¡Seguinos!

Año XI - Edición 194 07 de junio de 2012

Buscar

Presentación del libro "Historia de la Solución Final"

  • Nota de Tapa

El pasado 15 de mayo se desarrolló en el Salón Azul de esta Casa la presentación de la obra “Historia de la Solución Final. Una indagación de las etapas que llevaron al exterminio de los judíos europeos”, cuya autoría le corresponde a Daniel Rafecas, Juez Nacional en lo Criminal y Correccional Federal y Profesor Adjunto de la Facultad.

La Decana Mónica Pinto declaró que “el tema es duro y a medida que se avanza en el libro es mucho más duro, pero puede ser leído y la lectura es llevadera pese a la complejidad y a la dureza de lo que trae adentro”. Adelantó que Rafecas se propone demostrar que a la Shoah se llega tras superar una serie de etapas que fueron tomadas, interpretadas e implementas por cientos de miles de individuos de todos los niveles y prácticamente en todas las reparticiones estatales que se encontraban bajo el control nazi y de sus aliados, con plena conciencia de la consecuencia de sus actos. “El mal absoluto que supone la Shoah, de algún modo, resultó muy generalizado y muy socializado”, estimó Pinto.

La expositora identificó en la obra al menos tres grandes etapas que caracterizaron el exterminio de los judíos europeos. La primera de ellas es la erradicación de cualquier clase de influencia judía, es decir, un antijudaísmo jurídicamente consagrado. Al pueblo hebreo se lo responsabilizó por muchos de los males que acosaban a la Alemania nazi y, producto de ello, se llegó a alentar desde el mismo aparato estatal la masiva emigración o éxodo de estas comunidades. Un suceso paradigmático es la llamada “Noche de los cristales rotos”, acaecida en el año 1938, que representó un feroz ataque antisemita contra quienes practicaban el credo judío. Hay una segunda etapa y es aquella en la que se intenta buscar una solución territorial para los judíos. “Cuando cae Polonia, el régimen nazi acrece con no menos de tres millones de judíos y esto plantea un problema de logística importante. No es un número manejable, no hay posibilidades de poder tener técnicas como para que todos puedan emigrar”, argumentó. En 1939 se generaliza el uso de la estrella amarilla de David y se abren los guetos. Luego, estará la etapa de los fusilamientos que se inicia con los judíos improductivos, para arribar finalmente a los que se conoce como la solución final: el exterminio a mansalva de seres humanos por medio de metodologías diversas, como la utilización de la cámara de gas. “El libro […] no solo se pretende un homenaje para las víctimas de la Shoah, sino que también pretende ser un instrumento para la construcción del Estado de derecho. Daniel (Rafecas) dice en algún momento en su libro que recorriendo este camino y demostrando como esto pudo tener lugar es como se puede transmitir a los estudiantes la necesidad del derecho y la necesidad de un Estado de derecho respetuoso de todas las diversidades”, sintetizó.

Por su parte, el profesor Ricardo Rabinovich-Berkman destacó la importancia de que la historia del derecho sea estudiada por todos nosotros y que, además, pueda inmiscuirse también en temáticas tales como el Holocausto. “A mí me gusta que la historia del derecho esté en estas cosas, porque creo que es muy importante que la historia del derecho como historia de los derechos humanos esté presente cuando se recuerdan estos episodios”, amplió.

Elogió algunas contribuciones volcadas en la obra, como el valor relativo que Rafecas le da a la Conferencia de Wannsee del año 1942 y que, en principio, permitió un consenso entre diferentes sectores de la Alemania nazi en torno a la puesta en marcha de la solución final. Otra gran contribución ha sido el haber logrado una pedagogía del genocidio, el haber podido acercar al estudiante estos trágicos sucesos de mediados del siglo pasado. Luego, el expositor añadió: “yo te soy sincero, hubiera querido que la solución final fuera la final de las soluciones finales. Lo terrible es que hubo más genocidios después. Lo terrible es que el genocidio llega al siglo XXI”.

Celebró también el modo en que Rafecas analiza la relación existente entre el genocidio y la Segunda Guerra Mundial. A propósito de esto último, confesó que, por su parte, seguirá insistiendo en que no se debe considerar al Holocausto como un fenómeno de la guerra, porque corremos el riesgo de caer en un discurso neonazi que sostiene que las muertes del Holocausto no se trataron más que de bajas de guerra.

Daniel Rafecas, al tomar la palabra, se mostró entusiasmado con la posibilidad de que en nuestra Facultad se puedan abordar temáticas de esta naturaleza. Se trata de una consistente evolución iniciada a partir de la recuperación de la democracia en 1983, en donde esta Casa termina por convertirse en un ejemplo de cómo es posible el funcionamiento de las reglas de la democracia y del diálogo.

Para Rafecas es fundamental que en el ámbito del derecho y, especialmente en las ciencias penales, los alumnos puedan acercarse a los aspectos históricos de la Shoah. “Estoy convencido de que no podemos comprender cabalmente el sentido profundo de estas convenciones (refiriéndose a la Declaración Universal de Derechos Humanos y a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio) sin conocer al menos mínimamente los hechos históricos que desembocaron en la sanción de estas cartas”, explicó Rafecas.

Estuvo también presente como expositor invitado Gregorio Flax, profesor de esta Facultad y a cargo de la Cátedra Libre de Holocausto, Genocidio y Lucha contra Discriminación, quien explicó sucintamente las actividades impulsadas desde la cátedra libre.

“A mí me gusta que la historia del derecho esté en estas cosas, porque creo que es muy importante que la historia del derecho como historia de los derechos humanos esté presente cuando se recuerdan estos episodios”, estimó Ricardo Rabinovich-Berkman.