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Año XXIV - Edición 422 29 de mayo de 2025

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La libertad religiosa en la Europa del siglo XXI

  • Nota de Tapa

El pasado 13 de mayo, en el Salón Rojo, tuvo lugar la conferencia "La libertad religiosa en la Europa del siglo XXI". La misma contó con la participación del profesor Joseph H. H. Weiler. Moderó la ex decana y profesora Mónica Pinto.

Primeramente, Joseph H. H. Weiler explicó la situación demográfica en Europa respecto a la profesión de las diversas religiones, señalando que “existen dos religiones principales en Europa”, siendo la primera, y mayoritaria, “el laicismo, esta es la religión más importante hoy en Europa” y la segunda “es el cristianismo, que es una religión minoritaria en Europa”. “Vivimos en una Europa post-constantina (…) y a veces es difícil para el mundo cristiano aceptar esta realidad, pero es la realidad demográfica”, planteó. Continuó mencionando que “la libertad religiosa está garantizada en las constituciones de todos los estados europeos, y por supuesto debe entenderse que la libertad de religión incluya ontológicamente también la libertad frente a la religión” y destaca que “cuando los cristianos de hoy abordan la cuestión de la libertad religiosa en la Europa actual, se preocupan sobre todo de la libertad de religión” mientras que “la otra religión, la religión más grande, el laicismo, se preocupa sobre todo por la libertad frente a la religión”. Analizó la secularización de Europa tras la Segunda Guerra Mundial, explicando que “no ha sido un proceso lineal, y ha sufrido tres metamorfosis en los últimos ochenta años”. “Los laicos de la primera generación de la posguerra, los adultos de los años cincuenta, principios de los sesenta, eran en su mayoría personas que abandonaron conscientemente su fe, por buenas o malas razones. Las personas de esa generación se criaron en hogares religiosos, pero han decidido de forma más o menos agresiva abandonar la fe de sus padres. Esto a menudo estaba asociado a sentimientos negativos e incluso hostiles hacia la iglesia”. Respecto a la segunda generación, sostuvo que “la generación de sus hijos es un poquito diferente, no tuvo una educación religiosa ni una crianza religiosa, el cristianismo no era una experiencia viva para ellos, y para entender la fe hay que vivirla. (…) Así pues esos niños no heredaron la fe cristiana de sus padres, pero si la hostilidad hacia la fe cristiana y la iglesia”. Respecto a la tercera generación, la actual, señaló que “empezamos a ver una nueva metamorfosis, ya no es solo cristo fobia, es indiferencia profunda, ignorancia, es sobre todo incomprensión total de lo que significa la fe religiosa, de lo que impulsa y anima a las personas religiosas, no es cristo fobia sino cristo amnesia, es una realidad muy interesante”. Posteriormente, aludió al concepto de la “neutralidad en materia de la religión”, tratando el tema con una hipótesis. “Si hace doscientos años en Estados Unidos todos tenían una religión, el laicismo no existía, en esa situación no imponer ningún símbolo religioso hubiera sido neutral. Hoy en día, la ‘guerra’, entre comillas, no es entre protestantes y católicos, es entre religiosos y laicos”. En esa misma línea, expresó que “se crea otra concepción de la neutralidad” porque “si uno dice, en nombre de la neutralidad, no se puede financiar escuelas religiosas, ¿eso es neutral? Padres laicos pueden enviar a sus hijos a una escuela pública sin pagar un extra, padres religiosos si quieren que los hijos tengan una educación con referentes religiosos deben pagar una escuela privada, no es neutral, es una preferencia de una fe contra otra fe”.