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Año X - Edición 184 20 de octubre de 2011

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Owen Fiss en la Facultad de Derecho

  • Nota de Tapa

El pasado 6 de octubre en el Aula Magna de la Facultad de Derecho, Owen Fiss (Sterling Professor Emeritus of Law de Yale University) fue investido como Doctor Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires. A lo largo de sus años de intensa labor académica, el catedrático norteamericano se ha abocado principalmente al derecho constitucional, lo que le ha valido un gran reconocimiento internacional al ser catalogado como un defensor de los valores democráticos imperantes en el mundo contemporáneo. Habiéndose desempeñado previamente como docente universitario de la Universidad de Chicago, actualmente como profesor de Yale ha estado dictando cursos de “Distributive Justice and the Constitution”, “The Law of Democracy Procedure” y “The War Against Terrorism and the Rule of Law”. Es, además, responsable de impulsar programas extensivos que vinculan a la Universidad en donde enseña con la región de Latinoamérica y el Medio Oriente.

La laudatio académica fue pronunciada por la Decana Mónica Pinto; y, posteriormente, el ilustre homenajeado dictó su conferencia magistral "La Misión Democrática de la Universidad”. Sus palabras tuvieron el espíritu de rendir un sentido homenaje al reconocido filósofo y jurista argentino Carlos Santiago Nino.

Mónica Pinto expresó: “Hoy distinguimos su actividad en el ámbito de la justicia, el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y, más aún, distinguimos una trayectoria de compromiso con la realidad democrática argentina y latinoamericana”. Describió a la figura de Fiss como un profesor destacado en el mundo por su trabajo y, a su vez, como un demócrata cabal, un formador de ciudadanos concientes de sus derechos, y de su papel en la construcción cotidiana de la democracia. “Es un amigo de la democracia Argentina restablecida en 1983, un amigo de la academia argentina y un referente en el terreno de las libertades”, amplió.

Acto seguido, repasó la trayectoria académica del galardonado subrayando la obtención en el año 1959 de su Bachelor of Arts en Dartmouth, su Bachelor of Philosophy en la Universidad de Oxford en 1961 y, finalmente, su Bachelor of Laws en la Universidad de Harvard en el año 1964.

Al momento de iniciar su exposición, Owen Fiss no pudo evitar efectuar una referencia especial al maestro Carlos Santiago Nino admitiendo que la mayoría de sus pensamientos han encontrado inspiración directa en las obras del jurista argentino. Anticipó que muchos de sus postulados enunciados en la conferencia que dictaría a continuación eran tan solo una reproducción de lo que ya en otros tiempos había sido expresado por Nino.

“La Universidad debe ser una institución autogobernada dedicada al descubrimiento y a la diseminación del saber”, explicó Fiss. Para fortalecer y asegurar la calidad democrática de toda institución universitaria es esencial reafirmar su carácter autónomo. Se refirió a la Universidad como un poderoso elemento capaz de iluminar la voluntad electiva de la ciudadanía al momento de elegir en tiempos de los comicios a sus candidatos. Sin embargo, advirtió que los medios de comunicación también influyen indudablemente sobre esta misma voluntad electiva. El homenajeado aclaró a pesar de que tanto las Universidades como los medios de comunicación influyen sobre el electorado, no se encuentran ambos elementos en un mismo pie de igualdad. La prensa, según Fiss, posee -al igual que la Universidad- una misión democrática que debe ser perseguida hasta alcanzarla. Para el caso de las Universidades, cuestión que en este caso nos atañe, éstas deben preservar su necesaria cuota de libertad ya que “las grandes y verdaderamente distinguidas Universidades de los Estados Unidos son las que juegan un rol aún más fundamental que la prensa en contabilizar la libertad política de la que nosotros en los Estados Unidos tan generosamente gozamos”. Mientras la prensa se ocupa con un sesgo de sensacionalismo de las inmediateces propias del día a día, las Universidades en cambio bregan por establecer una intelectualidad fundacional capaz de permitirnos entender a largo plazo lo que acontece en el mundo. “La contribución de las Universidades a la vida democrática no es mesurada tan sólo por el saber que produce sino por la práctica diaria de incentivar al alumnado a formar una mente crítica”, enseñó Fiss. Esto último debe ser comprendido sobre la base que lo que realmente le ocupa al docente no es el ahondar sólo sobre lo que ya se ha descubierto sino sobre lo que aún es posible descubrir a través de la maximización de la argumentación y del pensamiento crítico.

La autonomía en las aulas de toda institución universitaria es un bien fundamental que necesariamente debe ser resguardado y, por tal razón, la injerencia del Estado sobre ellas debe ser siempre rechazado. “Aún en las sociedades más desarrolladas de Occidente, incluyendo los Estados Unidos, no todo el pueblo cuenta con la posibilidad de estudiar en una Universidad” y, por ello, toda sociedad democrática debe estar comprometida con universalizar la oportunidad de poder estudiar en estas instituciones.

“La Universidad debe ser una institución autogobernada dedicada al descubrimiento y a la diseminación del saber”, explicó Owen Fiss.