay muchos momentos en que nos va bien, hoy otros en que nos va mal, pero hay pocos momentos en que podemos elegir. A decir un autor peruano Fernando Cesárigo: “nosotros podemos elegir cuando nos casamos o no, podemos elegir nuestra vocación y quizá nada más”, por eso es que la vocación es crucial en nuestra vida, elegir una carrera universitaria realmente para muchos es un don porque nos marca durante nuestra existencia, ustedes realmente tuvieron una posibilidad de elegir y creo yo que eligieron bien, y además eligieron bien porque cursan estudios en la Universidad de Buenos Aires, que es una de las Universidades con más prestigio en América Latina toda. Es una Universidad que está abierta a la gente, es gratuita, es democrática, es republicana, y por sus claustros de profesores han pasado insignes juristas e incluso ahora también están transitando. Por lo tanto, la elección fue muy fructífera.

Asimismo, ustedes buscaron una carrera que es de servicio, nosotros somos servidores públicos: el abogado, el magistrado, el asesor, tiene que tener como meta servir al prójimo, y esto es lo que tenemos que grabarnos en este momento que es importante para ustedes. Y este momento de servir, servir, ¿a quién? Servir a la persona humana como eje del sistema. ¿Qué es el derecho? Para algunos, es el ordenamiento justo de las conductas humanas, tenemos que ordenar las conductas en busca de fines, de servicios, de bienes, en busca de la paz, y eso es lo que busca el abogado, es lo que tiene q buscar el magistrado y todo aquel operador jurídico. Y esto lo tenemos que tener muy presente en nuestra vida, no sólo universitaria sino profesional.

Asimismo, ustedes transitaron estas aulas abrevando conceptos, doctrinas, además posturas, en busca del éxito, primero, en la carrera y luego, profesional. Pero no termina aquí el estudio. El estudio se propaga y ustedes recién alcanzaron un título de grado. Pero no podemos decir que se alcanzó todo, el que cree que ahora terminaron los estudios está errado. Ahora tienen que comenzar, tienen que comenzar a especializarse en las distintas ramas del derecho que ustedes elijan, tienen que utilizar por un lado los servicios que les da esta Universidad en los distintos posgrados, los servicios que les da la iniciación profesional que tiene a cargo el Dr. Oscar Zoppi, con la iniciación profesional de los cursos que son caros a nuestros sentimientos porque se ven poblados de cursantes día a día. Y no hay que tenerle miedo al ejercicio profesional. Durante mucho tiempo ustedes dijeron sí, van a tener una serie de conocimientos pero en la práctica van a fallar. Pero la práctica la tenemos que hacer andando. Todo el mundo que se recibe tiene ese problema, no son los únicos los que se recibe hoy. Por lo tanto, lo que tienen que buscar es profundizar los estudios a través de cursos de posgrado, pero no ir al exterior del país buscando esos concursos que nos muestran espejitos de colores, y en definitiva no logramos mucho. En el país hay suficientes juristas que pueden alumbrar lo que ustedes buscan en cuanto a los conocimientos. Es por eso que en esta Universidad y en otras Universidades ustedes pueden perfectamente profundizar sus estudios.

En el Derecho se les va a presentar, en la vida profesional, dos valores esenciales: uno es el valor seguridad y otro es el valor justicia. Son dos valores que hacen no solo al derecho sino también al derecho de daños que es muy caro a los sentimientos de algunos de nosotros. Buscar tener un equilibrio entre la seguridad y la justicia. Muchas veces los que cursamos las aulas universitarias y además, ejercemos la docencia universitaria hace mucho tiempo, vemos que esos dos principios a veces no se conjugan, a veces encontramos que es segura la solución pero no es enteramente justa, es segura la ley pero no es enteramente justa, entonces la tenemos que interpretar. Es muy importante la interpretación legal regida por estos principios y regidos por el principio de prudencia que también debe ser caro a vuestros sentimientos.

Es por eso que en ese ejercicio profesional tiene que privilegiar la información por sobre todo, a la persona que viene a contratar los servicios, y además también tienen que tener en cuenta algo que es muy importante, que es el Código de ética profesional, desempeñar la profesión con ética. Tratar no de ser millonario en un solo caso, sino que con el tiempo ustedes van a poder alcanzar un éxito profesional, paulatinamente y siempre por la buena senda. Todo aquel que les traiga desde el primer momento algunos casos esotéricos, con aquellos que realmente ustedes creen que pueden salvarse en la vida profesional, mírenlo no con dos ojos, sino con cuatro ojos porque muchas veces ahí está el fracaso. El que anda por la senda del bien en la carrera triunfa, muchos dirán yo no tengo ningún pariente abogado, no tengo ningún pariente juez, evidentemente estoy solo para comenzar el ejercicio profesional. Solos no están, acuérdense de la Universidad que siempre está detrás de ustedes, acuérdense también de estas aulas que les abren las puertas para darle a futuros egresados aquello que la Universidad pública y gratuita les dio a ustedes, la enseñanza. A través de la docencia universitaria, a través del contacto con alumnos y profesores, que eso es enriquecedor y además les permite estar permanentemente aggiornados sobre la doctrina de los autores, sobre la legislación vigente, sobre los distintos seminarios, congresos, jornadas que se van desarrollando en el país. No es el caso de que vivan permanentemente en el ejercicio de la docencia, para algunos d nosotros es lo principal de nuestras vidas pero no queremos que esto lo tomen como la gran meta pero sí que los acompañe en el ejercicio de la profesión y no crean que una vez que se fueron de esta Universidad tienen que pasar a varias calles a la distancia, sino que realmente tienen que volver a estos claustros, ya sea como docentes, como alumnos de posgrado, como graduados para conjuntamente seguir ejerciendo esto tan lindo que es enseñar y aprender.

Por eso es que este día es importante. Por eso es que no sólo importante para ustedes sino que es importante para sus familiares, no se tienen que olvidar de ninguna forma todos aquellos que los apoyaron en silencio durante el tránsito de esta carrera profesional. Aquellos que esperaban tras el teléfono que los llamaran para ver si les había ido bien en un curso o determinada materia, y cuando ustedes tenían éxito, ese éxito era superlativo para los familiares que los felicitaban efusivamente. Esa felicitación no es sólo de los familiares hacia los graduados, sino de los graduados hacia los familiares que gracias al ahínco, tesón y apoyo hicieron posible que ustedes en este momento estén viviendo una de las jornadas más importante. Por eso es que nos tenemos que acordar de ellos, también se tienen que acordar de los maestros, tienen que recurrir a los maestros cuando crean necesario que los van a recibir.

Por eso y finalizando esta breve alocución, yo nuevamente los felicito a todos ustedes y les doy las gracias a las autoridades de la Casa que me han permitido dirigirme a ustedes en un momento tan importante, tan clamoroso y tan ansiado por los padres y por los graduados.

Muchas gracias.