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Año VI - Edición 111 06 de septiembre de 2007

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Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho - Vida y obra de Ernesto Quesada

  • Nota de Tapa

En otra de las reuniones del Seminario Permanente sobre la Historia de la Facultad de Derecho que organiza el Instituto de Investigaciones Jurídicas y Sociales “Ambrosio L. Gioja”, el 15 de agosto pasado fue invitado el Dr. Thomas Duve, de la Universidad de Munich, quien disertó acerca de la vida y la obra del Dr. Ernesto Quesada, protagonista intelectual y político en nuestro país a fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
 
Como siempre, la velada se llevó a cabo en el Salón de Usos Múltiples del Instituto, donde también estuvieron presentes otros estudiosos de este polémico personaje de la vida argentina, entre ellos el Dr. Víctor Tau Anzoátegui.

El hecho de que Thomas Duve, un profesor alemán, sea uno de los máximos conocedores de la vida de Quesada no es un hecho casual, sino que responde al estrecho contacto que este jurista, sociólogo y político argentino tuvo siempre con el pueblo germano al cual donó antes de su muerte su biblioteca de 82.000 volúmenes y que ha servido para fundar el Instituto Iberoamericano de Berlín.

“Quesada hizo muchos esfuerzos por hacer entender a los alemanes sobre la realidad latinoamericana”, enfatizó Duve, quien también explicó que ese hecho fue siempre bastante problemático en la vida del escritor argentino, puesto que mantener un contacto estrecho con Alemania en tiempo de entre guerras era algo que no era muy bien visto por vastos sectores de la academia nacional.

Según contó Duve, Ernesto Quesada nació en 1858, hijo de Vicente Quesada, quien fuera una importantísima figura en la política argentina y que ejerció como director de la actual Biblioteca Nacional. Los biógrafos de Ernesto Quesada se refieren a él generalmente como sociólogo, historiador y a veces como escritor. Sin embargo, pocos lo reconocen actualmente como un jurista y mucho menos se lo recuerda como magistrado o como Decano de la Facultad de Derecho.

Quesada fue ante todo un viajante. Ya en 1872, su padre lo llevaría a Europa, donde inició sus primeros estudios de historia de las ciencias clásicas en el Gymnastium de Trieste. Durante ese viaje, visitó numerosas bibliotecas debido a la actividad de su padre, y allí se entrevistó con figuras destacadas de la vida política nacional como Juan Manual de Rosas (en Southampton) y con Merceditas de San Martín (en París).

De regreso a Buenos Aires, se incorporó al Colegio Nacional, donde compartió sus estudios con Rodolfo Rivarola. A los 20 años ingresa en la Facultad de Humanidades y en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Entre tanto, ayudaba a su padre en la Biblioteca.

Sin embargo, a mitad de la carrera, suspende sus estudios y regresa a Europa para ingresar en las Universidades de Leipzig, Berlín y París. “Allí conoció a los más famosos exponentes positivistas del momento”, comentó Duve, entre quienes se encontraba quien sería uno de sus máximos referentes, Wilhelm Maximilian Wundt. A su regreso a la Argentina (“vuelve con el barco que traía las cenizas de San Martín”), publica en 1882 su tesis sobre el Régimen de Quiebras y se recibe de abogado.
En su vida sentimental, Quesada contrajo matrimonio en 1883 con Eleonora Pacheco, nieta del Gral. Ángel Pacheco, con la cual tendrá cinco hijos hasta el divorcio en 1912. Una vez casado, vuelve a viajar al exterior, pero esta vez visita también los países anglosajones. En Argentina, instala un estudio de abogados, es director de varias empresas y ocupa cargos políticos importantes. En este último rol desataría muchas polémicas, entre las cuales se recuerda un duro enfrentamiento que mantuvo con Lisandro de la Torre.

En 1898, la publicación de su libro “La época de Rosas”, comenzaría a darle respeto académico. Al mismo tiempo, ingresa en la carrera judicial y es nombrado magistrado hasta que se jubila en 1926. En las primeras décadas del siglo XX, Quesada realizó varios viajes alrededor del mundo para redactar informes oficiales sobre la experiencia de otros países en materia de educación y derecho. Llegó a visitar países del África, como Argelia y Túnez, y todos sus informes se encuentran documentados y reflejan en gran parte muchas de las ideas que él adoptaría más tarde.

Duve luego comentó que los intereses intelectuales que ocuparían la vida adulta de Quesada fueron la actividad docente, la sociología, y el otrora en boga panamericanismo. Su intensa actividad le amerita el nombramiento como Primer Titular de la Cátedra de Sociología de la Facultad de Letras de la UBA.

Lo que más intriga a Duve es por qué Quesada terminó sus días retirado en Suiza, aislado de todo el mundo, y en un lugar llamado “Villa Olvido”.

Algunos motivos posibles podrían ser su germanismo, o el hecho de su divorcio, o que se hubiera vuelto a casar con una mujer alemana. Sin embargo, para nuestro invitado, el origen de este aislamiento pudo haber tenido que ver con su paso turbulento por la Facultad de Derecho de la UBA, que prácticamente lo tuvo siempre en el olvido.

Su primer acercamiento a la Facultad de Derecho se dio como miembro de la Academia de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, que a principios del siglo XX llevaba las riendas en la casa de estudios. Aunque sin un cargo oficial como docente, Quesada tuvo intervenciones bastante importantes en la enseñanza jurídica. A principios de siglo realizó un informe sobre la enseñanza del derecho en París, donde destacaba la importancia de la universidad en la formación de futuros dirigentes y la necesidad de una apertura hacia las ciencias sociales. De hecho, también tomó partido en los sucesos reformistas, y fue siempre muy crítico de la poca dedicación e investigación de los docentes de la Facultad.

Su más importante trabajo académico lo realizaría no obstante en la Universidad de La Plata y también como Decano de la Facultad de Letras de la UBA. Recién en 1919, a la edad de 61 años, le asignan una cátedra en la Facultad de Derecho de la UBA: “Política y Tratados Panamericanos”. En sus clases, Quesada defendía la profesionalización, la investigación, la especialización, y el papel del abogado dentro de la sociedad. A pesar de sus variados gustos, Duve destacó la “unidad en su producción intelectual”.

La actividad universitaria de Ernesto Quesada terminaría, con los votos mayoritarios de sus pares, como interventor de la Facultad de Derecho, en medio de los tumultuosos años de la reforma. “Aceptó el cargo pero consignó que había hecho esfuerzos para que se nombrara a otra persona”, apuntó finalmente Duve, quien explicó que esta función como interventor le trajo a Quesada muchas enemistades y disgustos que lo acompañarían hasta el final de sus días.

Thomas Duve nació en Hamburgo, y es Doctor en Derecho y filósofo por las Universidades de Munich y de Baviera. Es Profesor de Historia del Derecho y Derecho Romano en la Universidad Católica Argentina (UCA), Miembro Titular del Instituto de Investigaciones de Historia del Derecho en Buenos Aires, y Miembro asociado del Grupo de Investigación Especial de la Comunidad de Investigaciones Alemanas (Deutsche Forschungsgemeinschaft, DFG) en la Universidad de Munich.