Discurso pronunciado por el Dr. Oscar Ameal

Acto de colación de grado del día 18 de diciembre de 2009

Señor Vicedecano, señores miembros del Consejo Directivo de la Facultad, señores profesores, graduados, señoras, señores:

Para mi es un honor dirigirme en este marco imponente de la Universidad pública, pluralista, abierta a todas las inquietudes, en un día memorable para muchos de los que están acá, en el cual se gradúan como abogados, como procuradores, como traductores públicos.
Es muy importante destacar este momento, este instante. Realmente es en la vida de todo profesional un hito, en donde llega después de transitar por las aulas universitarias, tener sinsabores pero además alegrías, participar de grupos académicos, participar también de clases, de seminarios, de congresos, de jornadas, tratando de tomar conocimiento para después aplicarlos en la práctica profesional.

Realmente todo universitario empieza su labor, en principio no universitaria pero sí pre-universitaria, en un momento clave que es el momento de la vocación. Realmente tiene suerte aquel que sabe elegir y este es un momento en el cual se elige. Elegimos muy pocas veces en nuestra vida y este es un momento en el que elegimos libremente. Libremente elegimos ser abogados, libremente elegimos concurrir a esta Universidad. Por lo tanto, desde ese instante comienza nuestro derrotero universitario. En estas aulas se ha tratado de brindarles los conocimientos, las herramientas para que luego las apliquen en esa tarea magna que es de abogar, de defender los derechos de otros, de poner al servicio de los justiciables y de aquellos que nos consultan como asesores todo nuestra ciencia, todo nuestro saber. Realmente después de varios años en los cuales transitaron las aulas universitarias, llega este momento, este instante que es el instante de la graduación. Por eso es tan importante. Pero además es importante saber cual es la misión que tiene el graduado universitario. Ustedes emigran de la Facultad con conocimientos prácticos y teóricos. Muchas veces les dicen que realmente no tienen práctica profesional y que solo tienen conocimientos teóricos. Y a veces esto los amilana, ven con desconfianza la posibilidad de ejercer la profesión. Pero nadie salió de la Facultad con una práctica profesional consetudinaria y avanzada, sino que eso se hace al andar. Por lo tanto, ustedes no tienen en lo mínimo que sufrir alguna flaqueza porque no tuvieron una práctica activa en la profesión. Con el correr del tiempo van a conseguir ejerciendo esta magna tarea que es abogar. Pero durante todo ese tiempo lo que sí tienen que tener presente es el criterio con el que tienen que ejercer la profesión de abogados. En primer lugar, tenemos que poner al servicio de las justiciables en el caso de que se inicien y luego culminen algún cargo de la Magistratura o en el asesoramiento cuando ejercen la profesión libremente, poner todo el saber al servicio de los que nos consultan. Y en ese saber tienen que tener en cuenta ciertos valores que durante la carrera profesional les han inculcado. En el Derecho hay dos valores supremos: uno es la seguridad y otro es la justicia. Evidentemente tendríamos que tener en cuenta tanto la seguridad como la justicia y tendrían que ir de la mano ambos valores. A veces van, a veces no van. A veces la ley, la norma jurídica es seguro pero no es enteramente justa. Por eso que lo que tenemos que hacer es interpretarla, aplicarla al caso con equidad para encontrar una solución feliz. Nuestro sistema jurídico está en franco cambio. Ustedes tienen suerte porque desde hace no mucho tiempo se están desarrollando inquietudes como, por ejemplo, la responsabilidad emergente del daño al consumidor, o la responsabilidad por daño al medio ambiente. Y esto realmente hace a la nueva vida, a la nueva operatividad de la Constitución Nacional. Ustedes saben que en el año 1994 se modificó la Carta Magna incorporando en los artículos 40, 41, 42 y 43 incorporando los derechos del consumidor, incorporando la protección ambiental, incorporando el procedimiento para conseguirlo. Esos artículos son hitos en nuestro Derecho. Y en este momento yo recalco esto porque nuestro sistema, no jurídico, pero sí en el sistema de nuestro país, muchas veces tanto el derecho del consumidor como el derecho a preservar el medio ambiente no se lo tiene en cuenta y muchas veces eso es por cierto lobby que se presenta y que impide que esto llegue a conocimiento de los ciudadanos. La misión de los graduados en Derecho es poner en conocimiento de ellos. Es defender los derechos del consumidor, defender también un medio ambiente sano, equilibrado, sustentable y, también es cierto, por otro lado tienen que defender los derechos humanos que en nuestro sistema, en nuestro país tienen una historia larga y a veces no del todo feliz. Esta es la misión del abogado y en esa misión del abogado no sólo tiene que poner al servicio todo lo conocido sino por lo conocer. ¿Por qué es esto? Porque la carrera universitaria de ustedes no termina acá. Ustedes recién acceden a un título universitario pero se tienen que seguir, tienen que seguir y proseguir en las aulas universitarias con los posgrados tratando de adquirir nuevos conocimientos, profundizar los que ya tienen porque si ustedes se quedan nada más con los conocimientos de grado realmente flaco favor le hacen al ejercicio de la abogacía. Esos posgrados no es necesario que los hagan en el exterior como muchos creen. En nuestro país existen universidades que brindan al servicio del alumno de posgrado todos aquellos conocimientos que deben tener presentes. Esto es justo que se hagan y es justo que transiten por esas aulas. Realmente la vida universitaria no termina aquí. Los que de alguna manera estamos conectados con la Universidad desde incluso antes de haber ingresado y luego seguimos conectados a través de la cátedra, tenemos una vida común con muchos de nuestros colegas y esa vida común nos brinda muchas satisfacciones y es necesario que ustedes lo tengan presente. No es esto una obligación de seguir en cátedras universitarias ni nada por el estilo pero si sería una invitación de esta Universidad y de esta Facultad de Derecho de que el que tenga inquietudes nos acompañe en los claustros universitarios.

En el ejercicio de la profesión ustedes tienen que tener de todo. Tienen que tratar a la persona que pide su asesoramiento con dignidad y trato equitativo, buen trato, que es lo que no abunda en nuestro país. Nosotros en nuestro país tenemos todo pero no lo llevamos a la práctica. Nos dijeron que era un país condenado al éxito. Parece que es un país condenado al fracaso. Pero ustedes tienen que rever esos dichos y rever esta posición que estamos adoptando en este momento. Tenemos que revertir la situación y el abogado como operador, como operador político también porque ocupan cargos en los diversos estamentos ya sea en el Poder Legislativo, el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial, pueden cambiar la situación. En estos momentos de cambio es cuando las ideas se imponen. Y se imponen ideas que creo yo tienden al progreso de la ciencia pero también al servicio de la humanidad. Tienen que tener presente algo muy importante. En nuestro sistema de derecho, en este momento, lo importante, lo trascendente es la persona. La persona natural, la persona humana. Ese es el eje del sistema y a ella tenemos que brindar todo. ¿Por qué digo esto? Porque estuvimos en algún tiempo engañados creyendo que la persona estaba al servicio del Derecho y que el Derecho estaba al servicio de la Economía. Ni la Economía ni el Derecho tienen prioridad ni privilegio sobre la persona humana. Este país que es un país que no tiene un desarrollo totalmente logrado, lo que tenemos que resguardar es justamente la gente, el ciudadano, el que normalmente pide justicia y a veces no se la dan.

No se la dan a veces porque no lo dejan y a veces porque por algún problema los jueces no se expiden como deberían expedirse. Por eso es que a partir de este instante ustedes tienen esta labor importante que desarrollar. La ética profesional es fundamental. No tienen que sólo informar al cliente, defender al cliente sino también que manejarse con ciertos valores que no pueden alienarlos, que no pueden dejarlos de lado por ninguna causa. No es cierto que el que piensa únicamente en los honorarios llega a buen puerto. Muchos de los que piensan justamente en el cliente y en los derechos del cliente son los que al final obtienen éxito en el ejercicio profesional.
No me queda mucho para decirles sino más que nada recordar algo que me imagino que ustedes tendrán en sus sentimientos y es el acompañamiento que tuvieron en la vida universitaria de los padres, de las novias, de las esposas, de los esposos, de los hijos en este momento en que en vuestras mentes corren a borbotones muchas ideas, tienen que tener fundamentalmente presente es que tienen que desempeñar todo esto con equidad.

Yo agradezco al señor Vicedecano, a los miembros del Consejo Directivo y a esta Universidad que me hayan brindado la oportunidad para dirigirme a todos ustedes y lo único que me resta es brindar por ustedes, éxito profesional así como también desearles muchas felicidades por las fiestas que se avecinan.

Muchas gracias.