¡Seguinos!

Año XXI - Edición 383 10 de noviembre de 2022

Buscar

Presentación del libro Juzgar los crímenes de Estado. A 15 años de la reapertura de los juicios en la Argentina

  • Nota de Tapa

En el Salón Rojo, el pasado 25 de octubre, se realizó la presentación del libro Juzgar los crímenes de Estado. A 15 años de la reapertura de los juicios en la Argentina, organizada en conjunto por los programas de extensión universitaria "Justicia y Memoria" y "Los/as estudiantes vamos a los juicios". Participaron en calidad de expositores/as: Mónica Pinto, Marcelo Raffin, Fabiana Rousseaux y Graciela Daleo. La actividad fue coordinada por Malena Silveyra y Valeria Thus.

En primer lugar, Valeria Thus ofició las palabras de bienvenida: “Este texto tiene como génesis una experiencia celebrada en la Facultad que es el seminario ‘Los/as estudiantes vamos a los juicios’. Desde el año 2014, cientos de estudiantes de las distintas etapas de la carrera de abogacía se acercaron a participar de los juicios contra los genocidas. Agradecemos a la Facultad por este apoyo”. En lo que atañe al libro, explicó que tiene por finalidad visibilizar el juzgamiento de los responsables de los crímenes de Estado, cuyo proceso aún continúa en Argentina: “Resulta esencial encontrar espacios de reflexión y difusión de estos procesos para poder así reapropiarse de la experiencia, y este libro pretende ser un aporte en ese sentido”.

Seguidamente, Mónica Pinto subrayó que la obra compila una serie de artículos que contribuyen a reflexionar sobre lo realizado durante estos años y a valorar nuevos aportes. “Todos los trabajos se ocupan desde distintos puntos de vista de las razones de la palabra en el escenario judicial”, agregó. En consecuencia, citó fragmentos de los/as autores/as, mencionando así: “El testimonio y la palabra cobran una relevancia especial (...) los juicios hacen una especie de construcción cultural que van más allá de lo que surge de cada expediente (...)”. En último término, reflexionó: ”Al momento de armar el programa del seminario, asumimos que lo que había pasado en la Argentina en el último período de facto y su tratamiento formaban parte del ADN nacional” (...) los que conocen el horror del pasado tienen el deber de levantar la voz contra otros horrores presentes, lejos de mantenerse prisioneros del pasado, habremos puesto el pasado al servicio del presente, como la memoria y eventualmente el olvido deben ponerse al servicio de la justicia”.

Acto seguido, Marcelo Raffin destacó como un aspecto valioso de la obra: “Se buscó hacer un balance sobre lo hecho y lo que queda por hacer. Se tuvo como premisa la constatación de la experiencia genocida en la Argentina reciente. Para esto, se plantearon tres interrogantes que fueron ¿cómo fue posible el genocidio?, ¿qué efectos tiene en nuestra sociedad? y ¿qué podemos hacer con esta experiencia tan dolorosa?, pero haciendo foco en los juicios”. En la misma línea argumental, resaltó: “Los juicios pueden aportar al proceso de elaboración social del genocidio, pero a condición de que lo que sucede en las salas de audiencias, salga de los tribunales”. En lo que concierne a su estructura, remarcó una primera parte que trata las miradas integradoras del proceso de juzgamiento, y una segunda enfocada en los aspectos singulares del caso argentino.

Luego, Fabiana Rousseaux basó su presentación en el concepto de construcción: “El libro es la reconstrucción de un sitio al que hay que volver una y otra vez para poder dar cuenta a la sociedad, de lo que a la sociedad misma le ocurrió. Es algo muy complejo restaurar un lazo entre el Estado y las víctimas de ese estado”.          En tal sentido, señaló la labor de los organismos de derechos humanos: “Sin esta experiencia los juicios hubieran quedado reducidos a un discurso técnico. El encuentro entre el campo de la técnica jurídica y lo traumático, verdaderamente produjo un acontecimiento sin precedentes a nivel mundial”. Hacia el final, cerró: “Nosotros lo que hacemos con esta transmisión de experiencias es seguir contando lo que nos sucede. Es algo que le ocurrió a la sociedad en su conjunto y por eso no puede quedar en el pasado”.

Para finalizar, Graciela Daleo comenzó reseñando vivencias y escritos de estudiantes que tuvieron la experiencia de asistir a audiencias: “La tristeza me nace de otra sensación, la impotencia ¿puede haber justicia? (...) la justicia se muestra lejana e inaccesible. Ahí están los libros, ahí están los noticieros, pero oírlo de las víctimas es diferente”. De modo concluyente, reconoció la relevancia de involucrarnos colectivamente: “Es un proceso político, social cultural y de justicia que debemos hacerlo todos en conjunto. Este acto de juzgar a los genocidas, es otra forma de escritura que es necesario que protagonicemos”.

Video