Discurso pronunciado por el Dr. Carlos Cruz

Acto de colación de grado del día 11 de septiembre de 2009

Señor Decano Profesor Emérito, Dr. Atilio Aníbal Alterini, señor Secretario Académico, Dr. Gonzalo Álvarez, señor Secretario de Investigación Profesor Consulto, Dr. Eduardo Barbarosch, profesores, graduados, familiares:

Acto de entrega de diplomas: acto de pasaje, rito de iniciación. Ustedes están terminando una etapa de su vida que la han compartido con esta Facultad. Etapa de su vida donde han tenido angustias, frustraciones, logros y alegrías, que son las propias de la vida y que la han podido compartir en esta Facultad, donde han hecho sus estudios y donde han tenido el privilegio de estudiar en una de las Casas Universitarias de más alto prestigio a nivel internacional; donde han tenido la oportunidad de hacerlo en una Facultad pública, laica, democrática y gratuita.

Me quiero referir especialmente a este último aspecto de la educación pública: han podido hacer sus estudios en forma gratuita y lo han podido hacer porque una parte importante de nuestra sociedad día a día con el pago de sus impuestos, en un sistema impositivo regresivo, donde una parte de la carga impositiva cae sobre los sectores de menos recursos, día a día con sus aportes han hecho posible que ustedes hagan estos estudios en forma gratuita. Ustedes saben bien que si hubieran tenido que pagar aranceles anuales de U$S 40.000 o U$S 50.000, como se hace en muchas Universidades de Europa, de América del Norte y América Latina, muchos de ustedes no hubieran podido realizar sus estudios en esta Universidad. Han tenido la posibilidad de hacerlo y a partir de eso, todos los que somos egresados de la Universidad pública tenemos que tener presente un profundo agradecimiento y una deuda con esos sectores de la sociedad que hicieron posible que hoy estemos aquí. Esa deuda y reconocimiento también tiene que estar presente en el futuro desarrollo de nuestra vida. No porque sí el Estatuto de la Universidad de Buenos Aires, reconociendo esta situación expresamente prevé que la Universidad no se desentiende de los temas y problemas de la sociedad argentina. Esto es un punto de referencia para el desarrollo futuro de sus vidas, que no son solamente profesionales y entiendo que todos debemos tener presente.

Se abre una nueva etapa, que también va a tener dudas, frustraciones, ansiedades, temores, también logros y beneficios. Todos estamos permanentemente abriendo y cerrando etapas. Nosotros cerramos y abrimos etapas de la Universidad. El cierre de etapas como ustedes están haciendo, que es la culminación de un proceso, deja abierto el espacio para nuevos desafíos, por eso son buenos en este sentido los pasajes y los cambios. Para esta nueva etapa que se abre, también con las incertidumbres que la mayoría de ustedes tiene en este momento de cómo voy a poder desarrollar mi profesión, mi actividad, mi vida futura, también me quiero referir a un aspecto importante, en esta idea de pasaje.

No terminan los estudios con el título de grado. Hoy algunas estimaciones indican que si un egresado universitario de promedio 25 años quiere continuar trabajando, ejerciendo su profesión, en la actividad pública, privada, en la Magistratura, hasta los 75 años tiene que regenerar 5 veces sus conocimientos. Estos son los estándares actuales, quizás en el futuro esto sea un requerimiento mayor, no habrá que regenerar 5, tal vez 6 o 7 veces los conocimientos. Esto indica que la formación básica que les ha dado la Universidad ustedes la tienen que reactualizar. Por eso les digo a los alumnos, colaboradores, a los chicos jóvenes: “tómense unos meses de descanso merecido para repensar y reorganizar pero no mucho más, pónganse a pensar en las Maestrías, en los Doctorados, en las Carreras de especialización”. Eso les va a permitir no sólo mantener actualizados los conocimientos y entonces reducir los temores frente a las incertidumbres del ejercicio profesional, sino que también les va a permitir una práctica sana, más criteriosa, más razonable en una profesión que tiene que ver con los problemas de la gente que desde distintos lugares los abogados procuramos resolver. Por eso la invitación a continuar con los estudios, a continuar capacitándose, a mantener el vínculo con la Universidad, eso también les va a servir como un eje, como una compañía para el desarrollo de sus vidas. En este sentido, la Facultad es muy gustosa de volverlos a recibir. Es un placer cuando uno dicta cursos de posgrado y se vuelve a encontrar con los alumnos de grado, a veces siguen una orientación de la materia que nosotros estamos dictando y eso es un doble placer.

El estudio, la capacidad de introspección, el tener presente que estamos para resolver problemas de la sociedad, que el abogado opera con instrumentos de control social, que más allá de la técnica, de los términos procesales, de los plazos de los recursos, tiene que saber esa técnica en qué contextos se aplican y para qué sirven, y que muchos de ustedes sabrán de trabajar y colaborar en la tarea legislativa.

Por todo esto, les deseo la mejor de las suertes en esta nueva etapa que se les abre y los nuevos desafíos que se les abren, pero que tienen que ver con una cosa esencial para su desarrollo, que son los desafíos, aceptar los desafíos de la vida y desarrollar la vida a partir de desafíos. Mucha suerte. Buenos días.