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Año XIV - Edición 245 09 de abril de 2015

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Libertad ideológica de los jueces

  • Nota de Tapa

El Departamento de Filosofía del Derecho invitó a dictar una conferencia al profesor Jorge Malem Seña, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra (Barcelona, España), quien disertó el pasado 26 de marzo sobre la libertad ideológica de los jueces.

Tras las palabras introductorias de los profesores Enrique Zuleta Puceiro, Carlos Ernst (director y subdirector del Departamento de Filosofía del Derecho, respectivamente) y Marcelo Alegre (Secretario de Investigación), el profesor Jorge Malem Seña planteó la pregunta acerca de cuál es la ideología que debe tener un juez que no constituya un impedimento para que cumpla con las funciones de un modo técnicamente aceptable. “Esto, en el caso de los jueces, es complicado porque no se distingue muy bien cuándo nos estamos refiriendo a jueces como formando parte del Poder Judicial o cuándo los jueces actúan como funcionarios”, resaltó. El expositor prosiguió diciendo que uno de los puntos de partida es que los jueces son reclutados de una determinada parcela de la sociedad, por lo que son representativos de esa parcela. “Además, tienen valores idiosincráticos. No solo son representativos de una parcela de la sociedad donde son reclutados, sino que además dentro de esa parcela tienen valores, deseos, preferencias, que son idiosincráticos”, argumentó. En la misma línea argumental, el expositor afirmó que se puede decir que un ciudadano, en nuestras sociedades, que va a cumplir con la función jurisdiccional, siempre tiene una ideología. “Es imposible pensar en un ciudadano neutral, que no tenga ninguna preferencia o deseo. Hay que aceptar que tenemos ideología”, exteriorizó.

En cuanto a qué se considera ideología, el orador repasó varias definiciones de este concepto. “Los enunciados verdaderos o lógicamente certificables pueden ser opuestos a los enunciados ideológicos. Me quedan enunciados falsos, que sí los incluyo en el concepto de ideología, y me quedan todos aquellos enunciados que no son pasibles de tener la propiedad de ser veritativos. Es decir, aquellos que no puedo mencionar si son verdaderos o falsos, que hacen referencia a deseos, preferencias. No son verdaderos ni falsos, pero en ese sentido son ideológicos”, explicó. Además, Malem Seña se refirió a la creencia como el conjunto de enunciados mediante el cual alguien representa al mundo. “Tiene otro aspecto la creencia: causa mi acción. Yo tomo determinado curso de acción motivado por la creencia”, remarcó. En idéntica tesitura, manifestó que estos aspectos cobran importancia en los jueces porque la creencia de los jueces es relevante si se quiere que sus acciones sean exitosas. Esto se debe enmarcar en un contexto normativo, teniendo en cuenta que las creencias y las acciones de los jueces deben estar vinculadas al sistema normativo en el cual van a operar. “Las creencias son importantes porque dirigen la acción de los jueces y estas acciones tienen que estar acordes con este entramado institucional. Si cambiamos el entramado institucional, todo lo que voy a decir carece de relevancia. Si queremos jueces independientes e imparciales y que se comporten de acuerdo con la apariencia de imparcialidad, va a haber muchas restricciones”, examinó. Estas restricciones, según el expositor, tienen que ver con las acciones que son la exteriorización de las creencias. En consecuencia, si se piensa que hay acciones que son incompatibles con el deber de juzgar y hacer cumplir lo juzgado, se debe empezar a cambiar las creencias. “En este contexto, aparece la libertad de los jueces. En realidad aparece la libertad ideológica de los ciudadanos, no solo de los jueces”, identificó. Así, Malem Seña entendió que una arista de la libertad ideológica es la libertad de pensamiento, la otra es que esta libertad de pensamiento se puede exteriorizar a través de acciones y a través de actitudes. “No solo tengo la posibilidad o el derecho a pensar como quiera, sino que teóricamente tengo el derecho a actuar de acuerdo a lo que pienso”, añadió.

Por otra parte, remarcó que la primera restricción ideológica que no se debe aceptar está relacionada con las creencias falsas. “No debería ser juez una persona que profese creencias manifiestamente falsas”, aseguró. Tras mencionar ejemplos como la negación de hechos históricos constatados, tales como el negacionismo que rechaza la idea de la existencia del Holocausto judío o de las execrables dictaduras en América Latina, sostuvo que “este tipo de ignorancias, que son creencias falsas, ideológicas, no son admisibles en alguien que quiere cursar la carrera judicial”. La segunda limitación ideológica aplicable a jueces y magistrados tiene raigambre política y se vincula con valores, preferencias, deseos o voliciones sobre las cuales no se puede predicar su valor veritativo. “Existen concepciones políticas, con sus respectivas acciones, que las suponen desarrolladas en determinadas circunstancias y que inhabilitarían a una persona para ocupar el cargo de juez. Hay concepciones políticas no compatibles con el cargo de juez”, desarrolló.

Hacia el final, el expositor resumió que se establece un sistema del juez tal como lo tenemos en garantía de los derechos de los ciudadanos. “La democracia está en garantía de los derechos de los ciudadanos. La libertad está en garantía de los derechos de los ciudadanos, no es un privilegio de los jueces. Si tenemos jueces que apuntan contra estas garantías de los derechos de los ciudadanos, entonces su función es incompatible con el orden jurídico que tenemos. No quiero jueces políticos, no quiero jueces que tengan una ideología contraria al sistema jurídico en general, no quiero jueces ignorantes. Quiero restricciones ideológicas a todos aquellos que ingresen a la carrera”, finalizó.

“La democracia está en garantía de los derechos de los ciudadanos. La libertad está en garantía de los derechos de los ciudadanos, no es un privilegio de los jueces. Si tenemos jueces que apuntan contra estas garantías de los derechos de los ciudadanos, entonces su función es incompatible con el orden jurídico que tenemos”, afirmó el profesor Jorge Malem Seña.