Discurso pronunciado por la Dra. Andrea Mensa González

Acto de colación de grado del día 5 de diciembre de 2014

Andrea Mensa González

Andrea Mensa González

Buenas tardes a todos. Antes que nada, agradecer a la Facultad el honor, que en lo personal implica tener la oportunidad en este momento tan especial para la vida de todos los que estamos aquí reunidos, de poder dar unas palabras a los nuevos egresados, a los nuevos abogados.

Cuando me propusieron de dar estas palabras de despedida y de bienvenida de acuerdo a si lo vemos como estudiante o como abogados, me preguntaba qué era lo importante de decir en un momento como este en donde los protagonistas indudablemente son ustedes y quieren recibir su diploma e ir a festejar con sus afectos. Y pensé que quizás, en un momento, como decía, tan especial como hoy es bueno recordar quiénes estuvieron y quiénes fueron los que de alguna manera colaboraron para que hoy ustedes estén atravesando por un día, supongo, muy especial, no sé si el más especial de la vida de ustedes pero sí uno de los más importantes. En este logro que ustedes, hoy, ven efectivizado con la entrega de un diploma, hay muchos que han tenido que ver. Por un lado los profesores, la facultad, la universidad que de alguna manera hemos intentado poner nuestro gramo de arena para que hoy ustedes salgan con una herramienta muy importante a trabajar, a buscar un futuro mejor, a transformar esta sociedad en la cual hoy todos vivimos; en sus familiar, en sus afectos que seguramente han estado ahí al lado de ustedes haciéndoles el apoyo, dándoles ánimo en momentos difíciles, en las circunstancias que han ido atravesando cada vez que rendían cada una de las materias, ese ánimo que toda la familia y los afectos pusieron.

Pero, no nos podemos olvidar y me gustaría que ese sea el mensaje, por lo menos, que yo les dejo hoy, en alguien que quizás no está hoy presente aquí, pero que quizás es quien más ha tenido que ver en mucho en que ustedes hoy se reciban, tengan su diploma como abogado y salgan a la calle. Y es en la sociedad en su conjunto, en la sociedad que con sus impuestos, con su contribución ha permitido que todos y cada uno de ustedes haya podido formarse, hay podido tener, hoy, un título.

Muchos de los que están acá han tenido la suerte de pertenecer a una universidad, de formarse en una universidad, en una de las más prestigiosas que hay en Latinoamérica, gracias al aporte de muchos argentinos que quizás nunca tengan la oportunidad de pasar ni siquiera por una escuela primaria y que con su aporte, contribuyen a que ustedes, hoy se puedan formar cuando aportan para el sostenimiento de la Universidad Pública. Y me parece que ahí es donde, hoy, se genera un compromiso por parte de ustedes de tratar de devolverle a esa sociedad, en parte, lo que ella ha hecho por ustedes. Es decir, tratar de que a partir de que ustedes empiecen a trabajar en el rol que cada uno de ustedes desempeñe en el futuro lo pueda hacer con responsabilidad, lo pueda hacer con un compromiso social que trate de mejorar este mundo en el cual hoy todos estamos viviendo. Un mundo que está signado fundamentalmente por muchas desigualdades, injusticias, y hoy ustedes tiene una herramienta muy importante en sus manos para poder aportar su grano de arena para construir un mundo mejor. Y en eso, me parece, que radica el compromiso que ustedes tienen que asumir para con la sociedad, para con esta facultad que trató de brindarles lo mejor que tenía a través de sus instituciones, de sus autoridades, de sus profesores y de todo lo que puso al alcance de ustedes para que hoy ustedes salgan como lo que son, como abogados formados, comprometidos y con todas las herramientas a su alcance para poder transformar esta sociedad, para poder lograr un mundo más justo, más equilibrado en donde se pueda llegar a tener una plena vigencia de los Derechos Humanos, donde se pueda fortalecer un sistema democrático de gobierno. Y Ustedes tienen en sus manos la oportunidad de poder colaborar firmemente en la construcción de esta sociedad.

No quiero robarles más minutos a los protagonistas que son ustedes, lo único que me resta es felicitarlos por el logro que cada uno de ustedes han conseguido en forma individual y a sus familiares que hoy nos acompañan agradecerles por haberlos apoyado porque en la concreción de este títulos hay tres partes: los estudiantes, hoy egresados, la universidad y la familia, los afectos que han estado colaborando y dándoles ánimo cuando decaían.

Muchísimas gracias por la atención y felicitaciones a todos.