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Año XVII - Edición 302 17 de mayo de 2018

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Segundo congreso doctoral internacional sobre desafíos globales para la democracia

  • Nota de Tapa

El 26 y 27 de abril se llevó a cabo el “Segundo congreso doctoral internacional sobre desafíos globales para la democracia”, organizado por la Facultad en conjunto con la Universidad de Chile. De esta edición, también participaron docentes y doctorandos de la Universidad de Santa Cruz do Sul (UNISC).

La apertura de la actividad estuvo a cargo de Marcelo Alegre, secretario de Investigación de la Facultad, Jonatan Valenzuela, director de investigación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, y Flavia Carbonell, directora del Programa de Doctorado en Derecho de la Universidad de Chile.

Las jornadas versaron en torno a cinco mesas temáticas en las que doctorandos y docentes de las instituciones compartieron sus trabajos y comentarios.

El 26 de abril, el primer panel giró en torno al eje “Cambio climático y protección ambiental” y contó con la participación de Angeline González, Juan Carlos Fernández, Violeta Radovich, Ana María Jaime y Ezio Costa. Los comentarios estuvieron a cargo de las profesoras Clara Minaverry y Silvia Nonna.

Durante la tarde, las exposiciones versaron sobre “Autonomía y derechos fundamentales”. En este caso, los profesores María Laura Böhm, Liliana Galdámez y Roberto Gargarella hicieron observaciones a los trabajos de Celeste Novelli, Claudia Rodrigo, Jaime Lorenzini, José Sánchez y Oliver López.

El día 27 de abril, la jornada comenzó con la mesa sobre “Institucionalidad democrática” en la que intervinieron Nahuel Maisley, Segundo Méndez Acosta, Francisco Agüero, Gissella López, María Cristina Gajardo y Felipe Dalenogare Alves.Los profesores Liliana Galdámez, Jonatan Valenzuela, Marcelo Alegre, Mónica Clarissa Hennig Leal y Rogério Gesta Leal realizaron devoluciones a los doctorandos.

La temática “Exclusión social e infancia y adolescencia” fue abordada en el último panel del congreso dividida en dos momentos. En una primera instancia, Maximiliano Carrasco, Gustavo Poblete y Mariano Kierszenbaum presentaron sus trabajos que fueron comentados por los profesores: Laura Pautassi, Pilar Arcidiácono, Mary Beloff y María Paz Gatica. En una segunda mesa, expusieron los doctorandos José Leyton y Sergio Rea,mientras que Decio Mettifogo junto a María Paz Gatica compartieron sus apreciaciones de las ponencias presentadas.

Marcelo Alegre ofreció las palabras de bienvenida y recordó el trabajo conjunto que se viene realizando con la Universidad de Chile en ámbitos como el Seminario Latinoamericano de Derecho Constitucional (CELA), Sui Iuris y la Asociación Iberoamericana de Escuelas de Derecho. “Es muy importante la posibilidad para los estudiantes de doctorado de poder sumergirse en un diálogo, un intercambio regional, global, poder compartir puntos de vista. Nuestras culturas jurídicas lamentablemente están muy volcadas hacia adentro, de modo que tenemos mucho para aprender de nuestros colegas de otros países, de otras universidades. Y siempre es bueno darles una prioridad a nuestros vecinos, a nuestros hermanos”, sostuvo.

Jonatan Valenzuela destacó “la posibilidad que supone poder llevar adelante, ya en su último año, un nexo y un vínculo que es particularmente intenso con una de las más importantes comunidades académicas del Cono Sur, y de Latinoamérica seguro, en el ámbito de la investigación jurídica”. Y agregó: “En esa medida, quisiera convocarle a los doctorandos sobre todo de nuestro programa y también de la UBA, de poder disfrutar de este ámbito, de poder compartir y encontrarse con personas de comunidades académicas que están muy en forma, muy cerca de nuestro espacio geográfico, para cuestionar precisamente esa noción de espacio geográfico que se vincula a la investigación”.

Flavia Carbonell reconoció la importancia de este tipo de iniciativas en tres aspectos: “Creemos en actividades académicas de alto nivel donde los doctorandos debatan de igual a igual con personas que ya tienen cierta trayectoria en la investigación y sean sometidos a esos mismos parámetros de rigurosidad científica y de intercambio de ideas”. Seguidamente, indicó que “en segundo lugar, se trata de un proyecto interesante porque intenta una internacionalización y un diálogo transfronterizo que nos permite conocer mejor la producción científico-jurídica del Cono Sur y generar este espacio para producción propia de ideas y no siempre mirar lo que sucede en otras latitudes”. 

En tercer lugar, señaló que la “interdisciplinariedad a la que se abre el programa colaborando con la Facultad de Psicología tanto de la Universidad de Chile como de la Universidad de Buenos Aires, y en un futuro, también extenderse a otras disciplinas de las ciencias sociales, es un paso necesario para que exista una diálogo real respecto a las herramientas de estas otras disciplinas y cómo esas otras miradas puedan contribuir seriamente al desarrollo de las ideas jurídicas”.