Discurso pronunciado por el Dr. Luis Mariano Genovesi

Acto de colación de grado del día 6 de marzo de 2009

Señor decano profesor emérito Dr. Atilio Alterini, señor secretario académico profesor Gonzalo Álvarez, señor secretario de investigación profesor consulto Eduardo Barbarosch, noveles graduados y graduadas, colegas, familiares y amigos.

Hoy es un día de júbilo, hoy es un día de gran alegría para esta Casa porque vamos a entregar 156 diplomas: 146 abogados y abogadas, seis traductoras y traductores públicos, un procurador y dos profesores para la enseñanza media y superior en Ciencias Jurídicas.

Hoy se corona un esfuerzo de muchos años, no sólo de ustedes que han dedicado horas y mucho sacrificio para realizar sus estudios, sino también de sus familiares, de sus padres, de sus parejas, de sus hijos, quienes resignaron tiempo y dedicaron esfuerzo para que ustedes estén sentados en este Salón de Actas para recibir su diploma.

El diploma que hoy van a recibir les va a conferir el derecho de ejercer la profesión que han estudiado y permitirá reconocerles como tales. Deben estar orgullosos de llevar y de tener el título de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, que es una de las facultades más reconocidas en habla hispana y en el mundo.

Pero debo señalarles que, además, tienen una serie de obligaciones, porque han podido estudiar gracias a los impuestos que han pagado todos los habitantes de nuestra Patria, muchos de los cuales sus hijos jamás podrán estudiar en esta Universidad. Entonces el compromiso que ustedes asumen al momento de recibir el diploma es múltiple: es un compromiso con el servicio público, es un compromiso con la Justicia, es un compromiso con las libertades públicas; compromisos que deberán honrar a lo largo de toda la vida.

El año 2008 fue un año muy particular para nuestro país. Se cumplieron 25 años de la recuperación democrática que estamos en proceso de consolidación. Ustedes son hombres y mujeres de Derecho y deben asumir el compromiso con la defensa de la democracia y de los derechos humanos.

También el año pasado fue el 70° aniversario de la Reforma Universitaria, movimiento generado en Córdoba a partir del movimiento estudiantil que sentó las bases de la universidad moderna, de la universidad pluralista, de la libertad de cátedra y del cogobierno universitario.

Ustedes han dejado de ser estudiantes para convertirse en graduados. Como estudiantes participaron del cogobierno universitario y ahora deberán hacerlo como graduados. Es un compromiso que deben asumir con la Universidad porque ella se nutre no sólo del esfuerzo de los profesores, sino también de la participación de los estudiantes y de los graduados en los distintos claustros universitarios.

Debo recordarles que hoy no termina su vida académica sino que se inicia una nueva etapa. Los desafíos de la Argentina y los desafíos de un mundo globalizado exigen la capacitación y el estudio permanente. La Facultad de Derecho es su casa y van a tener las puertas abiertas a través del Centro de Graduados y del Departamento de Posgrado donde podrán capacitarse y actualizarse.

Seguramente, les dé un poco de nostalgia cuando bajen por las escalinatas de la Avenida Figueroa Alcorta, miren hacia atrás y vean las puertas que se están cerrando. En realidad son puertas que se están abriendo. La Facultad de Derecho es su alma mater y lo será por siempre. Recuerden que esta ceremonia no es un “adiós” sino un “hasta pronto”, los estaremos esperando. Estamos muy orgullosos de todos ustedes y les deseamos el mayor de los éxitos en esta nueva etapa de sus vidas que inician.

Muchas gracias.