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Año XVIII - Edición 329 31 de octubre de 2019

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Primera jornada de actualización sobre violencia de género

  • Nota de Tapa

En el Salón Azul, el 9 de octubre se llevó a cabo la “Primera jornada de actualización sobre violencia de género”, organizada en conjunto por el Área de igualdad de género y diversidad para estudiantes y el Departamento de Práctica Profesional.

Participaron del evento en calidad de panelistas: Genoveva Cardinali (fiscal en lo Penal y Contravencional de la CABA, a cargo de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de la UF Este), Natalia Figueroa (directora nacional del Centro Nacional de Asistencia a las Víctimas de Delitos), Nicolás J. Papalía (secretario de Cámara de la Secretaría Judicial, Fiscalía General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y coordinador del Cuerpo Interdisciplinario de Protección contra la Violencia Familiar del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación) y Malena Derdoy (titular de la Dirección General de Acompañamiento, Orientación y Protección a las Víctimas del Ministerio Público Fiscal de la Nación, DOVIC). María Belén Dileo coordinó el intercambio.

Para comenzar, Virginia Badino (directora del Departamento de Práctica Profesional) brindó unas palabras de apertura y agradeció la presencia de los asistentes. “Tenemos el privilegio de contar con un panel de prestigiosas figuras que nos van a mostrar diferentes aristas de un tema tan presente y cotidiano, como es la violencia de género”, manifestó y agregó: “Esta violencia genera vulnerabilidades y grandes heridas. Tenemos que recomponer el tejido social y curar esas heridas. Esta es una de las etapas tendientes a lograr ese objetivo”.

Seguidamente, Genoveva Cardinali comenzó diciendo: “Debemos considerar a la violencia de género como un asunto de políticas públicas y de derechos humanos. Mantener la problemática en privado, en la intimidad del hogar, es lo que posibilitó que siguiera vigente durante tanto tiempo”. Luego disertó en torno a la evolución de esta temática dentro de la Justicia. En este sentido, puntualizó que la Corte Suprema de Justicia de la Nación advirtió que tanto la Convención sobre la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer como la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer estaban alertando que se debía cambiar la forma de trabajar. “Entonces se creó en el año 2008 la Oficina de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte y se empiezan a tomar las denuncias de otra forma”, detalló. Y recordó que “en cabeza de Carmen Argibay se creó la OM que es la Oficina de la Mujer”, en cuyo marco se decidió capacitar a las operadoras y los operadores judiciales conforme lo exigen los compromisos internacionales que suscribió el Estado argentino y es así que empezaron los primeros talleres para introducir la perspectiva de género en la argumentación jurídica.

Natalia Figueroa, por su parte, se refirió a la revictimización de las mujeres víctimas de violencia. “Lo que nos ha pasado a abogados y abogadas es que cuando nos hablaron de revictimización nos hicieron creer que nosotras y nosotros no estábamos en condiciones de escuchar a las mujeres víctimas y que para eso están los psicólogos y las psicólogas o los trabajadores sociales dado que tienen herramientas diferentes a las nuestras”, introdujo.

Más adelante, problematizó en torno a la propia definición de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), que establece que la revictimización es la reexperimentación del hecho traumático y que se produce cada vez que la víctima tiene que recordar aquello que declaró o le ocurrió. “Entonces, habitualmente, el Poder Judicial toma esta idea de una manera férrea para decir que a la víctima no hay que escucharla y, por lo tanto, lo mejor es que ella siga por su camino y nosotros por el nuestro haciendo lo que sabemos hacer que es buscar prueba, utilizándola como objeto de prueba sin que ella pueda opinar o decidir cuál es su voluntad en relación con los hechos”, desarrolló y contrargumentó: “En nuestra experiencia, que las víctimas puedan poner en palabras aquello que han vivido y sufrido es el inicio de su reparación, de modo que cuando el Poder Judicial empieza por creerles y atender a sus necesidades ese es el puntapié inicial para que ellas dejen su lugar de víctimas y puedan ponerse en el lugar de sobrevivientes de violencia”.

A continuación, Nicolás J. Papalía expuso sobre la problemática acerca de qué hacer con los varones que ejercen violencia y, en primer término, sostuvo que plantear esta cuestión tiene la intencionalidad política de permitir revisar críticamente y repensar el modo en el que se entiende la violencia de género y las políticas que actualmente se implementan para el trabajo con aquellos varones que ejercen violencia.

A modo de introducción, explicó que el concepto de género es un concepto relacional: “Esto significa que las representaciones sociales de lo que entendemos por femenino y masculino no son un compartimiento estanco, sino que varían de acuerdo a cuál es el contexto histórico y cultural en el que nos encontramos”, y enfatizó: “La consecuencia de entender la cuestión del género como relacional es que no hay un único modelo de ser varón”. Además especificó que “los estudios de las masculinidades también nos dicen que el ejercicio de la violencia tiene que ver con la imposición de la sociedad de un determinado modelo de masculinidad que es lo que se identifica como modelo hegemónico o androcéntrico”. En consecuencia, señaló: “Toda persona que quede por fuera de este modelo hegemónico va a padecer de violencia y discriminación por razones de género. Las primeras que quedan afuera son las mujeres y también otros sujetos que no encajan dentro de estas características”. En esta línea, indicó que los varones están formados y socializados desde pequeños con un estrecho vínculo con la violencia basado en el modelo de masculinidad hegemónica.

Finalmente, Malena Derdoy disertó acerca del rol de la víctima en el proceso penal y en las currículas de las facultades de derecho. “Lo que hacemos desde DOVIC es trabajar un rol de víctima distinto al que estamos acostumbrados, acompañamos a la víctima en el marco del proceso penal como protagonista, contraposición al rol de la víctima subordinada, que en todo caso es una herramienta en el marco probatorio”, puntualizó y subrayó que “el rol protagónico de la víctima puede ser posible y real en un sistema acusatorio porque en un sistema inquisitivo la víctima va a seguir estando relegada”.

Por otro lado, expuso que el rol más difícil que se tiene como operadores de la Justicia que acompañan víctimas en el marco de un proceso penal es lograr que se le crea a la víctima: “Estamos en estructuras patriarcales tan profundas que es mucho más fácil pensar que esa mujer ha mentido o ha inoculado el relato sobre un niño antes de pensar que un varón progenitor pueda abusar de su propio hijo”.

Dentro de los programas de la DOVIC, compartió que se ha identificado en el marco del acompañamiento a las víctimas de violencia de género, maltrato y abuso sexual infantil que “muchas veces es más fácil interrogar a la víctima que preguntar. Ahí hay un primer punto a modificar: a la víctima no se la interroga, se la entrevista”.