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Año X - Edición 182 22 de septiembre de 2011

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Presentación del libro “La Constitución en 2020. 48 propuestas para una sociedad igualitaria”

  • Nota de Tapa

Con motivo de la celebración de la semana de igualdad, durante la tarde del 15 de septiembre se realizó en el Salón Rojo de esta Casa la presentación de la obra “La Constitución en 2020. 48 propuestas para una sociedad igualitaria”, actividad organizada por la Cátedra de Derecho Constitucional de Roberto Gargarella e Igualitaria (Centro de Estudios sobre Democracia y Constitucionalismo).

Tal como lo indica el título de la publicación, la propuesta gira en torno a evaluar las posibles sugerencias sobre las futuras modificaciones que podrían incluirse en nuestro texto constitucional en los próximos años.

Lo logrado en esta obra es una experiencia inédita en la Argentina, en la que Igualitaria (Centro de Estudios sobre Democracia y Constitucionalismo) y esta Facultad convocaron a una diversidad de especialistas a estudiar desde una mirada crítica algunas de las principales reformas que podrían realizarse a nuestra Carta Magna. La obra en cuestión reúne casi cincuenta propuestas para repensar los derechos y la organización del poder. Semejante desafío se sustentó en dos premisas fundamentales: en primer lugar, el contar con una mirada inconformista frente al orden y la práctica constitucionales vigentes; y, en segundo lugar, la aspiración de un constitucionalismo más igualitario.

Por otro lado, es dable a destacar que el libro que en esta oportunidad se ha presentado encuentra su punto de inspiración inicial en el proyecto conocido por “The Constitution in 2020”, desarrollado por Jack Balkin y Reva Siegel, ambos profesores en la Universidad de Yale de los Estados Unidos.
La Constitución en 2020, atento a las peculiaridades de nuestro contexto y trayectoria constitucional, es un ejercicio de aproximación que conjetura sobre el modo en que nuestra Constitución del futuro debería tratar cuestiones tales como: el principio de igualdad, el derecho de propiedad privada, los derechos previsionales y la seguridad social, los derechos ambientales, la libertad de expresión, la familia, la democracia, la representación y la participación política, el presidencialismo, la organización del Poder Judicial, el derecho de los pueblos originarios, los Derechos Humanos y la política criminal, entre tantos otros.

En el evento de presentación, acompañaron a los autores que participaron de la elaboración de la obra, la Decana Mónica Pinto y Roberto Gargarella, quien estuvo encargado de compilar los distintos aportes que luego conformarían la publicación.

“Surgió como un proyecto de amigos y compañeros de generación destinado a repensar a la Constitución Argentina desde un punto vista particular, desde un punto de vista especialmente preocupado por la igualdad”, explicó Gargarella.
Además, se pidió por la colaboración de una enorme cantidad de invitados dispuestos a sumarse a esta empresa. En el grupo de trabajo fue posible atestiguar la confluencia de una amplia diversidad ideológica, de pareceres y hasta de género.

Pinto, por su parte, afirmó que “estamos en una sociedad que siempre habla de las instituciones y del país como si fueran cosa de otro” y añadió “el hacerse cargo de que es nuestro constitucionalismo, nuestra Constitución, es un dato más que elocuente y es también un síntoma de alguna preocupación por lo que ese constitucionalismo y esas bases constitucionales tienen de importancia en la vida social de cada uno de nosotros”.

Entendiendo la Constitución como un pacto entre iguales, la Decana subrayó que dicha igualdad debe extenderse ampliamente por medio de aquellos trazos hallados en nuestro texto supremo que anticipan la igualdad en la organización económica y social del Estado.

Advirtió que aún subsisten ciertos colectivos sociales que no encuentran sus derechos igualmente consagrados ni en el sistema normativo, ni en la propia Constitución. Sumándose a la línea argumental adoptada en la obra, se preguntó en voz alta: “¿Por qué, aunque todos somos iguales, la protección de nuestros derechos no es tan igual?”.

Por otro lado, Pinto comentó que el texto pone también al descubierto una realidad lacerante que convive diariamente con nosotros bajo las sombras. La exclusión, la pobreza extrema, no puede ser comprendida en su totalidad sólo limitándonos a variables puramente económicas. Sabido es que quien se encuentra en una situación de pobreza, además de carecer de recursos económicos suficientes, está imposibilitado de desarrollarse plenamente, muchas veces siendo también objeto de las más crueles de las marginaciones existentes en nuestra sociedad. Destacó como un rasgo positivo que en la publicación se elevan en el análisis las consideraciones sobre los derechos económicos, sociales y culturales. De hecho, subrayó que es indisoluble el vínculo presentado entre los derechos económicos, sociales y culturales con los derechos civiles y políticos. En referencia a estas dos grandes clasificaciones de derechos agregó que “inexorablemente cuando un grupo de derechos está dañado el otro también se ve perjudicado”.

Finalmente, señaló la inclusión de la cuestión de discriminación de género y, sobre ello indicó que la democracia se vuelve más plena cuando hay un trato igualitario entre hombre y mujeres, sin distinciones arbitrarias de ninguna índole.

“Surgió como un proyecto de amigos y compañeros de generación destinado a repensar a la Constitución Argentina desde un punto vista particular, desde un punto de vista especialmente preocupado por la igualdad”, explicó Gargarella.